Flavia Palmiero revela sus secretos y "tips" para verse súper sexy a los 53 años (caras)
Flavia Palmiero Foto: caras
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DIOSA TOTAL

Flavia Palmiero revela sus secretos y "tips" para verse súper sexy a los 53 años

La ex conductora infantil recibió a CARAS y en una entrevista exclusiva contó cuáles son sos fórmulas para lucir siempre bella.

Habla pausado pero certero. Piensa cada palabra antes de pronunciarla. Se muestra firme. Seduce con suaves movimientos y con su seguridad se percibe como una mujer que no debió usar su belleza para alcanzar sus logros. Aunque sí la sumó como una gran herramienta que le dio la vida y que ella supo utilizar. No cree en la perfección pero confiesa que trabaja mucho cada día para acercarse, lo más que pueda, a ella. Así se ve Flavia Palmiero, quien el pasado 11 de julio celebró sus 53 años. Sin fórmulas secretas, sin pociones mágicas y “sin cirugías” —como confesará luego—, hoy es seguida en las redes sociales por miles de mujeres que no sólo le dan likes y corazoncitos a sus sexys imágenes, sino que también le piden consejos para ver si pueden lucir igual. Ella se ríe y con cierto pudor confiesa que no es su meta aunque sí su fin: enfrentarse al espejo y sentirse orgullosa de la imagen que él le devuelve. Después de terminar una exitosa temporada teatral con la obra “Mamushka” —con la que volverá en unas semanas—, Flavia decidió tomarse un pequeño descanso en las paradisíacas playas de Formentera junto al hombre que se ganó su corazón hace ya siete años, el productor cinematográfico Luis Scalella (67). Y, ante los piropos de mujeres y hombres que se sorprenden con sus seductoras curvas, no duda en desnudar todos sus enigmas.          

 “En realidad no tengo grandes secretos. Porque toda mi vida fui muy sana en mis costumbres y eso se ve en el cuerpo. Soy metódica y llevo una vida muy natural. Uso cremas para el rostro y para el cuerpo desde que tengo 20 años. Para cuidar la piel del rostro todas las semanas uso “Venus legacy” durante 30 minutos. Esto me ayuda a tensar la piel y renovar el colágeno. Una vez al año me hago un “Ultherapy facial” y con esto tensamos el músculo logrando un efecto lifting. Las zonas rebeldes del cuerpo las he tratado con “Coolsulpting”. Semanalmente me realizo un “Body Ter Premiun” para tonificar las piernas y el abdomen. Todos tratamientos que no son invasivos y me van manteniendo. Me maquillo lo necesario, tomo un poquito de sol, como sano y no fumo. Sólo de vez en cuando un habano. Las cirugías me dan pánico y no soy más feliz por tener la panza chata”, revela la actriz y conductora. Y sincera también se anima a confesar que su cabeza hizo un “clic” después de los 40 y recién hace algo más de un año, de repente, se miró al espejo y no le gustó la imagen que reflejaba. No se conoció. Sintió que no era ella. Había aumentado unos kilitos y ya la ropa no le calzaba como antes. 

 "Fue mi propio hijo Gian Gianmarco Batelini (24)— quien me dijo: ‘¡Mamá cuidate un poco por una cuestión genética y por tu imagen que es tu trabajo!’ Quería fomentarme una vida sana. Hasta que no me vi tan bien y algo empezó a repercutir en mi estómago. Entonces él mismo me armó una rutina y una lista de alimentación sana y, como vive conmigo, me controlaba si la cumplía o no. El es muy disciplinado y me enseñó a comer sano”, cuenta orgullosa del encargado de marcarle su nuevo camino. “Me ordenó un plan con comidas cada tres horas. Que arrancan con un desayuno de mate o café, claras de huevos y jugo verde. No es tan estricta como las dietas pero no consumo harinas y muy poca carne, aunque me gusta mucho un buen asado. Como muchas frutas y verduras crudas; pollo, pescado, carnes rojas magras, avena. Cero alcohol y las gaseosas nunca existieron en mi vida. Arranqué en febrero y durante dos o tres meses me limité a eso y no probé otra cosa. A los quince días ya me sentía bien y a los dos meses había bajado los kilos que sentí que me sobraban y recuperado mi peso de siempre. Cuando comprobé los resultados, frente al espejo, dije ‘¡Así me quiero ver!’ Me cambió todo; la piel se curó y se me vio más sana, el pelo recobró su brillo… Todo volvió a su lugar de siempre. Y, aunque al principio fue duro, ya me acostumbré y realizo mis seis comidas al día, cumpliendo estrictamente los horarios y ya no necesito tanta disciplina. No se trató de una dieta sino de un nuevo plan de vida”, confiesa Flavia y su imagen es la más clara respuesta. Y en esta nueva vida también es muy importante el papel que juega el cuidado exterior. “Hoy el gimnasio es un placer para mí con las rutinas que me arma mi personal Aldo Martínez. El divide el cuerpo en dos zonas. Para la parte de arriba, hasta la cintura, hacemos pecho, hombro, tríceps; todo lo trabajamos durante un día y le sumamos espalda, con jalones en poleas al pecho. También realizamos aperturas con mancuernas de 2 kilos; tríceps con poleas de 2 ó 3 kilos cada una y con planchuelas de 5. Son series de tres con quince repeticiones. Luego 30 minutos de aeróbicos que pueden ser: 10 de remos, 10 de escalador y 10 de cinta. Al día siguiente trabajamos glúteos y piernas en camilla, con estocadas, trote, repiqueteo, con tobilleras en máquinas y escalera. Además, alternamos escalador y aeróbico; un minuto corremos, uno caminamos y así durante 20 minutos. Otra rutina la hacemos con bandas elásticas y vamos variando el trabajo. Además, una vez por semana me toca Pilates con máquinas”, detalla como parte de una ineludible rutina física. La misma que la llevó a verse renovada y la animó a volver a explorar su costado más sexy. “Entendí que muchas veces uno come por ansiedad. Ahora me tomo mi tiempo para hacerlo. Como despacio y así bajé esa ansiedad. También aprendí a achicar las porciones de lo que ingiero. Y hay pequeños tips que ayudan mucho. Como por ejemplo, beber mi jugo de limón con agua tibia por la mañana. Pero eso sólo lo hago dos meses y paro; porque tampoco es tan bueno si uno abusa. Siempre tengo mi jarra con algún juguito bien natural como jengibre, menta y agua o manzana verde, apio, espinaca, pepino y zanahoria. Tenía ganas de verme bien y por eso no lo siento como un sacrificio. Hoy me siento feliz al enfrentar al espejo; también me siento más ligera y eso no es sólo una cuestión estética. La felicidad son momentos y esto no la hace pero suma mucho”, revela con su gran sonrisa de satisfacción. La misma que lleva a querer ahondar más en lo que ella define como sus pequeños tips de belleza.

“También dormir las horas necesarias para que el cuerpo se relaje bien es muy importante. Pero en ese punto yo no tenía problemas. Siempre dormí las 8 horas que recomiendan los especialistas. Aunque, como soy muy inquieta, me cuesta bastante relajarme por completo. Y tengo a mi favor que al no comer con sal y no beber gaseosas, no retengo líquidos. Y ese, es un punto muy a favor de mi bienestar físico”, cuenta. Y entonces resulta inevitable preguntarle no sólo por la parte física sino también por la “cabeza” y cómo se acomoda, se aggiorna, a los cambios exteriores.

Podés leer la entrevista completa en la edición que ya está en todos los kioskos del país.

 

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