Una por una, las increíbles imágenes del Snow Polo World Cup

A diferencia del año pasado, cuando la nieve caída sobre el Valle de Engadin fue insuficiente y la tradicional Copa del Mundo de Polo sobre Nieve consistió en un simple duelo de penales, todo volvió a la normalidad en St.Moritz.

El último fin de semana de enero, tal la costumbre, se disputó la 40° edición del glamoroso certamen, que no se limita solo a entretenidos partidos sobre nieve, sino que cada jornada es acompañada por elegantes fiestas y reuniones sociales en los sofisticados hoteles del paraíso suizo. “Tradición, clase y lujo”, reza un slogan de los organizadores... Y razones no les faltan.

Disputado por primera vez en 1985, son varios los argentinos que levantaron el trofeo, entre ellos campeones de Palermo como Pablo Mac Donough (2009), Juan Martín Nero (2004) y Eduardo Novillo Astrada (2007). En la versión 2025 participaron seis equipos que animaron cuatro jornadas intensas, una de entrenamiento y tres de torneo, con algunos partidos que se jugaron bajo una tormenta blanca.

La final fue el domingo 26 y coronó a un cuarteto casi sudamericano, el de The Kusnacht Practice, con el patrón brasileño Eduardo Greghi junto a los argentinos Isidro Strada y Francisco Belaustegui, más Chris Mackenzie.

Ataviados con tapados o camperas, hubo 26.200 espectadores en la final, todo un récord en 40 años de competencia. Otros compatriotas que participaron fue ron Alfredo Bigatti, Facundo Sola y Alejandro Novillo Astrada, además de dos especialistas en la nieve como los primos Adrián y Raul Laplacette.

A la final fueron 26.200 personas, el récord en 4 décadas. Cada jornada del torneo es acompañada por elegantes fiestas y reuniones sociales en los sofisticados hoteles del paraíso suizo.

Strada fue el MVP de la final y eso le valió ganarse cinco noches en el One & Only Reethi Rah de Maldivas, mientras que una yegua propiedad de Adolfo Cambiaso y montada por Mackenzie, Dolfina Aureliana, recibió la manta de Best Playing Pony.

Como ya se dijo, no todo transcurrió sobre el lago congelado de St.Moritz, ya que las fiestas en los hoteles de lujo fueron “lo más”. Sobre todo la Snow Polo Gala Dinner, con black tie obligatoria en el Badrutt’s, la Farewell Party de cierre, en el Crystal Hotel, y la Fondue Night en el Hotel Steffani.