viernes 19 de abril del 2024
CARAS DECO 04-12-2019 13:59

Dris Equipamento: más allá del mobiliario a medida

Con una visión integral del diseño, la búsqueda es lograr un equipamiento que no solo solucione y otorgue comodidad, sino que también aporte en estética y armonía. Galería de fotosGalería de fotos

Mujer todo terreno, como otras muchas que son esposas, madres y profesionales, Anita Juárez es la responsable de los proyectos de Dris Equipamiento, y también su ejecutora y quien lleva adelante la empresa. “Trabajé 11 años en Aeropuertos Argentina 2000, sede Córdoba. Primero, en mantenimiento, luego en Imagen Corporativa hasta que formé parte de Infraestructura.

Durante el tercer embarazo, viajaba a Ezeiza de martes a miércoles, todas las semanas, porque estaba trabajando en el proyecto de la nueva Terminal A, que era lo que seguía en pie a nivel país. Luego de mi licencia por maternidad, decidí retirarme. Y en ese momento nació Dris Equipamiento.

No sabía cómo llamar a este emprendimiento, al cual me había impulsado a hacerlo mi marido. Estuve en una búsqueda de nombre hasta llegar a Dris, que significa diseño, remodelación, interiorismo y señalética. Era todo lo que yo sabía y sé hacer. Porque el equipamiento era y es mi fuerte”, asegura Anita, que estudió Diseño Industrial en una época en que era una carrera “muy nueva y de la cual se sabía poco y nada”.

¿Cómo llegó al Diseño Industrial?

Cuando terminé el secundario sabía bien que es lo que no quería hacer y lo que no me gustaba. En ese entonces, diseño de interiores solo existía como terciario o cursos de un año, y como carrera me quedaba corta. Arquitectura no me gustaba, porque no era lo que quería.

En ese momento, mi tío Pepe, que en ese entonces era Ministro de la Producción y del Trabajo en Córdoba, me contó sobre la carrera de Diseño Industrial, que se dictaba en la Universidad Nacional de Córdoba en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Así fue como averigüé y me anoté, sin mucha más información que la que había recibido de él. No había ningún egresado todavía.

¿Siempre tuvo en claro ejercer su profesión en el país?

Cuando me recibí, quería irme a Italia a hacer un post grado de la Domus Academy, Era una idea que teníamos con un grupo de amigos de la facultad. Yo estaba de novia con quien hoy es mi marido, y no tenía la plata y, lo más importante, tampoco la ciudadanía italiana o de la comunidad europea.

De todo el grupo, solo cuatro se fueron para Italia, otros para EE.UU y muchos volvieron a sus ciudades.  Y aquí me quede. Me acuerdo que entré a Aeropuertos porque sabía usar el Autocad, esa fue mi puerta de entrada a la profesión y lo que, en definitiva, me trajo hasta aquí.

¿Cuál fue el primer trabajo independiente?

El primero fue hacerle el equipamiento de la casa a una amiga, que estaba remodelando su casa. Me dijo: ¿haces placares? ¿vestidores? Le dije que sí, y ahí arranqué. El inicio autónomo llega con muchos miedos que enfrentar.

De venir de trabajar en una estructura muy grande como AA2000, donde te acostumbrás a trabajar con presupuestos elevados y tener a disposición excelentes proveedores, pasar a ser responsable de todo es un shock.

Se pasa a tener que tener cuidado con no equivocarse en el presupuesto, hacer el despiece de los materiales, hacer el plano ejecutivo, y acostumbrarse a depender de proveedores que hacen el 50% de tu trabajo, desde la entrega en tiempo y forma hasta que construyan los que vos les pediste y sepan interpretar un plano, una idea.

¿Usted está en todos los procesos?

Yo voy a los talleres antes y durante la entrega de un mueble. Pensar cómo se va a construir, tomarse un tiempo para eso, ahorra muchos dolores de cabeza. Es importante saber si el mueble se puede llevar armado, si va entrar, si hay que subirlo, etc. Todo, absolutamente todo el proceso de diseño, es importante. Tener muy buena mano de obra, usar materiales de calidad, saber aplicar el herraje correcto, el cómo llevarlo, el cómo instalarlo, todo hace al resultado final.

¿Qué servicios presta, además de los productos?

Ofrezco un servicio personalizado. La primera demostración de lo que es el servicio que ofrezco es que voy a la casa del cliente, no tengo una oficina o showroom. Podría definirme como nómade. Es importante para mi conocer los gustos del cliente, cómo vive, cómo es el ambiente que lo rodea, cuáles son sus gustos y, por sobre todo, comprender su necesidad y poder volcarla, ya sea a un producto o a un servicio.

Mi visión es integral, no puedo pensar en el mueble solo, que convive con otros elementos y que, en su conjunto, hacen que ese espacio logre su objetivo. Por lo general, vendo proyecto y producto juntos, terminado e instalado. Pocas veces hago solo proyecto, a menos que sea algo puntual. Hago equipamientos de casas completas, cocina, lavaderos, toilettes, dormitorios, escritorios, trabajos especiales, etc.

Me encanta cuando viene un cliente y me pide esos trabajos que son más desafiantes. Es común que te traigan una imagen de Pinterest que hay que hacerla real, sacar medidas, buscar proporciones, desafiar materiales que se usan para una cosa y aplicarlos a un mueble. Me gusta el hecho de que todos los trabajos sean únicos, distintos, porque eso hace que uno nunca se aburra. Todos mis productos son a medida. No trabajo por modulación.

Creo que todos tenemos un estilo que lo volcamos a nuestros proyectos, pero yo no sé cómo definir el mío. Soy más bien moderna. Me gusta mezclar estilos y probar, pero siempre en equilibrio. Tampoco me gusta recargar los ambientes, pero sí que tengan su toque de calidez. Creo que mientras más simple es un producto, más lindo es. Se trata de encontrar en esa simpleza la funcionalidad que uno busca, y lo moderno viene de la mano de los materiales que uno elige para ese producto u objeto.

La pasión por las cosas y el amor con el que uno diseña, son pilares fundamentales. El intercambio con el cliente es igual de importante. Captar sus necesidades y requerimientos, ayuda a construir el estilo que me diferencia de otros colegas.

Ver la cara del cliente cuando se termina una instalación es muy gratificante. Y que te digan que es justo lo que querían, es mágico. Que el cliente esté feliz de estar en su casa, que le guste mostrarla y usarla, es un objetivo cumplido.

¿De qué manera llega al producto final?

Mi diseño es personalizado. Para mí, es importante tomarse un tiempo y llegar con el cliente al diseño del producto que uno imaginó. Hay que ver materiales, herrajes, pensar cómo se va usar, y todo eso es formador del precio. Me gusta pasar un precio y no estar cambiando después, salvo que sea un agregado posterior al diseño al que se llegó.

Asesorar bien es importante, no dejarse llevar por lo lindo, solamente, sino que sea funcional. Por ejemplo, algo que es muy de cada uno, es como guardar la ropa. Hay gente que me pide todo colgado, otros todo doblado, otros que esté cerrado, y así tantas formas como personas hay.

A veces, me piden escritorios laqueados para chicos, que son divinos pero, lógicamente, no es el material correcto para el uso que se le va a dar. Hoy, tenemos una amplia variedad de melaminas, que son divinas, y que cumplen muy bien su función y tienen muy buena vida útil.

¿Trabaja con estudios de arquitectura?

Sí, muchos estudios me contactan para que me ocupe del equipamiento de proyectos integrales. Son trabajos muy enriquecedores, donde se fusionan varias profesiones y suelen tener resultados muy buenos. Cuando hay equipos interdisciplinarios se hace muy interesante el trabajo.

¿Está trabajando para otras provincias?

Hoy estamos en Valle Escondido, en Córdoba, y no vendo a otras provincias, pero es un objetivo para 2020. La idea es vender proyectos y también productos puntuales.

Para contacto: Tel.: (0351) 244 4024 - Mail: [email protected].

Conoce más en www.drisequipamiento.com.ar o en su perfil de Instagram y Facebook.

 

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