Cuerpo y energía: nuevas herramientas en tu organización

¿Por qué sentimos que no nos alcanza el tiempo, incluso cuando nos organizamos?
Porque muchas veces nos organizamos desde la exigencia y el “tengo que”, sin considerar cómo estamos realmente. Hacemos listas, agendas, planificaciones... pero seguimos agotadas. El problema no siempre es la falta de tiempo: a veces es la falta de una organización que respete nuestra energía.

¿Qué tiene que ver la energía con la organización?
Todo. No somos iguales todos los días. Hay momentos de foco y productividad, y otros de pausa, creatividad o sensibilidad. Ignorar eso es como querer forzar una rutina que no encaja con cómo te sentís. Cuando empezás a observar tu cuerpo, tus emociones y tu ritmo, tu forma de organizarte cambia por completo.

¿Cómo influye el equilibrio entre energía femenina y masculina?
La energía masculina nos da foco, estructura, dirección. La femenina, intuición, creatividad y capacidad de conexión. Cuando una domina y la otra se apaga, la organización se vuelve rígida o caótica. Pero cuando se integran, aparece una forma de hacer las cosas más auténtica, con dirección y sensibilidad al mismo tiempo.

¿Qué pasa cuando esa energía está desregulada?
Si está desbordada la energía masculina, nos volvemos hiperproductivas, vivimos en modo automático y sentimos culpa por descansar. Si es la femenina la que está desregulada, nos cuesta concretar, todo queda en ideas. El equilibrio es la clave.

¿Cuál es el primer paso para empezar a organizarte desde tu energía?
Observate. No para corregirte, sino para comprenderte. Escuchá tu cuerpo, notá tus emociones, identificá qué te da energía y qué te la quita. Desde ahí podés empezar a alinear tus actividades y, recién después, estructurar. Una organización que nace de tu energía no te agota: te sostiene y te impulsa.

¿Qué te llevó a conectar ORGANIZACIÓN con ENERGÍA?
Después de años de exigencia disfrazada de productividad, me di cuenta de que no quería seguir corriendo detrás del tiempo. Quería disfrutar lo que hacía, tener espacio para mí, sentirme en paz. Y ahí entendí algo que lo cambió todo: mi energía es el recurso más valioso de mi negocio. Y cuando la honro, todo fluye diferente.

Soy Mariel y te acompaño a organizarte desde tu energía para que tu negocio crezca en coherencia con tu forma de ser.

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