Diego Maradona: la polémica historia con sus hijos, que recorrió el mundo
El astro futbolístico fue protagonista de diversas polémicas con la aparición y reclamos de paternidad.
Diego Maradona falleció este miércoles cerca del mediodía por un paro cardiorrespiratorio. Su deceso generó una fuerte conmoción mundial y el mundo entero llora su pérdida.
"El Diez" no sólo dejó una fuerte huella en el mundo del fútbol sino también fue protagonista de un sinnúmero de escándalos que ocuparon las tapas de las revistas del corazón.
Su historia familiar fue quizás una de las más picantes de todas las épocas y la polémica con sus hijos dividió opiniones y opacó su liderazgo.
Dalma y Gianinna, fruto de su relación con Claudia Villafañe, fueron las actrices principales en su controvertida historia pero también aparecieron en el camino otros protagonistas.
Más allá de este núcleo duro, fue Dieguito Fernando quien recibió el reconocimiento inmediato del "Diez". El hijo que el deportista tuvo con Verónica Ojeda, quien fue su pareja durante ocho años, nació en 2013 a pesar de que el DT ya estaba en pareja con Rocío Oliva. El vínculo con el niño fue dispar pero compartió con él uno de sus últimos años, cuando se instaló en México para dirigir el Dorados de Sinaloa.
La historia de Jana también tuvo su condimento. La joven nació en 1996 después de una relación ocasional del astro con su mamá Valeria Sabalain, quien era moza de un boliche. A pesar de que nunca se sometió a un ADN, la Justicia determinó que era su legítima hija gracias a pruebas y testigos aportadas por la demandante.
Lo curioso de este caso es que fue la misma Claudia quien se encargó de depositarle la cuota alimentaria a ella, sin que Maradona tuviese intenciones de conocerla. Sin embargo, en 2015 ella decidió ir a buscar a su padre a un gimnasio de Palermo y fue quien acompañó a su padre durante su internación y también viajó a Dubai en reiteradas ocasiones.
Cuando parecía que no podía complicarse más la situación, a inicios de 2019 el abogado Matías Morla reveló que Diego tendría otros hijos en Cuba. Al parecer, estos niños habrían nacido en el país de Fidel Castro cuando estuvo haciendo un tratamiento de rehabilitación en Varadero, por lo que tendrían entre 18 y 20 años. ¿Los nombres? Dos mujeres, Joana y Lu, y dos varones, Javielito y el que todavía no estaría confirmado, Harold.
A esta lista también se sumaron dos nuevas figuras en el culebrón. Se trata de Santiago, un joven platense que también reclama ser hijo de Maradona. Su mamá, Natalia Garat, quien falleció cuando él tenía apenas 3 años, habría mantenido una relación con Diego en 2001.
En 2019 apareció también Magalí, que fue adoptada de chiquita y se reencontró con su madre biológica el año pasado. Según contó recientemente en una entrevista para la televisión italiana, la mujer le confesó que en 1995 había mantenido un affaire con Maradona, producto del cual había quedado embarazada.
El calvario de Diego Maradona JR.
El vínculo de Diego con Diego JR fue, quizás, el más mediático. El joven italiano, quien nació en Nápoles en 1986, fue el que más luchó por el reconocimiento del Diez quien llegó a escupirlo en público para manifestarle su desprecio. De todas maneras, la historia tuvo un final feliz porque en 2016, gracias a su persistencia y las palabras de Rocío Oliva, el encuentro entre padre e hijo se realizó de manera exitosa y Diego asumió públicamente que había comenzado una nueva etapa en sus vidas.
Sobre esta primera reunión, Oliva aseguró: "Un día estábamos en la camioneta yendo a lo del doctor Mühlberger y le comenté a Diego que Junior había estado en Intrusos y que había dicho una frase típica de él, hablando de los traidores. '¿En serio?' me preguntó sorprendido. 'Debe hablar como yo', me agregó. Entonces le sugerí a Diego que lo llamara y me dijo que lo llamara yo".
"Yo estaba desesperada para hablar con él, para no darle tiempo a Diego que cambiara de opinión. Al final logré localizarlo y lo invité a cenar", agregó la rubia.
"Junior vino con Nuncia y Diego los fue a buscar a la puerta del country. Se abrazaron como veinte minutos y Junior no paraba de llorar. Diego también se emocionó mucho. Él le decía 'papá' todo el tiempo y Diego le decía 'hijo'. Parecía como si nunca hubiera pasado nada entre ellos" , añadió.