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La Ovodonación consiste en realizar un tratamiento de fertilidad donde la fecundación se produce con un gameto femenino (óvulo) aportado por una mujer diferente a la que recibirá el embrión resultante.
El semen puede ser de su pareja o de banco.
Es muy importante que la pareja comprenda y acepte este tipo de tratamiento. Muchas veces está indicado un asesoramiento psicológico, para resignar la utilización del gameto propio.
Está indicado en mujeres de edad reproductiva avanzada, falla ovárica precoz, menopausia temprana o quirúrgica, pérdida total o parcial de la fecundidad por un tratamiento agresivo frente a patologías grave (como el cáncer), portadoras de una alteración genética transmisible a la descendencia, ciclos de fertilización in vitro (FIV) fallidos a repetición o pérdidas de embarazos inexplicables y repetidas.
La donación de óvulos procede habitualmente de mujeres menores de 34 años. Es voluntaria, de carácter anónimo y altruista, que implica que la solidaridad es el principal motivador del proceso.
Puede ser exclusiva (la totalidad de los óvulos obtenidos son para una paciente) o “compartida”, es decir que por cada donante se les asignarán óvulos a varias receptoras. El anonimato resguarda a ambas partes, aunque se puede acceder a datos no identificatorios de quien provee los óvulos a la receptora.
Las donantes son estudiadas de manera cuidadosa para descartar enfermedades clínicas, infecciones, y trastornos genéticos. Reciben asesoramiento psicológico para determinar su aptitud y capacidad para ingresar al programa. Una vez que la donante cumple todos los requerimientos necesarios se comienza con la etapa de estimulación para el desarrollo de los óvulos.
