Pepe Cibrián contó la verdad detrás del homenaje a su madre, Ana María Campoy
El conmovedor homenaje de Pepe Cibrián a su madre, Ana María Campoy, en su nueva obra.
Pepe Cibrián visitó este miércoles el programa de Héctor Maugeri, +Caras, que se transmite por Caras y Net TV. Durante la cálida entrevista, el destacado artista nacional compartió los emotivos recuerdos de su infancia y honró la memoria de su madre, a quien próximamente le rendirá un homenaje.
Pepe Cibrián Campoy, de 76 años, es considerado uno de los mayores y más reconocidos creadores de teatro musical argentino. El actor, escritor y director lleva en su ADN una vasta tradición artística de siete generaciones de actores. Ha puesto en escena 56 obras teatrales de gran calidad, pero junto a Mahler estrenó su mayor éxito en 1991, “Drácula, el musical”, que les valdría varios premios a ambos.
Actualmente, se encuentra a punto de estrenar “Wilde, un hombre” junto a Ana Acosta en el Teatro Regina. Esta obra no solo es un homenaje a la vida del célebre escritor, sino también a su madre, la legendaria actriz Ana María Campoy, al cumplirse dieciocho años de su muerte. En 2004, Cibrián protagonizó junto a su madre esta obra que narra la fascinante vida del escritor de origen irlandés Oscar Wilde y Campoy interpretó a Esperanza, madre de Wilde. En esta oportunidad, la actriz Ana Acosta será quien interprete a la madre de Oscar Wilde.
“Es un gran homenaje que hago a mi madre. Si me preguntas cuándo murió mamá, tengo que buscarlo en Wikipedia, pero considero que tengo que honrar aquel recuerdo”, afirmó durante la entrevista con Héctor Maugeri. Agregó: “Su psiquiatra me dijo que vivió dos años más para poder subirse al escenario juntos. Fue muy mágico”.
“Siento el paso del tiempo, en ese metro de la vida estoy en un lugar más cercano”, explicó cuando el conductor le consultó por qué tenía la necesidad de rendirle un homenaje.
La conversación se adentró en los momentos íntimos de la vida de Pepe y su madre, donde el actor recordó los rasgos más destacados de Ana María, como su risa y su admiración. Además, destacó el sacrificio que marcó la vida de su madre y el optimismo con el que logró sobreponerse. “Trabajó desde los cuatro años, vivió guerras, hambre, muchas cosas, pero siempre tuvo una visión de la vida muy alegre. Muy optimista. De ella heredé el humor, pero también el temor al no tener”.
Por último, recordando también a su padre, José Cibrián, admitió: “Yo creo que tenía afinidad con los dos (padre y madre). Papá me marcó la vida con frases, con hechos”.
MDP