Ella lo tomó como algo personal y más viniendo de un extraño. Resulta que Virginia Gallardo fue con su hija Martina (fruto de su amor con Martín Rojas) a la verdulería a hacer las compras e inesperadamente recibió un comentario poco feliz del verdulero. "Lo estas mal acostumbrando a los brazos", le dijo el trabajador y ella horas después contó lo sucedido en su cuenta de Instagram e hizo su descargo.
"Díselo a la naturaleza, que lo ubicó 9 meses cerca de mi corazón, 9 meses al compás de mi respiración, 9 meses en compañía de mi voz. Ella lo mal acostumbró primero, que sabiamente llenó mis pechos lecheros, para seguir siendo, uno los dos. Que te explique la naturaleza, por qué me sonríe cuando estoy fea y me estira los brazos loco de amor", comenzó escribiendo y siguió valentonada
"¿Que lo estoy mal criando en brazos cuándo no me pide zapatos, ni un auto de lujo, tan solo que lo tome, por besos babosos a cambio?
¡No me niego a sus brazos! ¿Por qué negarme? Sería reprimir el amor más puro e incondicional. Me pide brazos porque después de pasar casi un año tan unidos como jamás lo volveremos a estar, nuestro único consuelo es abrazarnos, para no extrañarnos tanto y amarnos más y más. Después de todo, más temprano que tarde aprenderá a caminar y todo esto será un hermoso recuerdo, de cuando una vez él fue bebé y mis brazos eran todo para él. Así que señor verdulero, sin duda la naturaleza es más sabia que ambos, lo que para usted es “mal acostumbrarlo a los brazos” él lo llama AMAR, MAMAR, MAMÁ. Ni los árboles sueltan sus frutos pequeños… los cargan hasta que estén listos, es lo natural (me dije).
Finalmente contó que le respondió ella al verdulero: "Dos kilos de papa, uno de cebolla…”