La educación de Carlota Casiraghi: la princesa que estudió filosofía
La hija de Carolina de Mónaco tuvo una formación en letras y literatura.
Carlota Casiraghi, la hija de la princesa Carolina de Mónaco y nieta de la icónica Grace Kelly, es considerada una de las mujeres más elegantes del panorama de la moda internacional, pero también destaca por su pasión por la literatura y por tener un espíritu independiente que la distingue del resto de la familia Grimaldi.
A pesar de su ascendencia ilustre, Carlota Casiraghi no ostenta ningún título nobiliario. Esto se debe a las leyes del Principado de Mónaco, que establecen que los títulos no pueden transmitirse por vía materna. Sin embargo, su influencia y presencia en la realeza europea es innegable, participando en eventos de alto perfil como el tradicional Baile de la Rosa, donde deslumbra con su estilo sofisticado.
Alejada del protocolo real, Carlota encontró su verdadera vocación en la filosofía. Se licenció en la prestigiosa Universidad de la Sorbona en París y, en 2015, fundó los Rencontres Philosophiques de Monaco, una iniciativa dedicada a promover el pensamiento crítico a través de debates y eventos culturales.
A diferencia de muchos miembros de la realeza que se limitan a su lengua materna, Carlota Casiraghi es políglota. Gracias a su educación y al entorno multicultural en el que creció, domina con fluidez el francés, inglés, italiano y alemán. Su capacidad lingüística no solo le ha permitido desenvolverse con naturalidad en distintos ámbitos, sino que también le ha abierto puertas en el mundo del periodismo y la comunicación.
Carlota Casiraghi y su vínculo especial con la moda
Desde temprana edad, Carlota estuvo rodeada de la élite de la moda y el diseño, lo que la llevó a convertirse en un ícono de estilo. En 2021, Chanel la nombró embajadora de la firma, consolidando su relación con la marca que lleva vistiendo desde la adolescencia.
Su presencia en las campañas de la maison y su estrecha amistad con el fallecido Karl Lagerfeld demuestran su importancia en la industria fashionista. Además de ser musa de la moda, Casiraghi incursionó en el sector editorial con Ever Manifesto, una revista que promovía la sostenibilidad en la industria textil.
Su amor por la literatura también se ve reflejado en su colaboración con Chanel en Gabrielle Chanel y la literatura, un club de lectura impulsado por la maison francesa.
Sin duda, Carlota Casiraghi ha logrado forjar su propio camino dentro y fuera de la realeza, combinando con elegancia sus raíces aristocráticas con su pasión por la filosofía y la moda. Un ícono moderno que demuestra que ser parte de la realeza no significa estar atado a las tradiciones.
VO