martes 23 de julio del 2024

El apego

CREDITO CARAS

La Psicología desde sus inicios estuvo interesada en estudiar, la conducta, la mente, las emociones, la evolución, en definitiva, todo lo que respecta al ser humano y su mundo interno, así como también sus  vínculos. 

En éste sentido, podemos decir que, la raza humana, es una de las pocas especies de la naturaleza que necesita de otro, semejante, para poder sobrevivir. Cuando nace un  bebé,  no sólo necesita que otra persona le cubra las necesidades básicas de alimentación, temperatura, seguridad y todo lo que respecta a su bienestar físico, sino también y es en éste punto, en donde la brecha con otras especies se hace más grande, necesita de cuidados emocionales.

Los bebes, requieren contacto piel a piel, vinculo efectivo, protección y seguridad emocional.

Según J. Bowlby, a ésta necesidad biológica de contacto, de proximidad con otro ser humano, con quién se establece un vinculo, se denomina apego. Comportamientos como llorar, sonreír, etc.,  apuntan a fomentar el acercamiento de la figura de apego.

Ésta figura, generalmente está representada por la función materna, aunque no es exclusiva de ésta. La madre, es el puente, el primer lazo con el mundo exterior. Es a través de ella, que el bebé conocerá el mundo.

Es tan importante, la forma como se da ésta primera relación, o dicho de otra forma, que tipo de apego establecemos, que nos   marca la forma en como se darán nuestros siguientes vínculos y como nos relacionaremos con el mundo exterior.

En principio, existen tres tipos de conducta de apego, aunque posteriormente, surgieron otras clasificaciones.

Para poder explicar los tres tipos de apego, comenzaré por contar muy breve y sintéticamente, el experimento “La Situación del Extraño” que llevo adelante Mary Ainsworth.

La situación consistía en poner a un niño y su mamá en una habitación con juegos y evaluar la reacción o conducta del mismo frente a la presencia de un extraño. En un primer momento, mamá e hijo, se encuentran solos en la habitación y se observaba como y cuando el niño comienza a explorar el ambiente, para luego jugar con los objetos. En un segundo momento, aparecía en la habitación un extraño, que intentaba jugar con el niño y la madre. En un tercer momento, la madre se retira del lugar, dejando al niño con el extraño por unos minutos, para luego regresar al cuarto. Por último, tanto mamá y extraño salen de la habitación, dejando al infante solo.

En líneas generales, lo que se observó fue que en la mayoría de los casos, los niños examinaban y jugaban más, cuando estaban con su mamá solos y que, en presencia del extraño el juego disminuía, especialmente en la situación cuando el infante quedaba con el extraño, sin la mamá.

Gracias a éste experimento, puede concluirse que la madre representa para su hijo, el lugar seguro, ése vínculo al cual recurrir cuando sentimos necesidad de  apoyo, o evaluamos la situación como peligrosa. Entonces, Podríamos pensar que, es éste vínculo, nuestra primera herramienta para explorar el mundo. Así de importante es el Apego.

Ahora que ya tenemos una idea, en líneas generales, de que es el apego, vamos a dar las primeras clasificaciones básicas.

Apego inseguro evitativo: En éste tipo de apego el bebé ha buscado a sus padres como lugar seguro, en situaciones que evalúo como peligrosas y sus figuras paternas han rechazado o no han podido responder como protectores, por lo que el niño luego de un tiempo a internalizado que no tiene a quién recurrir y deberá afrontar solo las situaciones. En el caso del ejemplo, se vio claramente cuando la madre se retiraba de la habitación y el niño no mostraba signos de preocupación y hasta era indiferente en el regreso de la misma. 

Apego ansioso, ambivalente: En éste caso, el infante sufre una gran desregulación emocional, cuando las figuras de apego desaparecen. Es de tal magnitud, la desregulación que no alcanza para regularse cuando dicha figura regresa. Es decir, incluso teniendo a la figura de apego consigo, se siente malestar, por la ansiedad que provoca el pensar que se puede volver a perder.

Apego seguro: lejos de lo que muchos piensan, en el apego seguro, no hay ausencia de malestar frente a la separación de la figura de apego. Pero, dicho malestar, no genera una desregulación profunda y rápidamente se vuelve a la calma, ya que el niño está convencido que su figura de apego volverá y podrá contar con ella.

Seguramente, cada lector se  habrá identificado con alguna característica de lo descripto anteriormente. En la vida adulta se ven sobrados ejemplos  en las relaciones.

Así es que, a un adulto con apego evitativo ansioso, le costará, expresar emociones, comprometerse afectivamente, priorizará su independencia y necesidades sobre la de los demás, etc., en cambio, uno con apego ansioso, pondrá en primer plano las necesidades de los otros, por temor a perderlos, por lo que, sus vínculos serán mayoritariamente de dependencia. 

Tener idea o conocimiento del tipo de apego que predomino en nuestras vidas, nos permitirá ser concientes y por lo tanto poder elegir el tipo de vínculo queremos tener  en nuestras vidas.

Lic. Andrea Miranda

@charlaymatecito

Galería de imágenes
En esta Nota