Un día del año 2002, tres hermanas, (Maria Victoria, Maria Soledad y Maria Virginia) decidimos hacer algo juntas. Ese algo tuvo su origen en el saber de nuestra abuela paterna Adelia, quien desde muy pequeñas nos enseñaba a tejer bajo la sombra del gomero en los eternos veranos santafesinos. Cada una en su silleta, formábamos parte de la ronda de mujeres junto a ella y nuestras tías Hilda y Luisa. Tejíamos jugando y jugábamos tejiendo. Con esta impronta creamos nuestro emprendimiento y trabajamos juntas durante varios años.
En los comienzos, nuestros principales desafíos fueron crear prendas cuyo tiempo de ejecución fuera rentable (ya que eran 100% hechas a mano por nosotras mismas) y distribuir las tareas de diseño, productivas, administrativas y comerciales porque las tres vivíamos en ciudades diferentes. Realizábamos prendas con una combinación de bordado a mano y puntillas tejidas que nos llevaban muchísimo tiempo y trabajo, en telas antiguas que teníamos guardadas, literalmente, en el baúl de la abuela. De a poco fuimos entendiendo que construir una marca no era solo hacer lo que nos gustaba, sino que debíamos adaptar nuestra creatividad a un tipo de producto que fuese vendible y rentable. Una amiga contadora nos ayudó a ponerle números a nuestro negocio. Luego fuimos aprendiendo a definir tipos de productos, técnicas y materiales, y de a poco a incorporar tejedoras enseñándoles el estilo de trabajo que queríamos realizar a partir de sus capacidades.
La marca tuvo dos etapas: la primera con mis hermanas y la segunda, cuando la retomé luego de varios años de inactividad, con mi mudanza a La Cumbre, en Córdoba. En esta vuelta, le imprimí una impronta natural y sustentable, además del estilo artesanal y exclusivo con el que nació.
Mi propuesta hoy se basa en una producción en pequeña escala de accesorios y prendas artesanales, conservando la esencia que caracteriza a Las López. El público ideal de la marca valora el diferencial de lo artesanal, original y comparte una filosofía sustentable. Es una clientela exclusiva que elije mis diseños porque equilibran la herencia cultural con las tendencias contemporáneas, resignificando las técnicas ancestrales con sofisticación y urbanismo. Son prendas esencialmente femeninas, únicas y atemporales que se adaptan a diversos usos.
Las técnicas de tejido que utilizo son crochet y dos agujas que provienen de mi herencia familiar, y el telar que aprendí una vez asentada en Córdoba. Las lanas son de ovejas y llamas criadas en el Valle de Punilla e hiladas y tejidas a mano por artesanas locales. Hace dos años incorporé la confección de prendas de algodón 100% y algodón agroecológico de pequeñas cooperativas chaqueñas, y en mi última colección las teñí con tintes naturales de plantas de las sierras. Mi objetivo es trabajar localmente, porque estoy convencida de la importancia que tienen las economías regionales en el interior del país. Creo que la sustentabilidad es una cadena virtuosa en la que cada eslabón debe servir a todos los involucrados generando un impacto positivo en la comunidad que habitamos. Para mi un objetivo muy importante es poder darle continuidad laboral a todas las personas involucradas en los procesos productivos. Creo además que la marca aporta su granito de arena al movimiento sostenible en Argentina porque es agente de conservación de una parte del patrimonio cultural y pone en valor la belleza cercana que me rodea.
Desde La Cumbre, un gran desafío es tener visibilidad, lo que intento lograr combinando el trabajo en redes sociales, tienda virtual y showroom físico. Aquí me visita mucha gente que sigue a Las López por instagram ó facebook. A veces me sorprende conocer a alguien, contarle lo que hago y que me diga: “Ah!! Pero yo las sigo!!”. La comunidad de tejedoras y personas afines a este oficio es muy grande en Argentina.
Mis planes futuros son profundizar cada vez más la impronta de la marca como creadora de lujo sustentable desde La Cumbre hacia otras provincias y llevar el diseño argentino al extranjero. En términos de expansión nacional, el sur es un lugar a conquistar, ya que creo que nuestras prendas de lana pura son ideales para venderse allí. También estoy buscando el canal adecuado para internacionalizar Las López, ya que considero que es un producto único que podría ser muy valorado en países que tienen arraigado el concepto de sustentabilidad en su sociedad.
Si algún emprendedor/a que busca iniciar un proyecto basado en tradiciones familiares y prácticas sustentables está leyendo esta nota, el consejo que le daría es confiar en su intuición, interactuar positivamente con el entorno que lo rodea, trabajar con otros emprendedores compartiendo saberes y proyectos, y no desistir ante las adversidades porque la visión de quien lidera un negocio de este tipo está a la vanguardia de los nuevos tiempos. Mantener viva la tradición del tejido artesanal en un mundo cada vez más industrializado significa volver al origen, a la fuente, a lo verdadero. Una prenda artesanal es una prenda con identidad, que fue pensada, sentida y creada por muchas personas en el proceso alquímico del hacer manual y que se revela contra lo masivo, descartable y consumista en exceso. Por eso nuestro slogan es “Creamos textiles con alma”.
PH de la nota: Martin Rubini / Mario Tizón / Adrián Fabrissín
www.laslopez.com.ar
@laslopez.tejidos
+54 9 3482 330617
Showroom: Av. Argentina 510 – La Cumbre (Córdoba)




