PAMPITA CELEBRA CON CARAS (Caras)
PAMPITA CELEBRA CON CARAS Foto: Caras
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PAMPITA CELEBRA CON CARAS Foto: Caras
PAMPITA CELEBRA CON CARAS Foto: Caras
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Pampita y sus hijos celebran el aniversario de CARAS: las mejores fotos de la tierna producción

La modelo habló en exclusiva sobre su faceta de mamá con Ana y la exposición.

Con la vigencia de lo eterno y la lealtad de lo verdadero. La confianza de lo compartido y la reciprocidad del afecto. Así de aguerrido es el lazo que Carolina “Pampita” Ardohain (43) mantiene hace casi tres décadas con CARAS: la revista que –a través y a la par de sus logros artísticos y personales– la vio crecer, emocionarse, caerse y levantarse.

“En un abrir y cerrar de ojos pasó un montón de tiempo y pasaron un montón de cosas. Como es la vida. Yo siempre estuve conectada con la gente y la revista es parte de eso”, repasa la modelo, empresaria y conductora, elegida para honrar 29 años de una edición histórica. Y en ese compromiso de fidelidad mutua, con la publicación fundada en 1992 por el periodista y empresario Jorge                    Fontevecchia, revalidó junto sus grandes amores Bautista (13),          Benicio (7) y Beltrán (9) y Ana –ese pacto de amor sostenido en el tiempo. 

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Qué elegancia, Dios santo. ¡Qué lindo estas! Tito, me los dejaste hechos unos bombones”, suelta Carolina durante la sesión de maquillaje y peinado, mientras uno de sus hijos irrumpe en el camarín buscando su aval con la mirada. “Me siento re raro mamá”, le contesta.

“Ellos se coparon desde el principio. Les pregunté y, muy compañeros, me dijeron que sí. Estaban todos muy entusiasmados con la producción. Esta tapa la queríamos hacer hace un montón y era la oportunidad perfecta para celebrar con la revista”, explica Pampita, ganadora del Martín Fierro de Cable, que dejó los total-looks de los varones a cargo de Tito Samelnik, diseñador de “Matices” y experto en sastrería a medida para chicos.

“Se trabajó pensando en todos los detalles para estos conjuntos de etiqueta. Desde el smoking, la fajita muy moderna, con su moño, sus tiradores, la camisa cuello italiano, con botones negros, preparadas para gemelos. Aparte les hice un pin muy artesanal, con brillantitos en la solapa. Se buscó algo muy armónico para los tres. Yo a Caro la conozco desde que empezó y hemos compartido muchas pasarelas. Hacía rato que no la veía pero ella es sumamente amable, siempre con una sonrisa permanente y quedó contentísima”, explica el designer que mandó a confeccionar especialmente y de manera artesanal cada prenda para el especial aniversario. 

Pampita junto a Ana y Beltrán. 

Atrás, de espaldas a su mamá que la observa a través el espejo, está Ana.  Pero apenas se la escucha. Su beba de casi cinco meses con Roberto García Moritán (46) emana una paz contagiosa. 

¿Siempre se porta así?

— Sí, me sorprende que sea tan buena y tan compañera. Es muy tranquila, no ha tenido ni cólicos, ni problemas de sueño y fue un encanto. Me ha permitido dormir bien, trabajar, está bárbara. Es mi compañera, a donde yo voy, está ahí al ladito. Es parte del team porque siempre está con nosotros.

¿Con sus hijos varones no corrió la misma suerte?

— Con todos mis hijos fue igual, pero bueno, nunca sabes cómo va a venir. Si le va a doler la panza o si le va a costar dormir, pero con ella esas cosas han sido súper fácil. Y la verdad es que cada hijo vuelve a tener la magia del primero, ¿no? Es como empezar de nuevo, disfrutar de ese cuerpito, de su primera sonrisa, de ver crecer. Estamos fascinados en casa, todos embobados por igual. Toda la familia alrededor de ella en esta etapa. 

Beltrán Vicuña, todo un modelo. 

¿Qué virtudes le gustaría que Ana absorbiera de usted y capitalizara cuando crezca?

— Los valores. El respeto por el prójimo, la familia. Saber que siempre vamos a estar todos incondicionales para ella. Que sea una buena persona, después las decisiones que tome siempre con total libertad y acompañándola vamos a estar todos pero sí que se lleve de casa eso: valores para ser buena gente, para interactuar con todo el mundo con respeto.

¿Siente que le hace honor a su nombre? 

— Le pusimos Ana porque es la que tiene la gracia de Dios. Y también es el nombre de la mamá de la Virgen María. Ahora es muy chiquita para decirlo, pero después de que le pusimos el nombre dijimos: “No se podría haber llamado de otra manera”. Era este el nombre que tenía que tener.

¿Les costó mucho encontrarlo?

— No sabíamos hasta el final qué nombre iba a ser. Pero cuando nació, nos miramos y supimos que era ese. Como que no había otra opción. Nos dimos cuenta en ese mismo momento.

Pampita y sus cuatro hijos en el especial aniversario de CARAS. 

¿Y cómo le resultó abrir las puertas de su intimidad con un reality (“Siendo Pampita”) en esta etapa tan particular de su vida?

— Me lo tomé como un acto de humildad, no sé. Que la gente te vea real, como sos, con defectos, con virtudes, reírse de uno mismo también. También siento que me acercó mucho a las mujeres y a las madres, un montón de cosas que han conocido más de mí, también mi relación de pareja. El día a día, combinar el trabajo con la maternidad, el quilombo que es estar en todo a la vez, y tratar de hacer las cosas bien. Pero no sé si hubo algo que me costara, al contrario. Se van a enterar de esto, o aquello, y ojalá les parezca divertido y se den cuenta que somos todos exactamente iguales, y que todo lo que piensan que es tan glamoroso de este trabajo no es tan así.

¿Fue difícil exponer ese costado “poco glamoroso”?

— No, era la idea y también que tuviera esa frescura de que no hubiera nada impostado. De que era la realidad  del día a día, en todo sentido. Con la cara dormida, cara lavada, agotada a veces. Y tratamos de que hicieran cosas divertidas para mis hijos también. Las cámaras estaban planeadas en un horario, un día de la semana, no es que invadieron nuestra casa, fue muy cómodo. No sentimos una invasión ni que perdimos nuestra intimidad del hogar ni mucho menos.

Pampita y sus cuatro hijos en el especial aniversario de CARAS. 

¿Y tener una cámara en la sala de partos, tampoco le resultó estresante?

— No, lo otro era más estresante (risas). No, la verdad que estresante no. Yo estaba metida en todo lo que estaba viviendo, pasó desapercibido que hubiera una cámara, estaba disfrutando el momento, viviéndolo con Rober, súper ilusionados, era muy mágico todo, así que nada influyó en esa burbuja que teníamos entre nosotros. 

Hace un tiempo contó que padece daltonismo, algo que pocos conocían de usted. ¿Lo ha llegado a sufrir?

— No, para nada. A lo mucho habré combinado mal algunas cosas, pero nada más. (Risas) Son casos muy puntuales y hay muy pocas mujeres que lo tienen. Hay colores que los veo distinto. Pero no es una afección, ni una enfermedad, ni algo que no me permita tener una vida normal. Es algo súper simple, que algunos tonos los veo parecidos a otros y se me confunde. 

Este año compartió una reflexión honrando a las mujeres que maternan en todas sus formas. ¿Cuál es la suya? ¿Qué clase de maternidad comulga?

—Muy poco culposa, la que me va saliendo. Sin presión y ellos también me enseñan y cada uno tiene una personalidad distinta, cada uno me resulta un desafío diferente, porque la personalidad me hace a mí también ser diferente.  Así que soy ya la que se va a adaptando a ellos. Sí hay cosas que me parecen importantes que es el colegio, que se los recalco siempre, que les digo que es la única obligación que tienen y me encanta que lo respeten y lo hagan con cariño. Y después, todo lo demás, todo lo lindo de la vida, bienvenido sea.

Beltrán, Bautista y Benicio Vicuña. 

Hablando de “lo lindo de la vida”. ¿La suya con Roberto García Moritán le devolvió las ganas de seguir teniendo hijos? ¿O ya las tenía?

— Siento que siempre supe que me iba a pasar: que me iba a volver a enamorar, que iba a tener hijos otra vez. Como que nunca había cerrado esa puerta ni dicho: “nunca más voy a tener hijos”. A pesar de que ya había tenido un montón. Tenía esa sensación de que podía volver a pasar.

Y más allá de ser bendecida con Ana... ¿La postal que ve a futuro es todavía más numerosa?

Hoy no te sabría decir. Vamos a ver, vamos a ver cómo nos adaptamos todos. Y además, también le queremos dar un tiempo de calidad a los chicos. Estar para sus necesidades, acompañarlos. Tenemos distintas edades, un abanico de edades súper variada y queremos hacer las cosas bien. ¡No tengo para aburrirme, para nada!

¿Moritán tiene la misma postura?

— Estamos re contentos los dos con este familión. La verdad, la postal ya de por sí es bastante numerosa. Somos un montón.

Su hija ya tiene 177 mil seguidores en Instagram, red que también puede ser muy cruel. ¿Lo pensó dos veces antes de crearle su propia cuenta?

— No, porque mis fans empezaron a subir fotos de mis familiares, haciendo páginas de Instagram dedicadas a ella. Y la gente escribía a estas cuentas pensando que era yo. Entonces le ponían cosas divinas y buenos deseos convencidos de que era yo. Y dije no, bueno. Si me quieren decir algo que llegue directo el mensaje, no en páginas porque la gente se confunde. Y entonces pensamos que hubiera una que fuera oficial para poner nosotros lo que queremos, sin confusión. 

Pampita, siempre diosa. 

¿Y deja los comentarios abiertos? ¿No le preocupan los haters?

— Sí, los dejo abiertos. Es que es tan lindo todo lo que escriben, tanta buena energía que llega que es una alegría, así que todo es bienvenido.

Este año continúa sumando hitos profesionales y viene de ganarse un Martín Fierro de Cable por  “Pampita Online”, el exitoso magazine de Net TV. ¿Imaginaba conquistar ese terreno?

— Nos encanta hacerlo, es como un rato entre amigos en el living de nuestra propia casa, muy tranquilo y muy relajados. Algo muy natural, todo lo que charlamos ahí somos muy auténticos y trasparentes. Y creo que la gente también lo siente del otro lado. También tengo muchos proyectos personales que disfruto y que me permiten mostrar una faceta nueva, diferente. Los muebles, anteojos, tengo las cosas de decoración, pijamas, vestidos y mantas. Sé muy bien cuando hago una línea de algo cuál es mi estilo, que es muy clásico, algo que dure para toda la vida. Casi todo lo que hago tiene que ver con eso, más que la parte fashion, pienso en alguien que se lo compra y le va a quedar para siempre. Yo no soy de desear tanto, o pedir y muchas cosas van  llegando solas. Y vienen cosas nuevas todo el tiempo, que te sorprenden. Hay que animarse y en eso estoy.

¿Cómo fue crecer a través y a la par de CARAS, que acompañando su carrera, hoy celebra 29 años de vigencia?

— Bueno, se me pasó súper rápido. Yo quiero mucho a la revista, siempre me acompañan y han estado muchos años apoyándome en todo lo que hago así que feliz de hacer esto, que será un recuerdo lindo para toda la familia y a parte celebramos con la revista como siempre.

Pampita y sus hijos en el especial aniversario de CARAS. 

¿Le quedan recuerdos valiosos?

— Tuvimos un día divino, justo antes de que viniera la pandemia. Un evento del CARAS MODA donde me entregaron un premio y vi un montón de tapas de mi vida. Fue una fiesta súper linda. Ese podría ser un muy lindo recuerdo. Después algunos viajes. Fotos en New York que hice para la revista en el Empire State. No sé… tengo muchas sesiones fotográficas en lugares espectaculares. ¡La Isla de Caras! Lugares lindísimos.

¿Conserva las tapas de revista?

— Sí, tengo todas.  Algunas que no compré porque estuve de viaje pero después tengo prácticamente todo lo que hice en mi carrera. Lo guardo en cajas y la hija de una amiga me ordenó todo en pandemia. Se llevó todo a su casa, lo desglosó, le puso fechas. Yo lo tenía todo desordenado y me lo dejó divino. 

 

Pampita y Ana García Moritán. 

 

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