viernes 26 de julio del 2024
ACTUALIDAD 18-10-2020 11:50

Florencia Peña celebra la vida con su mamá y sus hijos

La actriz, íntima, asegura que fue su madre, Norma, quien le enseñó a ser libre. ¡Mirá esta soñada producción! Galería de fotosGalería de fotos

Hasta a ella misma le resulta difícil definirse. “Mujer, actriz, amiga, hija, madre, trabajadora, amante, novia, entre tantas otras cosas…”, confesó en su nuevo emprendimiento virtual FDEFLOR. Y sólo basta hablar unas palabras para entender que Florencia Peña (45) es eso y mucho más. “No soy una marca; soy una actitud”, como también manifiesta en el flamante escalón al que ascendió. Al que llegó, como todo lo que hizo en su vida, a base de esfuerzo y mucho trabajo.

Pero lugar al que también pudo arribar gracias a la compañía e incondicional apoyo de sus amores. Su madre, Norma Finoli (77), sus hijos Tomás (16) y Juan Otero (10) y Felipe Ponce de León (3), más su pareja desde hace siete años, el abogado salteño Ramiro –“Rama” como ella lo llama– Ponce de León (46). En plena pandemia por el coronavirus, Florencia se recicló, se mantuvo en permanente actividad y jamás bajó los brazos, ni aún cuando en abril falleció su papá Julio. Positiva y mujer empoderada, a pesar de todo celebra la vida cada día y rinde homenaje a quien la trajo a este mundo en cada despertar, sin una fecha especial.

FLOR PEÑA CELEBRA LA VIDA CON SU MAMA Y SUS HIJOS

  “Mi madre, Norma, ha sido mi gran mentora. Ella fue quien arrancó en el arte y bailó durante más de veinte años en el teatro de La Plata. Por eso, cuando a mis 7 años le dije qué quería hacer, no lo dudó un instante y me llevó a estudiar. Siempre, obvio mi inculcó la disciplina en la que ella se había criado que es la de la danza y es muy dura. Mi familia es un matriarcado, sin dudas. Pero es maravilloso y sorprendente porque a pesar de ser una época en la que no había tanta libertad nos crió libres. ¡Ella me enseñó a ser libre! Sólo pienso lo adelantada que fue. Porque estudiaba danza en una época en la que mi abuelo le decía que era una casquivana… Sin embargo a ella no le importó y con su fortaleza continuó adelante…”, asegura Florencia Peña que de seguir su camino sin mirar atrás sabe y mucho.

  “¡Sin dudas yo heredé sus genes! Y potenciados… Pero fue quien me guió en la vida. Durante 15 años ella vivió en Córdoba con mi papá y la tenía lejos. Ahora está con nosotros, en casa y tenemos una relación muy distinta pero igual de maravillosa. A sus 77 es súper activa, lee, estudia, es inquieta como yo. Y digo que hoy es diferente nuestra unión porque en su generación no se tenía a los hijos de amigos porque pensaban que de ser así no podían poner límites. Por eso no fuimos amigas y hoy sí lo somos, cuenta la actriz feliz por el presente que puede compartir con su madre. Papel que hoy le toca representar frente a sus propios hijos y para los que, confiesa, tomó la experiencia para no repetir patrones y tener tan buena conexión con ellos.
FLOR PEÑA CELEBRA LA VIDA CON SU MAMA Y SUS HIJOS

  “Con mis tres hijos tengo una relación más cercana de la que tuve con mi madre. Creo que fuimos una generación bisagra que rompimos con todos los estereotipos. Yo intento educar a mis hijos en total libertad. Con ellos hablamos de todo, sin tabúes ni medias tintas. Pero también hablamos de las consecuencias que pueden traer ciertas libertades. Yo no creo en la maternidad estándar. Sí en hablar y mucho. Como lo hizo mi mamá conmigo, yo guio a mis hijos y soy consciente que ellos vinieron a esta vida a cumplir sus sueños no los míos”, advierte segura pero con su acostumbrado buen humor y su contagiosa carcajada.

  “Muchas veces digo que soy la anti mamá. Porque jamás les impuse castigos y los límites los vamos hablando en la medida en la que se presentan las dudas. Sólo ‘negocio’ con el más chiquito que lo coimeo con un chocolate que es su debilidad. Con los demás se habla y los límites salen solos. Yo quiero que sus cabezas sean libres. Y tampoco creo en eso de los libritos para aprender a ser padres. La maternidad es un camino que se va haciendo. Tampoco jamás diría cómo tienen que criar a sus hijos. Yo tengo mi experiencia y en eso me baso. No me importa si son menos malos en Matemáticas en la escuela; sólo quiero que sean buena gente y que puedan elegir en la vida”, relata Flor con la verborragia que la caracteriza.

FLOR PEÑA CELEBRA LA VIDA CON SU MAMA Y SUS HIJOS

  Se considera una mamá “canchera” y quiere que sus hijos sepan el trabajo que cada emprendimiento le lleva. “Yo no soy una madre en particular; soy tres madres. Cada uno de mis hijos tiene una madre diferente. Juan es osado y contestatario; Toto es sensible y reservado y Felipe un toro. Como el más chiquito de la familia es como una mascotita de todos. Con él acompaño la paternidad de Ramiro y, con humor, decimos que él vino a vengar a todos En mi casa no se juzga, sí se charla. Yo les inculco que siempre vayan en busca de lo que quieren sin condicionamientos. Tienen una madre libre que siempre hizo lo que le gusta y si tuve errores no fueron estructurales. Soy matriarcal, autosuficiente. Me río de mí y mis hijos se rien de mí porque el humor nos une”, concluye Flor, una madre moderna que ya no está dispuesta a seguir “buscando” la nena.

 

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