Charlotte Casiraghi y Dimitri Rassam: La segunda boda que dio vida al cuento de hadas
La hija de Carolina de Mónaco y el productor han dado el "sí, quiero" en la abadía de Sainte-Marie de Pierredon, muy próxima a Saint-Rémy-de-Provence.
El cuento de hadas de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam tiene otro capitulo. La pareja se ha vuelto a casar, apenas un mes después de su enlace civil el 1 de junio en el Palacio Grimaldi en Mónaco. En esta ocasión la ceremonia ha sido religiosa y ha tenido lugar en la la abadía Sainte-Marie de Pierredon, ubicado en un importante lugar para la dinastía Grimaldi: la comuna francesa de Saint-Rémy-de-Provence.
Es importante el pueblo que eligieron porque fue donde Carolina de Mónaco se refugió cuando su marido, Stefano Casiraghi, padre de Carlota, falleció en un trágico accidente cuando participaba en el mundial de off-shore en Montecarlo en octubre de 1990. Charlotte pasó en esta pequeña localidad parte de su infancia y es un lugar muy especial para ella y toda su familia ya que allí tuvieron que recomponer sus destrozados corazones. Quizás por este estrecho lazo sentimental, la heredera Grace Kelly ha querido celebrar allí su boda religiosa. La boda se ofició el sábado 29 de junio tras la cual los novios ofrecieron una recepción a sus invitados.
La hija de Carolina de Mónaco y nieta de la gran Grace Kelly ha elegido un vestido de estilo boho realizado solo para ella para ella por su íntimo amigo Giambattista Valli, el mismo que lo acompañó en la unión civil.
Cuando aparecieron las primeras fotos la prensa mundial no pudo evitar recordar y comparar el que diseño de Christian Dior que llevó su madre para su boda con su primer marido, Philippe Junot en 1978. Casualmente, Carolina y Philippe se dieron el 'Sí, quiero' el mismo día que Carlota y Dimitri, el 29 de junio. Aunque hay diferencias, el estilo es muy parecido gracias a su escotes, mangas transparentes y detalles florales bordados.
Pero la gran diferencia entre ambos vestidos fue la cantidad de transparencias y las siluetas. Mientras que Carolina optaba por hacerlas sutiles, Charlotte se arriesgó y opta por un falso escote bote que deja sus hombros completamente a la vista además de ceñir la parte superior del diseño mucho más a su silueta de lo que lo hacía su madre.
En cuanto al pelo y tocados también son diferentes. Su madre le daba mucho protagonismo al peinado al adornarlo con dos apliques laterales de pequeñas flores blancas que recuerdan a la mítica princesa Leia de Star Wars, por su parte Charlotte lleva un discreto recogido detrás, que lo acompañó con un clásico velo corto y un pasador brillante a modo de tiara.