sábado 02 de diciembre del 2023

Ana S. Coarasa: Los secretos a la hora de escribir

CREDITO CARAS

Cuando uno imagina a un escritor haciendo su trabajo, lo hace ubicándolo detrás de una computadora, frente a un bello ventanal de donde obtiene instantáneas perfectas de un jardín lleno de verdes, con aves coloridas que sobrevuelan los alrededores, muchas veces acompañados por un café y una leve música de fondo. Y les aseguro que ese es casi el ideal de cualquier escritor, sin embargo, la rutina hace que nuestro momento de escritura sea otro totalmente distinto. Por supuesto que no puedo hablar en nombre de todos los escritores del mundo, pero creo que la mayoría comparten mis escollos: hay que diagramar y acomodarse con los horarios de la casa, de los chicos, el trabajo, las obligaciones; por lo que muy pocas veces contamos con el tiempo ideal para desarrollar este arte. Al final de cuentas, terminamos escribiendo de a ratos, en lugares insólitos, siempre y cuando nuestra querida y traviesas amiga “inspiración”, nos permita.

Un buen escritor, antes que nada, siempre fue un gran lector. El adentrarnos en otras narrativas, otros géneros y culturas, nos permite conocer diferentes formas de escritura y mejorar el vocabulario, además de que el bagaje literario amplía los recursos para poder imaginar nuevas historias. Descubrimos otros puntos de vista, vivencias y hasta opiniones. Aprendemos a manejar el suspenso, la intriga, a ofrecer los datos estrictamente necesarios al lector para mantenerlo atrapado.

También contamos con talleres de escritura, clubes de lectura y debates literarios, que amplían y mejoran la calidad de nuestra forma de pensar y narrar.

Pero créanme que, de todo lo expuesto, lo más importante es disfrutar de lo que uno hace. Cuando debemos pasar horas haciendo investigaciones exhaustivas para crear con coherencia una ambientación, ensamblar personalidades para los protagonistas, buscar sitios para describir y emociones para contar, no hay nada más gratificante que saber que lo que uno está haciendo es por placer y deleite personal.

A veces puede ser una escritura sanadora, para liberarnos de cargas o sucesos que nos agobian. Poner en papel las situaciones o hechos que nos molestan, ayuda a disminuir el impacto que tienen sobre nosotros.

Si hablamos de beneficios, todos conocemos las implicancias de mantener la mente activa, ya que colabora para mejorar nuestra calidad de vida y lograr una vejez con mayor lucidez. Además de que la lectura nos permite ahuyentar nuestros problemas diarios e instalarnos en otras vidas, conocer otras latitudes y épocas.

Si aún no lo hiciste, te propongo que te animes a escribir. Más allá de que después lo quieras o no publicar. A veces alcanza con tenerlo para uno mismo, o un amigo o familiar que te lea, pero siempre es una descarga que ayuda a alivianar nuestras penas.

Espero que te haya gustado esta información y, si vas a leer, te invito a que conozcas mis últimas novelas: “REVANCHA” y “LO QUE SE IGNORA”, de editorial El Emporio Ediciones.

Como escritora, siempre es beneficioso contar con las opiniones de los lectores, por lo que te espero en mi Instagram @escritora_anacoarasa para conocer tu apreciación.

¡Te leo!

 

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