Así es la historia de amor de Andrea Frigerio y Lucas Bocchino
Andrea Frigerio y Lucas Bocchino: se casaron dos veces, tuvieron una hija y llevan mas de 30 años juntos
En una nueva edición de +CARAS, Héctor Maugeri tuvo el placer de entrevistar a la actriz Andrea Frigerio, quien recordó su historia de amor y compartió detalles íntimos sobre su romance con Lucas Bocchino. Se casaron dos veces, tuvieron a una hija, Josefina, y llevan más de 30 años juntos. Han construido una vida en común y una relación marcada por el acompañamiento mutuo y una pasión que perdura.
Andrea y Lucas se conocieron en 1992, cuando apenas un año antes ella había finalizado su matrimonio con Eduardo Frigerio, padre de su hijo mayor Tomás, que ahora tiene 42 años. Aunque han atravesado momentos de crisis, el amor entre ellos siempre prevaleció, manteniéndose tan enamorados como en los primeros años de su relación.
Un amor, dos casamientos
En 1996, la pareja decidió casarse durante unas vacaciones en Tulum, México. Fue un evento espontáneo, casi azaroso, y sólo estuvieron rodeados de la pareja amiga con la que realizaron el viaje. “No íbamos a casarnos, Yo llevé un vestido, los anillos y dijimos: Si se da, nos casamos”, reveló Andrea.
“Cuando yo empecé a salir con Lucas nadie daba un mango por nosotros. Es menor que yo, para mis amigas era un pendex. Él tenía 25 años y yo 29. Nos enamoramos”, agregó.
Andrea Frigerio y Lucas Bocchino
Sin embargo, no fue la única vez que caminaron juntos hacia el altar. Diez años después, se casaron de nuevo, esta vez con la presencia de familiares y amigos. “Cuando nos casamos en México, en ese primer casamiento, todos se enojaron, la familia y los amigos, nos reclamaban. Por eso nos volvimos a casar y qué casamiento, vino hasta Maradona”, explicó.
Sobre la longevidad de su relación, Andrea reflexionó: “Es una larga conversación. No tengo ninguna fórmula. Hay momentos más fáciles y divertidos que otros, pero frente a la crisis, nos volvemos a elegir”.
Andrea Frigerio y Lucas Bocchino
Finalmente, abordaron otro punto esencial de las relaciones largas: la seducción. “Es la parte más difícil con los años, porque todo se da por sentado. Hay que trabajar para mantener la llama viva, sino terminas siendo como un primo o un socio”, aseguró.
“Tuvimos crisis. Hicimos terapia de pareja y nos hizo muy bien, nos ayudó un montón. Tal vez el otro no ve lo que emitís”. A pesar de los desafíos, concluyó: “Tenemos una vida linda. Estoy agradecida con la vida que tengo”.
MDP