Redactora especial
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Karilopez77
Reconoce que la mejor decisión que tomó frente a la etapa de aislamiento fue instalarse en su casa de Nordelta y junto a sus padres. “Tenía la información de que se iba a dar la cuarentena y decidimos pasarla todos juntos. En ese sentido soy una agradecida por tenerlos conmigo y que Matilda (2 años y 8 meses) puede ver a sus abuelos, de lo contrario iba a ser muy duro para ella. Desde ese lado es una bendición”, asegura Luciana Salazar (39).
“Ellos, además, me ayudan mucho con mi hija. Por suerte Matilda está en un espacio donde tiene verde y puede jugar”, agrega la conductora, quien preparó una gran plaza de juegos para su heredera en el parque de su casa. Una zona que se convirtió en un refugio para la pequeña, quien reparte las tardes entre toboganes, hamacas, una cama elástica y un mini castillo.
Y, también, una preciosa casita infantil que Matilda recibió como regalo de su último cumpleaños y fue creada especialmente para su joven dueña y decorada a su gusto. Se trata de un modelo llamado “La Petite Maison de Tolouse” que mide 1,60 por 2,40 y 2,10 metros de altura y fue realizada con un sistema constructivo en seco.
Es la primera casita infantil realizada en la Argentina bajo este sistema, con placas hidrófugas por fuera y el interior compuesto por placas de durloc, con paredes empapeladas por Reino Lejano y hasta tasas de porcelana con el borde pintado en oro.
En su glamorosa mini mansión, que idearon Vicky Parra, creadora y CEO de La Petite Maison, y la propia Luciana, madre e hija viven su complicidad.
“Ahora la disfruta más que nunca. Es una casita hermosa que fue hecha con mucho amor. Un día conocí a la dueña de esa empresa y me enamoré de sus casitas. Empezamos un proyecto juntas, fuimos modelando y diseñando una al gusto de mi hija. Está ambientado con empapelados de rosas, florcitas, todo muy ¨sweet¨ y aniñado. Ella juega mucho ahí, de hecho a veces se va al parque y se encierra ahí. Tiene cocinita, heladera, un juego de sillas y mesa, tacitas de té, cacerola y muñecas”, cuenta feliz Luciana. De lunes a viernes, Salazar deja su casa para sumarse a “Polémica en el Bar”, el ciclo de América TV que hoy suma voces femeninas y la tiene como figura.
“Pienso que tener todo esto es una suerte para ella, porque tampoco es una nena que tenga hermanitos con los que pueda divertirse. Iba a ser muy triste para ella”, afirma la modelo. “Además, tengo el plus de que mi mamá fue directora de un jardín de infantes muchos años, así que conoce como nadie todas las tareas para chicos. La incentiva muchísimo a Matu y le hace hacer juegos didácticos. Funciona como abuela y casi como maestra ¡más no puedo pedir!”, admite “Luli”, quien define a su heredera como una niña muy sociable.
“Matilda tiene mucha conexión con chicos. Mi hija ama las plazas, las hamacas. Mi mamá la sacaba mucho en capital. En ese sentido, al salir nosotras dos con Mati es un poco difícil ir a espacios públicos por ser conocidas, además yo soy muy tímida. Pensaba que lo que más iba a extrañar era su plaza y los juegos y el disfrutar. Por eso hice todo lo posible para montarle un lugar para ella y que no sienta que perdió tantas cosas. Creé un mundo de juegos para que Matilda no se angustie. No quiero que sufra. Los fines de semana también salimos a andar en bici por el barrio”, confiesa Salazar sobre su gran preocupación en tiempos de aislamiento.
Y sobre la personalidad que va a apareciendo en su pequeña, reconoce: “Matu está en un momento de mucha coquetería. Le gusta que la maquillen. Ya le regalé pinturas para chicos y hasta tiene su tocador. Mi mamá me dice: ¨¡Es tan tu clon! Hace todas las mismas cosas que vos hacías de chiquita¨. Es actriz desde pequeña porque llora y se va ver al espejo, hace caras o se termina de cambiar y me dice ¨vamos a mirarnos al espejo¨. Es coqueta, le gusta ver cuando la peinan. Me observa cuando me pongo cremas a la mañana, quiere ver todo lo que hago. También juega con sus bebotes, a llevarlos en su cochecito y darles de comer, muy maternal”, afirma con alegría Luciana. También asegura que su hija es muy inteligente.
“Viene avanzada la nena. Es muy mu y observadora, detallista. Está con su Ipad y al mismo tiempo escucha todo lo que estás diciendo atrás y te pregunta. Tiene oídos por todos lados y aprovechamos esa virtud y le hacemos juegos de memoria y para el intelecto. Por otro lado, lo que nos está costando es el tema de los pañales. Por suerte ya dejó el chupete y fue muy fácil; un día se le rompió, le dijimos que no había más y aunque eso le trajo una penita, ya lo superó. Lo entendió perfectamente”, cuenta “Luli” sobre el crecimiento de Matilda, quien tiene “la energía de un varón”, según su mamá. “Hay que seguirle el ritmo, porque además tiene buena motricidad y le gusta treparse a todos lados, es tipo kamikaze. No tiene miedo a nada. No le podemos sacar el ojo de encima, está tremenda”, admite.
Con la maternidad, Luciana dice estar más pendiente de su pequeña que de sí misma. “Ella es mi prioridad. Si bien no es fácil ser madre soltera, tengo que agradecer la ayuda de mis padres, que son de fierro y me hacen todo más fácil. Y, además, tengo la suerte de tener un hija muy amorosa, que no me genera un trabajo extra”. Y es que, desde que su hija nació, “nunca hice colecho. Ella duerme en su cuarto y eso me vino bien, porque no tiene ese apego de querer hacerlo conmigo. Me tocó una beba que no se despertaba de noche y hoy tampoco se pasa a mi cama. Pude dormir, eso también fue una bendición”, detalla Salazar.
“En lo que si soy estricta es en su alimentación. Matilda come muy sano, mucho pescado y verduras cocidas. No soy partidaria de darle dulces, mi hija no sabe lo que es un caramelo o el chocolate y gracias a eso nunca tuvo un problema estomacal. También le puse bastantes límites, pero siempre desde el amor y la dulzura. Cuando hace algún berrinche hasta que no se le pase la dejo. Si se portó muy mal tal vez ese día no tiene su Ipad, como un reto o una penitencia. Pero es una nena muy amorosa y dulce, te abraza como un osito”, admite “Luli” sobre el presente de su heredera.
— ¿Tiene el deseo de darle un hermanito a Matilda?
— Como gustar me encantaría, pero no sé si siendo madre soltera lo haría de vuelta. No creo, es mucho trabajo. Y la verdad es que uno le quiere dar la atención que se merece a cada hijo. No lo descarto porque tengo la posibilidad. Si quiero, mañana lo puedo hacer porque tengo cuatro embriones congelados todavía, más óvulos. Pero reflexiono mucho las decisiones y soy muy cauta. Hoy por hoy te digo que no, pero sí existe la posibilidad.
— ¿Cómo vive su llegada a “Polémica”?
— Me encanta estar en una mesa de hombres. Me gusta y es un
desafío. Siempre tuve muchos amigos varones, así que para mí no es nada raro. Marino Iúdica es muy generoso y te da lugar para uno se luzca. Yo trabajé con su mujer, Romina, en teatro y también tengo con él una relación desde ese lado. Es divertido y hay mucho humor. Lo disfruto mucho. Estoy muy contenta. Está bueno que vengan mujeres invitadas también. La sociedad está cambiando y la mujer está tomando el papel que se merece.
— ¿Se imagina con programa propio y entrevistando políticos?
— Me coparía tener un programa y de hecho lo iba a tener, pero con esto de la cuarentena se hizo muy difícil hacer un programa nuevo. Había una propuesta de C5N con un formato muy divertido y novedoso, pero pasó todo esto y estamos viviendo un momento muy difícil y la televisión está sufriendo una crisis que ya venía padeciendo. Se postergó. Pero sí, me gusta entrevistar y poner nerviosos a los políticos, con preguntas que los incomoden. Tal vez sorprendí a la gente que no me conoce, porque los que sí me conocen, saben que a mí me gusta hablar de política desde hace muchos años.
— ¿Y qué sucede con el amor, está en pareja o lo estuvo y la afectó la cuarentena?
— Estoy muy celosa con mi vida privada. Tengo mis motivos y no los puedo contar. Pero sí estoy en un muy buen momento mío. Es todo lo que puedo decir: un gran momento, muy feliz y eso es lo que importa. Después, cuando tenga ganas, diré lo que tenga que decir. Pero, por ahora, lo llevo bien de esta forma.