martes 05 de noviembre del 2024

Dr. Lisandro Illa: La Importancia del Trabajo de Fuerza en el Rendimiento Deportivo y la Salud

En esta nota a Revista CARAS el Dr. Lisandro Illa, especialista en medicina deportiva, nos explica cómo el trabajo de fuerza es esencial en la preparación física de los atletas. Aumenta la capacidad muscular, mejora el rendimiento y previene lesiones, beneficiando a deportistas de todas las edades. Galería de fotosGalería de fotos

CREDITO CARAS

Lisandro ¿Qué es el trabajo de fuerza y por qué es esencial en la preparación física de los atletas?

El trabajo de fuerza en el deporte implica la estimulación musculo-tendinosa y ósea, esencial en la práctica deportiva. Se refiere a ejercicios diseñados para aumentar la capacidad del músculo para generar fuerza, como levantamiento de pesas, ejercicios de resistencia y entrenamiento funcional, que mejoran la potencia, la resistencia muscular y la estabilidad.

Los entrenamientos se planifican según el tipo de deporte, trabajando series y repeticiones de cada ejercicio. Es crucial determinar en qué momento de la temporada o según los objetivos del atleta se aplicará el entrenamiento, ya que la fuerza no puede trabajarse continuamente sin descanso, pues esto podría causar lesiones o estancamiento.

El trabajo de fuerza previene lesiones, construye músculos y aumenta la performance deportiva. Es esencial en la preparación física de deportistas, ya sean profesionales o amateurs, por varias razones:

  • Mejora del rendimiento: Aumentar la fuerza muscular permite realizar movimientos más potentes y eficaces, mejorando las marcas en la disciplina.
  • Prevención de lesiones: Un buen nivel de fuerza estabiliza las articulaciones y soporta mejor las exigencias físicas, reduciendo el riesgo de lesiones.
  • Aumento de la resistencia: Contribuye a una mejor resistencia muscular, permitiendo mantener un rendimiento óptimo durante períodos prolongados.
  • Desarrollo de la composición corporal: Incrementar la masa muscular mejora la composición corporal, ayudando a alcanzar un peso óptimo para el deporte.
  • Mejora de la técnica: Una mayor capacidad muscular permite realizar movimientos más controlados y precisos.

El trabajo de fuerza es, por tanto, un componente clave en la preparación física, contribuyendo al rendimiento, la salud y la longevidad.

¿Cuáles son los beneficios del trabajo de fuerza para personas de diferentes edades y niveles de condición física?

Desde la adolescencia, el trabajo de fuerza, medido y aplicado según los objetivos, es beneficioso para la salud y la longevidad. Cuando termina nuestro proceso de crecimiento, el estímulo de la fuerza muscular mejora nuestro metabolismo, sistema inmune, energía, autoestima y autonomía.

En la mediana edad, este estímulo prepara para la andropausia y menopausia, ayuda a evitar lesiones, regula el metabolismo de grasas y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En los adultos mayores, es primordial para evitar o retardar la sarcopenia (pérdida de masa muscular) y estimula la médula ósea, mejorando el proceso de osteopenia (pérdida de la matriz ósea).

  • Adultos jóvenes (18-35 años): Mejora del rendimiento deportivo y prevención de lesiones.
  • Adultos de mediana edad (36-55 años): Mantenimiento de la masa muscular y beneficios para la salud metabólica y ósea.
  • Adultos mayores (56 años en adelante): Prevención de la sarcopenia y mejora del equilibrio y la funcionalidad.

Además, ayuda a grupos específicos:

A) Personas con bajo nivel de condición física: Adaptación progresiva y mejoras en la salud general.

B) Personas con lesiones o condiciones crónicas: Mejora de la función, reducción de dolores y aumento de la confianza.

¿Cómo puede el trabajo de fuerza contribuir a la prevención de lesiones en la vida cotidiana?

El trabajo de fuerza tiene un impacto indirecto en la vida cotidiana, ya que ayuda a evitar el sedentarismo, construye músculo y evita su pérdida con el tiempo. Realizar trabajo de fuerza prepara el cuerpo para actividades cotidianas, como levantar objetos pesados, subir escaleras o hacer jardinería, reduciendo el riesgo de lesiones.

Podemos ejemplificarlo así:

  • Un buen nivel de fuerza ayuda a soportar mejor las cargas del día a día, reduciendo el riesgo de sobrecargas.
  • Los músculos fuertes estabilizan las articulaciones, disminuyendo la probabilidad de lesiones como esguinces.
  • El entrenamiento de fuerza, especialmente del tronco y extremidades inferiores, mejora el equilibrio y la coordinación, reduciendo el riesgo de caídas, especialmente en personas mayores.
  • Algunos ejercicios de fuerza mejoran la flexibilidad y movilidad, previniendo lesiones en actividades cotidianas.

Un mayor nivel de fuerza mejora la capacidad para realizar actividades diarias, incentivando un estilo de vida más activo y contribuyendo a la pérdida de peso.

Es fundamental considerar que los trabajos corporales deberían incluir al menos 3 horas semanales de entrenamiento para prevenir lesiones en los trabajadores, un tema que merece atención en diversas empresas.

¿Qué errores comunes cometemos al incorporar el trabajo de fuerza en nuestras rutinas de ejercicio?

La ansiedad en los entrenamientos es nuestro enemigo público número uno. El entusiasmo de los deportistas puede llevar a ansiedad por los resultados, intentando reducir los tiempos biológicos. Esto puede provocar lesiones agudas o crónicas, que a su vez generan desmotivación o abandono de la actividad.

Para evitar errores, es necesaria la planificación, estableciendo objetivos a corto, mediano y largo plazo. Así, estaremos trabajando para nuestro bienestar, nuestra salud y nuestro futuro como adultos mayores.

El trabajo de fuerza no solo mejora el rendimiento físico, sino que también tiene beneficios significativos para la salud a lo largo de toda la vida.

¿Cuál es la relación entre el trabajo de fuerza y el metabolismo? ¿Puede ayudar en la pérdida de peso?

Hoy en día, se sabe que el trabajo aeróbico por sí solo no es suficiente para reducir el peso. Está comprobado que el trabajo de fuerza interviene en el metabolismo de las grasas, convirtiéndose en un aliado esencial. Con tres sesiones de fuerza programadas y un trabajo aeróbico de baja intensidad, el metabolismo de las grasas se acelera, ayudando a perder el exceso de grasa.

Los músculos son metabólicamente activos, lo que significa que requieren energía incluso en reposo. Aumentar la masa muscular a través del entrenamiento de fuerza puede elevar el metabolismo basal, es decir, la cantidad de calorías que quemas en reposo.

Es importante conocer el concepto de POC (Excess Post-exercise Oxygen Consumption), ya que después de una sesión de entrenamiento de fuerza, el cuerpo consume más oxígeno para recuperarse, lo que significa que quema más calorías incluso después de haber terminado el ejercicio. Este efecto puede durar varias horas, contribuyendo a un mayor gasto calórico total.

La insulina también juega un papel clave al regular el azúcar en sangre. El entrenamiento de fuerza puede mejorar la sensibilidad a la insulina, ayudando a regular los niveles de azúcar y reduciendo el riesgo de almacenar grasa. Esta actividad física produce un aumento del gasto calórico, lo que promueve una mayor reducción de la grasa corporal, fundamental para la pérdida de peso.

En resumen, el trabajo de fuerza no solo contribuye al aumento de la masa muscular y al metabolismo, sino que también puede ser un componente clave en un programa de pérdida de peso efectivo, especialmente cuando se combina con una alimentación adecuada y otras formas de ejercicio.

¿Podrías recomendar algunos ejercicios de fuerza que sean accesibles para principiantes y que se puedan hacer en casa?

El trabajo de fuerza puede ser difícil de realizar en casa sin ayuda o equipamiento. Sin embargo, existen algunos ejercicios básicos para comenzar a activar nuestros músculos, tendones y huesos:

  • Sentadillas (squats)
  • Flexiones de brazos (push-ups)
  • Puente pélvico (glute bridge)
  • Plancha abdominal (plank)
  • Elevaciones de talones (calf raises)
  • Remo con toalla
  • Fondos de tríceps en silla

Es importante recordar que, al realizar ejercicios en casa, no se debe olvidar el calentamiento y la vuelta a la calma o enfriamiento. También es fundamental aprender a escuchar a tu cuerpo: si sientes dolor, detente y evalúa tu técnica o descansa.

La fuerza es una de las propiedades más fáciles y rápidas de desarrollar. A medida que pasan las semanas, nuestra fuerza irá incrementando, y si no tenemos equipamiento en casa, es recomendable acudir a un gimnasio, donde alguien nos guíe no solo en la rutina, sino también en la técnica y en cómo adaptar el entrenamiento a nuestras necesidades.

¿Cómo ha evolucionado la percepción del trabajo de fuerza en los últimos años?

La percepción del trabajo de fuerza ha evolucionado considerablemente, reflejando cambios en la cultura del fitness, la investigación científica y las tendencias de salud. El concepto de fuerza en el deporte depende de factores como el tipo de deporte, la época del año, el calendario competitivo, la edad, el sexo y la nutrición.

Antes, el trabajo de fuerza era visto principalmente como una actividad para culturistas o atletas. Hoy, se acepta ampliamente como una parte esencial de la rutina de ejercicios para personas de todas las edades y niveles de condición física. La investigación ha demostrado los beneficios del entrenamiento de fuerza, no solo para aumentar la masa muscular, sino también para mejorar la salud ósea, la sensibilidad a la insulina y la salud mental.

Además, la popularidad del entrenamiento funcional, que enfatiza movimientos que mejoran la capacidad para realizar actividades cotidianas, ha hecho que el trabajo de fuerza sea más relevante en la vida diaria. Actualmente, el concepto de entrenamiento de fuerza se ha diversificado, incluyendo métodos como el entrenamiento con pesas libres, pilates, uso de bandas de resistencia, entrenamiento en circuito y HIIT (entrenamiento de alta intensidad).

Desde el punto de vista médico, varias especialidades han tomado conciencia de cómo el trabajo de fuerza puede ayudar en la prevención y rehabilitación de lesiones, mejorar la calidad de vida y apoyar la longevidad. Esto ha llevado a más personas a incorporar el entrenamiento de fuerza en su rutina.

En resumen, el trabajo de fuerza ha pasado de ser considerado una actividad específica para atletas a convertirse en una parte integral del bienestar y la salud general. Esta evolución ha hecho que más personas reconozcan su importancia y se sientan motivadas a incorporarlo en sus vidas diarias.

PARA CONOCER MÁS:

Instagram: @dr.lisandroilla

Whatsapp: 1135152401

 

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