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La presidenta de la Fundación Banco Provincia y esposa del gobernador Daniel Scioli, Karina Rabolini, participó como expositora en el IV Congreso Mundial de Scholas que se desarrolló en la Ciudad del Vaticano, donde presentó los programas “Envión” y “Una Mirada para los Niños”, que se llevan adelante en la provincia de Buenos Aires.
En ese contexto, la primera dama bonaerense aprovechó para recorrer algunos monumentos históricos de Roma, como el tradicional Coliseo romano, una de las postales icónicas de la capital italiana.
En su presentación en el Congreso, que fue impulsada por el Papa Francisco, Rabolini manifestó que “me emociona y siento una enorme gratitud por poder participar con ustedes en esta ciudad del Vaticano exponiendo cuál fue, es y será nuestra responsabilidad y compromiso con los jóvenes”.
Durante la exposición, la titular de la Fundación del Banco Provincia hizo énfasis en las palabras del Papa Francisco, cuando dijo que “América Latina es el `continente de la esperanza´, porque de ella se esperan nuevos modelos de desarrollo que conjuguen progreso civil, justicia y equidad con desarrollo científico y tecnológico con sabiduría humana”.
La titular de la Fundación sostuvo además que “en su EVANGELII GAUDIUM, el Papa Francisco nos marca un camino ético, nos invita a decir `no a una economía de la exclusión y la ine-quidad´, por eso el desafío de los gobiernos es generar igualdad de acceso a todos los derechos, procurar ampliarlos y garantizar oportunidades para todos”.
La esposa de Scioli instó a los presentes: “Creo que llegó el momento de unir. Porque el todo es mayor que las partes y la unión es superior al conflicto”. Durante todo su discurso, apoyó las ideas centrales del Papa: “Es fundamental alcanzar la paz social fortaleciendo `la cultura del encuentro´. Y este encuentro tiene su corazón en los jóvenes”.
Para finalizar, Rabolini indicó: “El desarrollo presupone un crecimiento armonioso de las partes, sin dejar a nadie atrás, fuertemente comprometido con el ideal de la igualdad y los valores esenciales de toda la humanidad. Con un Estado presente, que trabaje junto a las familias y a los jóvenes en situación de vulnerabilidad social, con diálogo sincero y permanente, habrá más conciencia, menos abusos, mejor calidad de vida para todos, mayores oportunidades y la contención que cada joven necesita para crecer y protagonizar el futuro de una Gran Argentina.”
