martes 18 de marzo del 2025

“Emprendo, luego existo”: La realidad diaria del emprendedor multitasking que todo lo puede.

Hacer el pedido al proveedor mientras estamos en la cola del súper, publicar en redes sociales aprovechando el rojo del semáforo, contestar mensajes de clientes mientras dejamos a los chicos en el colegio y producir mientras almorzamos. Cualquier parecido con la realidad,¿es realmente pura coincidencia? Galería de fotosGalería de fotos

MAYA
“Emprendo, luego existo”: La realidad diaria del emprendedor multitasking que todo lo puede. | CREDITO CARAS
CREDITO CARAS

Emprendedores multitasking sobreviviendo al día a día, intentando encajar las piezas del rompecabezas del negocio con la vida personal y social, atendiendo a agendas explotadas en las que ya no cabe ni un alfiler.

¿Es esto normal? No. Pero socialmente está normalizado que podemos más, como si acaso emprender nos diera superpoderes que nos hacen invencibles. Pero no estamos dotados ni somos máquinas, y este ritmo acelerado tiene sus consecuencias: estrés, pérdida de creatividad y disfrute y, lo más grave, la sensación de que nunca es suficiente, por lo que tenemos que invertir más esfuerzo, inmolando nuestro bienestar y convirtiéndonos así en víctimas de nosotros mismos.

Vivir “atajando penales” no solo afecta la salud mental y emocional, sino que también bloquea la capacidad de innovar. Y sin innovación no hay crecimiento. Si el negocio solo depende de estar corriendo detrás de cada tarea, en algún momento se va a estancar, o peor aún, va a colapsar.

Entonces, ¿cómo logramos el equilibrio sin sentir que todo se nos desmorona? Tomando decisiones en torno a lo que llamo “Las 3D”: Desechar, Delegar y Diseñar.

Desechar: Hay tareas que nos roban tiempo y energía. Por eso tenemos que identificarlas y eliminar lo que no nos aporta valor para enfocarnos en lo que realmente suma a nuestro negocio y bienestar. Aprender a priorizar y a decir “no” es la clave.

Delegar: Si bien nos cuesta horrores compartir conocimiento y confiar en que alguien más pueda hacer las cosas tan bien como nosotros, debemos superar ese miedo y ceder el timón para permitirnos recibir ayuda que descongestione nuestra agenda.

Diseñar: Dejemos de lado la improvisación y armemos una planificación de forma consciente, con metas claras y alcanzables para ordenar nuestro rumbo, lo cual nos va a ayudar a evitar la frustración y, sobre todo, a disfrutar del proceso.

No se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor. El éxito no está en llenar cada minuto del día con actividades “vacías”, sino en construir un negocio alineado con la vida que queremos vivir.

Moraleja emprendedor: emprendé mientras existís.

Por Luisina Reitano Maya.

Mg. en Recursos Humanos| Lic. en Administración.

Instagram: @luisinareitanomaya

PH: @daviesredes

 

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