martes 23 de abril del 2024
CELEBRIDADES 25-12-2021 20:30

La Navidad de Matilda y Luciana Salazar: "No pregunta por su papá"

La modelo abrió la puerta de su intimidad y de este día especial junto a su hija. Galería de fotosGalería de fotos

Diciembre es especial para Luciana Salazar (41). No sólo porque el 15 del mes festeja, desde hace 4 años, el cumpleaños de su hija Matilda, sino porque ver disfrutar a la pequeña cada momento y preparativo de la Navidad es algo que la emociona por igual. “Ella lo vive con mucha magia. Ve el arbolito y le encanta y se mete en todo ese cuento…algo que a los chicos tanto les gusta. Armamos el arbolito y le escribió su cartita a Papá Noel, pidiéndole ¡bastante cosas! ¨Yo le voy a pedir todo¨, me decía. Matilda trajo luz, amor y magia a mi vida”, admite la modelo. “También me dijo que se iba a esconder en su cuarto, porque así Papá Noel dejaba los regalitos. Todo con una inocencia divina”, agrega Luciana. Su casa, cuenta, ya está íntegramente decorada para la ocasión. 

LA NAVIDAD DE MATILDA Y LUCIANA SALAZAR
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   “Recuerdo que cuando yo era chica, las Navidades las pasábamos como la familia numerosa que éramos. Como mis primos vivían afuera, en EE.UU. (se refiere a los Ortega) íbamos para allá, a finales de los años 80. Era todo un evento. Y acá también la pasábamos y nos juntábamos muchos; había primos, tíos y primos segundos. Para mí era súper divertido. Lo que sucede con Matilda es que lo comparte solo con los hijos de mi hermana mayor. Ya no somos tantos, pero sus primos mayores la cuidan y miman mucho. Tengo recuerdos fantásticos de las Navidades y pretendo que mi hija lo viva de la misma manera”, afirma Salazar, quien este año celebrará la Nochebuena en su nuevo departamento en suelo porteño, al que tras reformas atrasadas por la pandemia, recién pudo mudarse ahora. “Vamos a estrenar el arbolito que compramos el año pasado”, detalla Luciana Salazar. Para el 25, la idea sería trasladarse a su casa en Nordelta, que ahora será el lugar para descansar los fines de semana.   

LA NAVIDAD DE MATILDA Y LUCIANA SALAZAR
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   Sobre la personalidad que va apareciendo en su hija, confiesa: “Nunca me imaginé que los cuatro años de Matilda iban a ser tan especiales, porque fue cuando empezó a hablarse todo, a decir cosas muy graciosas y a cuestionar. Hace cuentos, te descoloca, me cuida y me hace reír. Soy una mamá bastante exigente, tanto en su alimentación, porque quiero que coma sano, como en sus modales. Hay cosas que se aprenden en casa. Entonces cuando ve que hago algo contrario a eso, enseguida me dice ¨Mamá eso no se hace¨ (risas) Me mata. Le encanta hacer diferentes tipos de danza, va casi todos los días a sus clases (en la escuela de Reina Reech) La idea es que el año que viene haga gimnasia también. Es una nena muy hiperquinética, necesita actividad, todo el tiempo correr y trepar. También va doble turno al jardín, aunque el año que viene va a ir a un colegio directamente americano. Es como si el día de mañana ella se recibiera en un colegio de EE.UU.. Como esa es su nacionalidad, me parecía correcto que cuente con esa facilidad”.

LA NAVIDAD DE MATILDA Y LUCIANA SALAZAR
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   Enamorada de la forma de ser de su hija, Luciana reconoce que Matilda es una niña muy sensible. “Es sumamente cariñosa y está todo el día dando besos. Le gusta el contacto físico y no para de decir ¨Mamá te amo¨. Y es súper celosa. A veces me ve con un bebote, que es la réplica de cuando ella era chiquita y me mira y me pide que lo deje en la cuna, me lo saca. Cuando le pregunto si le gustaría tener un hermanito me dice un no             rotundo (más risas) Es muy posesiva conmigo, lo mismo cuando charlamos con amigos y llama la atención. Pero lo que no puedo creer es que Matilda ya está enamorada de un nene que es de su jardín. Con las demás madres nos matamos de risa. ¡Con cuatro años ya tienen ese amor que no se sueltan! Te digo, el nene, siendo tan chiquito, es tan caballero. Ella está siempre cerca, se sienta al lado suyo. Es muy graciosa toda la situación, porque él la ama. La agarra de la mano. Todos estamos al tanto de este enamoramiento. Por eso cuando conté que el año que viene a mitad de año posiblemente ya no vaya al jardín, la mamá me dice ¨Ay no a Tomás le van a romper el corazón¨ Matilda me dice ¨Mamá yo lo amo¨ Me gusta porque ella tiene una infancia muy feliz y es una nena súper sana, muy sociable y se adapta”, asegura Salazar.

   Respecto a cómo vive su niña la presencia de las cámaras y la carrera artística de Luciana, quien este año fue una de las figuras de “La Academia”, dice: “Le encanta. Es una actriz. Creo que  viene en los genes porque yo no le enseño esas cosas. A veces cuando llora va al espejo y ¡se mira! Las maestras me dicen lo mismo, que vive  haciendo gestos; es muy histriónica. Pero para mí la educación es prioridad, aunque el día de mañana si ella me pide y va acompañada de su educación, la dejaría incursionar. No me pasa lo mismo que a mis padres, que me dejaban hacer comerciales, pero no trabajar en la tele.”

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   —Respecto a sus interrogantes. ¿Matilda pregunta por la conformación de su familia o por su papá?

   No me toca ese tema. No pregunta por su papá. Solo pasó por ejemplo hoy que la ví jugando con unas muñecas y me dijo que eran hermanas. Sí habla de los papás de los amiguitos, del padre de tal amiga, pero no cuestiona porque ella no tiene papá. Jamás me lo preguntó. Yo no sé si en su interior lo sabe, pero sé que en algún momento lo va a hacer y ya se cómo lo voy a resolver. Pero por ahora no tiene esa inquietud. Ella lo lleva muy normal. 

  —¿Y qué piensa decirle?

   Creo que va a ser en el momento. Uno tiene que ser normal y no darle tanta vuelta a los chicos. Porque cuánto más espontáneo es uno con los hijos mejor lo absorben. No me  hago mucho problema con eso. Aparte Matilda es una nena que toma todo con normalidad. No creo que sea un tema conflictivo. 

   —Recientemente se dijo que le gustaría darle un hermano a Matilda, pero que sería en un contexto de pareja, ¿es así?

  Y la verdad es que sí, porque ser madre sola tampoco es algo tan sencillo. Le digo a todo el mundo que es la mejor decisión que tomé en mi vida, pero reconozco que tiene su responsabilidad y es mucho mayor que al estar en pareja, porque en ese caso se divide. Si bien tengo la ayuda de mis padres, porque tener una familia atrás es súper importante al tomar estas decisiones, admito que no es fácil, ni sencillo traer dos hijos al mundo siendo sola.

   —La posibilidad la tiene.

   Sí, sí, porque tengo congelados óvulos y embriones. Tengo cuatro embriones que son todas niñas, ningún varón. Eso está hecho desde el 2016. Así que si vienen serán todas hermanitas. Tengo suerte, porque esto que nos permitió la ciencia a las mujeres, el congelar óvulos, es algo increíble. Porque tal vez no querés ser mamá ahora, pero una nunca sabe cuando te agarra ese deseo. Tener tus óvulos y que no te corra la edad y poder ser madre hasta los 50 es una tranquilidad. Pero más allá de eso, y de que ahora se le está dando visibilidad a ese tema, la realidad es que todavía es un tratamiento caro. Ojalá el día de mañana pueda ser más accesible para todas las mujeres.

   —A nivel amoroso, ¿Cómo vive su presente afectivo?

   Estoy muy bien. La verdad es que desde hace algunos años prefiero preservar mi vida privada. Siempre fui así, guardada, pero con una persona famosa y de alto perfil, es muy difícil mantenerlo. Me va mejor de esta forma. 

   —Trascendió también por estos días su acercamiento a su ex, Martín Redrado.

  Acercamiento, bueno…a ver. La realidad es que veníamos por una senda judicial iniciada por él en su momento. Tuvo un revés de la justicia penal donde no pudo demostrar nada de lo que se había dicho; cosas mediáticas muy fuertes, feas e injustas, porque fueron todas mentiras. Con esa resolución y más con todas las pruebas que tenía, yo estaba dispuesta a hacer una querella. Sobre todo para que se me pidan disculpas públicas por todas las barbaridades que se han dicho. Porque si hay alguien que siempre va con la verdad soy yo. El quiso poner un freno a todo, obviamente se arrepintió por todo lo sucedido, y se sintió desbordado. Así fue la charla.

   —¿Cómo se dio ese encuentro?

   Hubo tres encuentros. Dos que fueron a través de una persona conocida de los dos, a quien él pidió que intervenga. Yo no tenía ganas al principio, no es que ya no estoy enojada, porque lo sigo, y no es que me amigué. Me costó y me insistieron mucho. Nos juntamos. En la primera charla lo único que quise fue desquitarme, sacarme todo de adentro, la bronca por lo injusto. De la otra parte, mudo total. Me fui enojada y no di posibilidad de que me dijeran nada. En la segunda oportunidad sí hubo intercambio, su arrepentimiento, aunque no voy a decir intimidades porque no me corresponden. Según él, no la pasó nada bien, porque le hizo mucho daño y no se supo manejar. Me volví a ir enojada, pero él me vio en el estacionamiento. Me pidió por favor si podía hablar conmigo y subir a mi auto. Acepté. “La verdad es que me gustaría tener una charla a solas con vos. Para que podamos saldar…tuvimos años muy lindos”, me dijo. Combinamos otra fecha, nos juntamos los dos solos y ahí me pidió disculpas privadas. Le dije que también las quería públicas porque esto había dañado mucho mi imagen. Se dijeron cosas, aunque no de su boca, pero sí a través de su abogado. Le pedí que, si realmente se quería revincular con mi hija, porque eso es lo que él quiere, hubiera unas disculpas públicas. También hablamos de otros temas que no me corresponde contar. Pero ese fue mi pedido principal para la revinculación con la nena. 

   —¿Cómo definiría hoy el vínculo entre ustedes?

  Yo sigo igual, sigo esperando. Quiero creer en su palabra porque si una vez más me hizo perder tiempo en juntarnos para revincular con la nena, no creo que esté jugando. Si realmente lo está haciendo, no solo es un enojo conmigo y el tener una prueba más para que vaya a la justicia, sino que se trataría de un hostigamiento. Lo dudo, no creo que sea esa su intención. Espero. Veremos qué sucede en este poco tiempo. Si ese pedido de disculpas llega, ahí podemos empezar a charlar para ver cómo podríamos tener esa revinculación con la nena. 

   — ¿Y desde qué lugar encararían esta etapa: desde uno de amigos, de ex que se llevan mejor?

   No, la verdad es que no me pongo a pensar en eso, para nada. Para mí es un tema con mi hija.  

   

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