El hijo del doctor Alberto Cormillot y de la nutricionista Estefanía Pasquini es el centro de atención del hogar y un fan del chupete. Sus padres se derriten de amor observando al nene de 19 meses, y ríen con sus travesuras y progresos diarios.
Y cuando vive un momento difícil para él, recurre a más de un chupete para calmarse. Así sucedió la semana pasada cuando su papá, el reconocido médico fue internado en el Centro Integral de Tratamiento y Rehabilitación Fleni debido a un fuerte dolor en la espalda.
Antes habían estado en Cemic y descartado problemas cardiológicos en el ICBA (Instituto Cardiovascular de Buenos Aires). Una vez más, Emilio entendió todo y buscó a sus ”chupetes salvadores”.
“Cuando Alberto quedó internado lo primero que hizo fue buscar todos los chupetes que tenía y se metía de a mil en la boca… dice la madre. Ese día fue al jardín y la maestra me preguntó si pasaba algo porque notaron que Emilio no estaba bien.. A la noche no paraba de llorar y me decía ‘upa y abrazo mamá’. Y se ponía dos chupetes en la boca y sostenía otros con las manos. La pasó muy mal pobrecito pero los chupetes lo aliviaron”.
El sábado ya con el papá mejor de salud, Emilio aprovechó un momento de distracción de su mamá y tiró al piso las macetas del baño. “Uffff lo quería matar!!!!!y termino comiéndolo a besos porque te mira con esos ojazos y sonríe y te compra y te olvidás de todo., agrega Estefanía, quien se derrite de amor mientras observa a su bebé y se asusta cuando a su marido Cormillot le pasa algo pero nunca se queda quieta: lo lleva al Cemic, al ICBA, a Fleni, habla con los médicos, toma decisiones y no se aparta de su lado.
Una familia muy unida
Por suerte tiene dos señoras de confianza que ayudan en la casa y Emilio las ama. También cuenta con sus padres que son dos abuelos maravillosos y con Adrián y René hermanos mayores de Emilio. Al experto médico nada lo distiende más que observar a su bebé, verlo jugar, hablarle o dejarle audios y pensamientos en su cuenta de Whatsapp que creo especialmente para que el día de mañana su hijo pueda escucharlo.
En el último tiempo al pequeño le encanta compartir las clases de tap con su papá y ni bien escucha la música ya empieza a hacer pasitos y a moverse con alegría. “Es un nene que se come la vida. Todo lo divierte, se vive riendo, ama cantar con nosotros, en el jardín, con sus abuelos y sus hermanos . Adora a nuestros perros y a las mascotas de la casa”
Si bien Alberto Cormillot tiene una trayectoria tan intensa como prestigiosa, cuando su pequeño hijo se enferma o esta decaído, le sucede lo mismo que al pequeño. Se desespera y es un papá más. Recién encuentra tranquilidad cuando ve a su bebé recuperado.
Por eso el domingo a la mañana, Emilio mostró su sonrisa gigante cuando vio que el papá volvía a casa sabiendo que en pocos días más debe volver a control en Fleni. “Todo volvió a la normalidad. Agarra libros para investigarlos y mima a los perros hasta cansarlos. Muere por estar con los perros y gatos. Hoy todo es motivo de festejo en casa. Con chupete incluido”, dice la orgullosa mamá.
R.P