Una mañana de junio de 2016 docenas de paredes, contenedores de basura y buzones de Nueva York amanecieron con una inscripción en aerosol que decía “Nancy te amo”, junto al dibujo de un corazón. La ciudad estaba cubierta con aquella frase, con los vecinos de Brooklyn preguntándose quién había sido el autor de los graffitis y a quién estaban dirigidos.
Resulta que el creador de esa intervención artística fue el pintor argentino Norberto Moncarz, que en el lobby del hotel Hilton Pilar cuenta la anécdota entre sonrisas cómplices junto a la “Nancy” de los graffitis, la artista plástica Nancy Pimenta Alves.
“Ese viaje a Nueva York fue a pocos meses de comenzar a salir. Era la primera vez que nos separábamos por más de unos días desde que la conocí, y sentí que tenía que expresarme de alguna manera para demostrarle mi amor a pesar de la distancia, así que surgió la idea de hacer los graffitis”, explica Moncarz.
La historia de amor comenzó hace siete años, cuando ambos eran profesores de arte en sus respectivos establecimientos. Nancy, con una larga y prestigiosa trayectoria académica, tenía una escuela con más de 300 alumnos, mientras que Norberto dictaba talleres de arte abstracto. En ese momento, los alumnos de ambos comenzaron a comentarles a los artistas de la existencia del otro, diciéndoles que a pesar de tener estilos completamente diferentes a la hora de crear, los dos transmitían una energía y una vitalidad similar en sus obras, y recomendándoles ver las pinturas del otro.
“Mis alumnos me decían: ‘¿Conocés a ese loco que pinta con las manos mientras pasa música? ¡Te va a encantar lo que hace!’, y me dio curiosidad, aunque mi especialidad es el hiperrealismo y vengo de un palo completamente distinto al suyo. Cuando lo vi quedé fascinada por la potencia de sus obras, pero el que dio el primer paso fue él cuando me mandó un mensaje de Facebook que decía: ‘Mis alumnos me hablan de vos, sé que a vos te hablan de mí. Me gustan mucho los elefantes que pintás y me gustaría que nos encontrásemos’”, recuerda Nancy, a lo que Norberto responde riendo: “Para hablar de elefantes, por supuesto”.
El flechazo fue inmediato, y a las pocas semanas de conocerse ya se habían mudado juntos. Medio año después estaban casados. “Todo en nuestra historia de amor nació desde lo espontáneo. De hecho, creo que podría hacerse un paralelismo entre la forma de pintar instintiva y natural de Norberto con cómo se dieron las cosas en nuestra pareja”, comenta Pimenta Alves.
De la gran ciudad a un paraíso oculto
De la misma manera en que surgieron el amor y el casamiento, la idea de irse a vivir al extranjero se dio de forma natural. Cuando Nancy se lo propuso a Norberto él aceptó sin dudarlo. El matrimonio está basado desde 2018 en Ferragudo, Portugal, un paraíso en la costa del sur europeo donde la clase alta disfruta de un oasis de tranquilidad y belleza, con increíbles playas llenas de acantilados y un clima ideal durante todo el año.
“Decidimos irnos porque estábamos cansados del caos y las apariencias de la gran ciudad. Queríamos probar algo nuevo, y en Ferragudo, un pueblo de menos de 2.000 habitantes, encontramos lo que buscábamos: una sociedad tranquila y muy abierta en la que la superficialidad queda última en la lista de prioridades de las personas”, cuenta Pimenta Alves, que aclara: “A nosotros nos encanta el mar, y hoy en día tenemos el océano a menos de 100 metros de nuestra casa, que está construida sobre la playa. Un sueño”.
El hiperrealismo se enamora de lo abstracto
La relación entre Nancy y Norberto tomó una nueva dimensión cuando los pintores decidieron comenzar a crear cuadros y murales juntos. El estilo hiperrealista y técnico de Nancy se conoció con los mundos abstractos, explosivos y salvajes de Norberto, y desde que comenzaron esta unión artística los amantes no se detuvieron.
Las creaciones de Moncarz y Pimenta Alves tienen la peculiaridad de contener dos estilos que, imaginándolos en una misma obra, podrían parecer disonantes, pero lo que sucede al verlos juntos en la práctica es completamente lo contrario: el espectador tiene la posibilidad de experimentar universos que jamás podrían haber sido creados por un solo artista, mundos que unen dramatismo, técnica, potencia y espontaneidad en un mismo lienzo.
Ahora el destino los trajo hasta Buenos Aires nuevamente, donde tienen la responsabilidad de ser los artistas exclusivos del Hilton Pilar, ubicado dentro del tradicional Pilar Golf Club, en el kilómetro 60 de la Ruta 8. Cada una de las 171 habitaciones del hotel cuenta con una pintura exclusiva original de Pimenta Alves y Moncarz, aparte de haber intervenido todos los espacios del establecimiento.
El próximo marzo darán comienzo a la intervención estética de “Love”, la habitación temática que será ofrecida a los huéspedes como suite nupcial para celebrar su noche de bodas en un ambiente artístico y muy especial, sumando otra obra a la galería permanente del hotel.
“Es una responsabilidad muy grande y también un orgullo para ambos tener el honor de que nuestro arte, ese arte que es fruto de nuestra relación, sea el que quede plasmado por los años a venir en un edificio de semejante prestigio”, comenta Norberto Moncarz.
Pasó casi una década desde aquel primer mensaje de Facebook que desencadenó todo, y hoy su relación artística y amorosa los lleva a dejar su impronta en uno de los hoteles más exclusivos y glamorosos del país, con obras que esconden un detalle muy especial: cada una de las creaciones de la pareja tiene una inscripción oculta entre toda la explosión de colores, en homenaje a uno de los momentos más memorables de la relación. El detalle es una pequeña dedicatoria de Norberto hacia Nancy, y dice simplemente “Te amo”.