Si existiese una forma y un sitio para apreciar la paternidad por encima de intereses personales, el escenario es perfecto. Mientras Juliana Giambroni le acomoda la remera a su hijo Milo, Mariano Martínez ayuda a la otra hija de ambos, Olivia, a colgarse la cartera que eligió especialmente la niña para su outfit de esa noche. En ese subuniverso familiar todo parece encajar perfectamente por pura decisión y accionar de sus padres inmediatamente después de separarse hace más de un año. En ese microclima, las risas, el diálogo, fluyen como el agua del río que desciende sola y serena, sin ninguna resistencia. Y sólo se interrumpe cuando alguno de los invitados viene a saludarlos. Fundamentalmente a ella que es la anfitriona del evento junto a la diseñadora Daniela Trembecki y al estilista Diego Larez, donde se inauguró el showroom que reúne a la marca de ropa de Juliana, por un lado, y a la línea de Trembecki por el otro, junto a la peluquería de Larez “Menos es Más”. Hasta ese estudio, en Riobamba al 1042, se trasladó Mariano acompañado de su novia Camila Cavallo para apoyar el nuevo proyecto de la mamá de sus hijos. “Me encanta todo lo que hace ‘Juli’ en la moda, admiro sus ganas y su fuerza de voluntad para superarse día a día. Le dije que quería estar en este momento tan importante para ella y acá me ves deseándole lo mejor. No tengo dudas que le irá muy bien”, dice el actor mientras Giambroni lo escucha con una sonrisa que acapara su rostro.“Si bien sigo haciendo trabajos como modelo, hacía rato que quería lanzarme de lleno con mi marca, que es lo que más me gusta. Deseaba hacer ropa canchera y elegante de noche para mujeres de todas las edades, donde el color negro tiene prioridad. Me entusiasma atender a la gente en el local. A su vez estamos trabajando en nuestra página para la venta online y a veces me citan y traslado la ropa a domicilio. Diseñé la mayoría de prendas con Verónica Far, que es una gran diseñadora pero principalmente una amiga. Fue muy importante contar con su apoyo. Como a su vez, estoy muy feliz de compartir esta etapa de mi profesión con mis hijos, con Mariano y todas las personas que quiero”, responde ella. Y entre esos afectos que nombra, bien al lado suyo abrazándola está su novio Matías Di Chiara, con quien sale hace más de cuatro meses. En la postal están los seis: Juliana, Mariano, Olivia, Milo y las respectivas parejas del actor y la modelo. Y es esa plena comunión lo que ambos padres profesan y les inculcan a sus hijos.
Giambroni y Martínez se separaron en junio de 2015 y, si bien desde entonces cada uno rehízo su vida amorosa, nunca perdieron el buen trato.“Tenemos una hermosa amistad con Mariano. Nos llevamos bárbaro, somos los dos muy relajados. Los chicos estaban felices de vernos juntos en el lanzamiento de mi marca, para ellos es muy importante que tengamos una linda relación. ‘Oli’ , que es más grande y súper madura, me dice: “Qué bueno que con papá te lleves tan bien”. Y lo mismo le dice a él. Más allá de que sabemos que no es común ver que dos ex conserven un buen vínculo tras separarse, nosotros le ponemos toda la voluntad, la mejor onda. Nos encanta enviarnos fotos de los nenes cuando vacacionan con el otro. Desde un principio pensamos primero en nuestros hijos. Nunca hubo dudas sobre eso”, asegura Juliana. Mariano la mira orgulloso, asiente y, en pocas palabras, completa la idea:“Con ‘Juli’ nos conocemos hace mucho tiempo, compartimos cosas hermosas y lo más importante: dos hijos. Por eso siempre vamos a querernos y desearnos lo mejor en lo personal y profesional, al margen de la situación amorosa de cada uno”. Dicho y hecho. Acompañado en todo momento por su novia modelo, Martínez no paró de elogiar la nueva colección de Juliana. Felicitaciones que fueron ratificadas por la joven ante Giambroni. “Ya nos habíamos cruzado los cuatro cuando una vez Mariano me trajo a los chicos y otro día que se los llevé yo. Lo veo muy bien y tranquilo con Camila. Si bien no la conozco tanto porque la vi pocas veces, me parece una chica divina. Y si él está contento con ella y los nenes también, yo voy a apoyarlos. Lo mismo le sucede a Mariano con ‘Mati’, me ve enamorada y contenta, y se alegra por mí. Los dos se llevan bárbaro”, cuenta la sobrina del humorista Yayo Guridi. “Matías es un fenómeno. Con ver a ‘Juli’, a ‘Oli’ y ‘Milo’ felices con él, me basta”, asevera el actor de la nueva ficción de telefé “Amar Después de Amar”.
Es que el amor siempre da una nueva oportunidad. Giambroni lo sabe más que nadie. Y como suelen darse los hechos más importantes, llega por sorpresa. Así conoció Juliana a Matías cuando debía hacer una producción de fotos en una terraza al aire libre. Larez, amigo de Di Chiara, le pidió como locación su departamento en Puerto Madero. Ese día bastaron pocas miradas y palabras para que la conexión fuese inmediata. “Me enamoré de Matías desde el primer momento. El amor a primera vista pasa sin planificarlo, te excede. La química se da o no. Uno no elige de quién engancharse. Los sentimientos lo hacen por uno. ‘Mati’ es un caballero con todas las letras. Estoy viviendo un estado de enamoramiento tan lindo que potencia mi presente”, asegura Giambroni. Incluso en el futuro tiene el deseo de agrandar la familia con él: “No pensé encontrar tan pronto a un compañero con quien quiera proyectar mi vida. No imaginé verme en el cine comiendo pochoclos con los chicos y una nueva pareja. Matías lo logró. ‘Oli’ y ‘Milo’ lo adoran. Se acostumbró rápidamente a mi rutina con ellos, que no es nada fácil, los nenes lo vuelven loco. Si bien queremos ir despacio, la convivencia está en nuestros planes cercanos y, a largo plazo, hablamos de hijos. Me encantaría cumplirle el sueño de la paternidad y volver a ser madre con él”.
En cambio, Martínez no piensa en la llegada de más hijos pero sí se lo ve muy feliz junto a su joven novia, con quien sale desde hace poco más de un mes. “Con el tiempo aprendí a preservar las relaciones, a no exponerlas tanto. Sólo te puedo decir que estoy de novio, muy contento, conociendo a alguien que me hace bien. Es hermosa, pero lo que más me atrajo de ella es que sea una chica de barrio, centrada y madura”, confesó el galán. La pareja se conoció en una salida con amigos en común, en San Isidro, después de un evento privado que compartieron. Y fue precisamente Mariano quien confirmó su nuevo romance semanas atrás al subir a su Instagram una romántica postal abrazado a Camila por las calles de Nordelta. Foto que acompañó con un elocuente emoticón de un corazón cruzado por una flecha. Nacida en Santa Fe, la joven vino a Buenos Aires a probar suerte como modelo apenas terminó la secundaria. Dueña de una genética privilegiada, que resalta sus ojos verdes y su esbelta figura de 1,70 mts., inmediatamente comenzó a trabajar en el staff de la agencia EP Bookers. “Sencilla, atrevida y soñadora”, así se define Cavallo. Y fueron precisamente esas cualidades las que sedujeron a Mariano, tras su breve romance con la top model Belén Bergagna (27) y a cinco meses de finalizar su comentado noviazgo con Lali Espósito (24).
Martínez habla y a cada rato viene Olivia a mostrarle las prendas de su mamá, mientras Milo está en brazos de Juliana. “A ‘Oli’ le encanta la moda, ‘Juli’ me cuenta que opina sobre todos sus diseños. Hoy, antes de venir al evento, nos reíamos porque me contó que le dijo: “¡Mamá te falta un collar que te levante el look, ponetelo que te va a quedar lindo!”. O a veces me pregunta: “¿Papá cuándo voy a hacer un casting para actuar o ser modelo?”. Ama la actuación. Y nosotros le decimos que más adelante lo hará. Todo el tiempo nos sorprende con esas preguntas, Milo también es así de despierto e inquieto”, cuenta con orgullo Mariano. Hace una pausa y rápidamente agrega:“Con ‘Juli’ nos llevamos súper bien, hablamos mucho, nos organizamos con los días de los chicos. Tenemos la mejor relación, nos interesamos el uno por el otro. Más allá de que nos hayamos separado, hay mucho cariño en el medio. Es una gran madre y persona, nunca me voy a arrepentir de haberla elegido para ser padre. Cuando estamos los cuatro, nos divertimos y reímos. Oli y Milo siempre nos unirán y estarán por encima de todo”. A las doce de la noche, el salón está casi vacío, sólo se ve correr a Olivia y Milo, mientras a pocos metros, sus padres en compañía de sus parejas, los observan sonrientes. “Cada vez que nuestros hijos nos preguntan por papá y mamá les decimos que siempre nos vamos a llevar bien, a estar con ellos y ser una familia desde ese lugar. Nos gusta que los chicos nos vean unidos, ese es el mensaje que jamás dejaremos de inculcarles”, concluye Juliana.
Por Naiara Vecchio.
Fotos: Eduardo Giménez y Ernesto Pagés.
Agradecimientos: Monique Make up. Menos es Más Peluquería. Verónica Far. Dj Producciones Rakun. Chandon. Alejo Lagouarde Catering Co.