martes 23 de abril del 2024
ACTUALIDAD 16-09-2020 12:46

Christian Sancho: "Apuesto por la diversidad sexual"

Por primera vez, el actor y modelo abre su corazón y habla de absolutamente todo. Galería de fotosGalería de fotos

Es paciente, tranquilo, con una paz que intenta transmitir en cada palabra que pronuncia. Christian Sancho confiesa que esta serenidad que hoy lo lleva a entregarse en alma y cuerpo a las cosas que le brindan placer fue un arduo trabajo realizado a lo largo de sus 45 años. Siempre con una sonrisa atenta, una palabra casi murmurada y una mirada mezcla de timidez y picardía. Pero ninguna de sus frases son tiradas al azar. Todo lo piensa y se toma su tiempo para analizarlo. Aunque esa tranquilidad que muestra también puede convertirse en un arma de provocación. Cada uno de sus pasos por la vida parecen haber sido dados para desatar una reacción, un ida y vuelta, una aventura más… Un acto que podría definirlo como “un provocador innato”. “El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlo”, dijo el genial Salvador Dalí, quizás el gran maestro de los provocadores. 

   “Despojarme de todo y dejar que mi cuerpo sea pintado fue como un homenaje al proceso que viví en los últimos años como actor. Mi cuerpo fue la herramienta que me dio la profesión en lo emocional y en lo profesional. Transité un largo camino hasta aquí y siento que era hora de celebrarlo… Soy un provocador, ese era mi objetivo. Pero provoco para descubrir los sentimientos del otro. Entendí que tenía que provocar para a partir de ahí generar pensamientos, sentimientos, conciencia… ¡La provocación es mi motor! Y en ese camino valoro también la valentía de transitar otros senderos…”, asegura  Sancho con la convicción de la experiencia.

   –¿Se siente como un ejemplo de resiliencia por su historia de vida?

   –No me considero ejemplo de nada. Pero sí he tenido que ir reinventándome todo el tiempo y aprovechando las oportunidades que me dio la vida. Y en ese punto soy un agradecido. Soy hijo de una madre soltera que me tuvo a los 17 y me dio todo; a los 3 años estuve a punto de morir, a los 7 iba al sicólogo, a los 18 se murió mi mejor amigo… Podría decir que la adversidad marcó mi camino. Pero también siento que soy un privilegiado porque hago lo que me gusta. Y me reinvento todo el tiempo como ser humano. Soy un activista desde la positividad de la vida. 

   –¿Qué papel jugó Dios, la energía, el Universo o en lo que cree..?

   –Creo en Dios pero también en la ley del karma y de la vida. Y, sobre todo, en la ley de la reciprocidad, algo así como recibir para dar y dar para recibir. Fundamentalmente creo en la buena energía y en la vibra de las personas. A lo largo de mis años he tenido grandes maestros que me enseñaron a encontrar la alegría y la paz del espíritu en las cosas más simples. Hay que conocerse y no preguntarse ¿Por qué a mí? Sino ¿Para qué a mi? Esa base me la dieron mi mamá Susana y su marido, que hoy es mi papá Juan. Ellos me enseñaron quién tenía que ser. Y los pilares que me pusieron fueron la paciencia, la tolerancia y la constancia. Mi familia me dio la contención que toda persona necesita. Y el deporte también me salvó la vida. Por eso siempre hago mucho hincapié en que es muy importante la salud emocional. Practicarlo fue mi terapia y la siguen siendo aún hoy. Salir a correr me da la posibilidad de volar. Me da total libertad. En septiembre del año pasado fui a entrenar con el equipo de rugby de los Espartanos (del Servicio Penitenciario), en San Martín, y era un lugar con tanta oscuridad que al principio me fue difícil. Pero en la charla final les agradecí porque gracias a ellos aprendí a valorar lo que tenía y no siempre estar buscando algo más. Al despedirme les pedí que siguieran jugando porque eso los hacía libres.

   –¿La clave sería primero amarse a uno mismo?

   –Cuando las personas piensan con el corazón son libres. Para mí hablar con el corazón es parte de mi esencia. Son las herramientas que tenemos y que debemos usar para amarnos y aprender. Yo hago lo que el corazón me dicta. Y siento que cuando tengo libertad es cuando habla mi corazón. Todo lo que uno desea se cumple. Mi mamá me enseñó a amar, a soñar y a ser respetuoso.

   –Tiene un físico que despierta la envidia de muchos pero ¿Siente que usó su cuerpo para alcanzar nuevas metas?

   –Mi cuerpo fue el camino para encontrar lo que quería ser. Comencé como modelo y eso fue fundamental en mi vida. Trabajé para las mejores firmas del mundo y los diseñadores más prestigiosos. Y estando en Nueva York me recomendaron que estudiara teatro porque me veían pasta de actor. Entonces tuve grandes maestros. Pero esas clases las pude tomar gracias al dinero que me daban las publicidades que hacía. Hoy ya no tengo la necesidad de hacer algo que no me interese porque tuve mis buenos años de trabajo duro. Pero sí, mi físico fue una herramienta muy importante en mi camino.

   –¿Y eso lo divierte o es una pesadilla?

   –No lo veo como una pesadilla. Porque son 25 años en los que me reinventé todo el tiempo. Y, además, mi cuerpo financió al actor. Por eso creo que es importante tener un buen envase. A pesar de tanta exposición que he tenido con el físico soy muy tímido pero tengo la capacidad de ver mi cuerpo como mi herramienta de trabajo.  Y yo no me quedé sólo con el envase sino que le sumé contenido. El cuidado de mi cuerpo ya es parte de mí. No es un sacrificio, es un modo de vida. Siempre tengo grandes profesionales que cuidan mi salud porque creo que la buena calidad de vida es el secreto. Y a los 45 logré el equilibrio perfecto. Hoy yo no me quedo en una foto porque tengo la capacidad de ir por más. 

   –¿Su carrera dio un giro total en 2010 con su papel de un futbolista gay en Botineras, fue un personaje bisagra?

   –A los dos meses que nació mi hijo Gael sentí que la vida me daba la herramienta justa para saber cuál era el camino a seguir. No me dio temor interpretar un personaje que podía amar tanto a una mujer como a un hombre. Soy muy respetuoso y empático con la situación. Y he sido valiente en toda mi vida. Transité por todos los desafíos que me puso la vida. Y acepté con placer la posibilidad de contar diferentes papeles con otros matices. Y la experiencia fue insuperable porque la transité con amor. Fue un personaje bisagra porque cambió el rumbo de muchas cosas. Y fue maravilloso también porque en ese año salió la ley de Matrimonio Igualitario.

   –¿Siente que atrae de la misma manera a mujeres como a hombres?

   –El amor es único. Soy pasional a la hora de contar amor y siento que no hay que tener estructuras que nos limiten en este punto. Yo soy fiel al sentimiento y lo demás no importa. Por lo menos, no soy consciente. Sí soy muy agradecido a hombres y a mujeres por lo bien que me reciben. Lo veo al encontrarme en la mirada del otro. No lo pensé nunca pero creo que podría llegar a enamorarme de un hombre igual que de una mujer. Pero lo que sí siento es que se debe vivir el amor sin rótulos ni nombres. Sí siendo fiel a los principios que uno tiene. Yo no tengo prejuicios en este punto y creo que ese es el gran error de todos y el que nos lleva al fracaso absoluto. Simplemente, yo sigo a mi corazón y eso ya es ser valiente.

   ¿Apuesta por la diversidad sexual?

   –Sí. El amor no tiene género ni rótulos o carteles especiales. Se puede vivir con una mujer o con un hombre de la misma manera si hay sentimientos. El machismo es lo peor que nos pudo pasar en la vida. Creo que amar es ser honesto a sí mismo. Y yo no hago lo que no me gusta que me hagan. Soy de un pensamiento muy libre. Fiel a mi corazón. Siento que si sigo lo que mi corazón me dicta voy a encontrar el éxito sin importar el nombre ni el sexo. Entonces sí apuesto por la diversidad sexual. También soy fiel a mi convicción. El amor es lo mejor que le puede pasar al hombre venga de quien venga. Apuesto a la felicidad emocional, a todo, y no es por casualidad que lo hago. Soy honesto con todo y soy fiel a la vida. 

   –Y en esta fidelidad a sí mismo, ¿Encararía o conquistaría de la misma manera a un hombre que a una mujer?

   –Sin dudas. Con la honestidad de ser uno mismo. Sin careta ni disfraz. Sí con mi mejor esencia. 

   –En este camino de sinceridad ¿Alguna vez lo tentaron con dinero a cambio de sexo?

   –Tentaciones hay en cualquier camino, trabajo y profesión. Pero yo por dinero no hago nada. Las tentaciones son una elección. Y, además, aprendí que el dinero no me dio felicidad jamás.

   –¿Cómo vive el sexo, con culpa, tabúes o libertad?

   –Lo vivo y lo disfruto con mucha libertad. Pero creo que el sexo se da naturalmente no se busca. Eso no sirve para mí. Me gusta el juego de la seducción… La posibilidad de perderse en la mirada del otro. Creo que estar enamorado es el mejor estado que uno puede vivir. Puede haber sexo sin amor pero no es la calidad de vida que quiero para mí. Creo en un par, en el diálogo abierto… Pero sin dudas, el sexo es uno de los grandes placeres.

   Se separó de Vanesa Schual (40) –la madre de su hijo Gael (10) luego de 11 años de relación– y ¿Cómo es el vinculo que hoy mantienen? 

   –Hace más de un año y medio que nos separamos en los mejores términos. Ya transité todo y con ella, como con la mamá de mi hija Camille (19) tenemos un gran vínculo porque somos familia. La base es el respeto y la solidaridad. Nos cuidamos todos. Yo siento un gran reconocimiento por las madres y valoro muchísimo lo que hacen. Quizás por ser hijo de una madre soltera siempre respeté a la mujer sobre todo. Y separación, para mí, no es sinónimo de pelea

   –¿Y su conexión con una hija adolescente como Camille?

   –Ella es muy independiente. Quizás en eso salió a mí. Se fue a España y está en Almería donde estudia Ingeniería Química. Ella voló con las alas que le dimos con su madre. Igual que lo hice yo cuando me fui de Rosario y viajé por el mundo. Es una aventurera que no tuvo miedo a desplegar sus alas. Pero también es súper responsable y madura. Con mis dos hijos tengo un cuidado muy especial. Y entendí que el amor va mutando. Mi papá Juan –quien me crió desde los dos años me enseñó la esencia de la vida. Y con mi madre me mostraron que al final del túnel siempre hay luz. Y en busca de esa plenitud hay que ir.

   –¿Tiene miedo de volver a enamorarse?

   –No. Seguramente va a aparecer cuando menos lo espere. Porque creo que cuando uno lo busca al amor se equivoca. Y aparece cuando uno es fiel a uno mismo. 

   –¿El trabajo hoy consume todas sus energías?

   –No es fácil el trabajo en épocas de pandemia que impuso un nuevo paradigma en el cine y en la que todo el mundo está con problemas no sólo de salud sino económicos. Pero yo no puedo quejarme. En este flamante proceso comencé nuevos caminos y me uní para trabajar con gente que aprecio. Tengo la película “Un Crack”, de Jorge Piwowarski, en la que interpreto a un jugador de fútbol frustrado y que me dio la posibilidad de producir y en la que sumé a amigos como Maxi Rodríguez que hace una participación muy linda y al artista plástico Andrés Mariani que hizo un cuadro y el afiche. Debido al parate por el coronavirus la película, que es mi primer protagónico en el cine, se estrenó por Amazon y desde esa plataforma llegó al mundo entero. Logro que en cine nos hubiera llevado dos años de trabajo y también llegó al Festival de Cine de Europa y de Latinoamérica y está nominada en el de Barcelona. También tengo pendiente el estreno de “Realidad Virtual” que filmé bajo dirección de Hernán Findling. Y estoy a full con mi trabajo como productor de un nuevo formato de contenido audiovisual. Y esta es la síntesis de que el amor se conjuga con el arte y el arte es el idioma universal. 

 

Prod Sol Miranda - Fotos Fede De Bartolo

Agradecimientos: MakeupHairstyling Tevy Salgado. Ast. de Producción Martina Santamaria, A+ @apositivorefans, Artista Bodypainter Lucrecia Nos. Asistente Aldana Sanchez @lucrecianos, Artista Andrés Mariani “Mariani.artspace” INBEST @aletaricajoyasoficial accesorios.

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