La cuota alimentaria es un tema que genera un gran debate en la sociedad y es común su enfoque desde la perspectiva meramente legal y económica. Sin embargo, es importante recordar que detrás de cada cuota hay un niño, niña o adolescente que requiere de nuestro apoyo para crecer y prosperar.
La humanización de la cuota alimentaria implica entender que este pago no es solo una obligación legal sino también un acto de amor y cuidado hacia nuestros hijos. Se trata de priorizar su bienestar y garantizar que tengan acceso a los recursos necesarios para su desarrollo.
En este sentido, es fundamental que los mapadres y también el sistema judicial consideren las necesidades individuales de cada niño y niña al determinar la cuota. El Código Civil y Comercial de la Nación establece que la cuota alimentaria comprende los rubros de alimentación propiamente dicha, vestimenta, educación, esparcimiento, asistencia, habitación y en caso de corresponder los gastos necesarios para que el alimentado adquiera un estudio universitario, terciario u oficio. Además dicho cuerpo normativo establece como regla a los fines de determinar la cuota alimentaria que se debe tener en cuenta la condición y fortuna de los mapadres como así también las necesidades del alimentado.
En conclusión, la humanización de la cuota alimentaria es un enfoque que prioriza el bienestar y el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes.
Al considerar el apoyo necesario de sus necesidades individuales y brindarles el apoyo necesario, podemos garantizar que crezcan en un entorno seguro y saludable.
Por eso, propongo las siguientes acciones para humanizar la cuota alimentaria:
1-Priorizar las necesidades individuales de cada niño y niña al determinar la cuota alimentaria.
2-Considerar factores como la edad, la educación (publica o privada), necesidades medicas especiales, entre otras cuestiones particulares de cada niño.
3-Brindar flexibilidad y comprensión en la aplicación de la ley.
4-Enfocarse en la calidad de vida que se le brinda al niño o a la niña, en lugar de solo considerar la cantidad de dinero que se le paga.
Al adoptar este enfoque, podemos garantizar que la cuota alimentaria sea un acto de amor y cuidado hacia nuestros hijos en lugar de ser solo una obligación legal.
Leonela G Gonzalez
Abogada Especializada en Derecho de Infancia, Adolescencia y Familia
Mediadora
Diplomada en Derechos Humanos
Mentora y Speaker.
IG. leonelaggonzalez.ok
Linkedin: Leonela G Gonzalez
Cel: 341-3428744





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