Qué lugar ocupa Charlene de Mónaco en la dinastía Grimaldi y cómo se diferencia de Grace Kelly

En 2011, la dinastía Grimaldi sumó a una nueva integrante: Charlene de Mónaco. La exnadadora olímpica se casó el príncipe Alberto II y desde entonces es una de las figuras más controversiales de la realeza de Mónaco, debido a sus largas ausencias del ojo público y entorno familia, con rumores acerca de la relación con el futuro rey. Pero no es la primera vez que la casa real tiene entre ellos una figura que genera fuertes repercusiones, sino que una de ellas fue Grace Kelly. Además, ambas mujeres recibieron su Alteza Serenísima. 

Charlene de Mónaco y Grace Kelly: dos mujeres de la realeza entre el amor y las repercusiones

El 14 de septiembre de 1982, a los 52 años murió Grace Kelly. Su trágico fallecimiento en un accidente de coche marcó un antes y después en la dinastía Grimaldi, como en la sociedad. Es que se trató de una  mujer que demostró el gran paso de una mujer del espectáculo a convertirse en una princesa, dejando su gran trayectoria en la actuación para ocupar otro importante rol. Este punto la unió muchos años más tarde con Charlene de Mónaco. 

Grace Kelly  y Charlene de Mónaco  compartieron el titulo Alteza Serenísima, al contraer matrimonio con el príncipe soberano de Mónaco, Rainiero Luis Enrique y Alberto, respectivamente. Se trata del título de mayor rango en Mónaco para el heredero al trono, por lo tanto ambas mujeres tuvieron el mayor rango también, princesa consorte, ya que no existe la figura de reina en esta monarquía. 

Y por supuesto, estas coincidencias fueron puntos de comparación entre ambas mujeres, sobre todo por estar dedicadas a una profesión de gran relevancia, en las que se destacaban, y decidieron apartarse por amor. Ambas mujeres, aunque de épocas y contextos muy distintos, comparten el peso  de representar a la dinastía Grimaldi ante el mundo, con historias de vida más que relevantes. 

Mientras Grace encarnó el glamour de Hollywood convertido en realeza, Charlene tiene un camino más reservado, un tanto  enigmático, pero resaltante en la historia del Principado, siendo que su incorporación marcó un nuevo capítulo para la monarquía con un toque más moderno y lleno desafíos. Su perfil discreto, dedicada al deporte, la filantropía y,  a su fundación, que lucha contra el ahogamiento infantil y promueve la educación acuática.

Mientras que Grace Kelly llegó al palacio como una estrella de cine consagrada. Su imagen deslumbró a todos. Marcó claramente que se trataba de una princesa hollywoodense. Durante su vida, tuvo un papel muy visible, involucrándose en eventos culturales y de caridad, mientras mantenía una relación muy cercana con los medios, convirtiéndose en la cara más destacada del Principado.

Esto la diferencia de Charlene, que se muestra con una postura más distante con la prensa y atravesada por los  rumores sobre su salud, ausencias prolongadas y una constante especulación mediática sobre su felicidad. Pero no quita que sea vista como la persona que modernizó el rol de la princesa, priorizando causas sociales contemporáneas y manteniéndose fiel a su esencia, sin tratar de imitar a su  predecesora.

Charlene ocupa un lugar particular dentro de la dinastía Grimaldi, teniendo en cuenta que Grace ocupó ese rol en otra realidad, sin la hiperconectividad del presente. Lejos de ser una sombra de Kelly, la actual princesa logró construir su propio espacio, marcado por el compromiso social y la discreción.