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La Lipoaspiración o lipoescultura ha tenido avances notables en los últimos años. Hoy en día contamos con tecnología que nos ayuda a obtener resultados más detallados y más definidos de una manera segura para el paciente. El caso de la tecnología Vaser nos permite realizar una liposucción tanto convencional como de alta definición a través del ultrasonido. Posee una cánula con una alta frecuencia de vibración, la cual hace que la grasa se vuelve líquida, lo que facilita su posterior extracción y eliminación.
Es una técnica ideal tanto para reducir volumen como para esculpir las zonas deseadas. Gracias a esta tecnología podemos actuar de manera localizada sobre la grasa. Su precisión nos permite actuar tanto en zonas grandes cómo el abdomen o las piernas, como zonas más reducidas como los tobillos o la papada.
La gran ventaja que ofrece respecto a otras técnicas de liposucción es que distingue la grasa de otros tejidos como pueden ser los vasos sanguíneos o los nervios. De esta manera se elimina la grasa de manera selectiva.
¿Qué diferencias posee con la lipoaspiración tradicional?
La liposucción tradicional extrae la grasa mediante una cánula que a través del movimiento de la misma, se van desprendiendo por el propio traumatismo los glóbulos de grasa, para luego ser succionados por la misma, mientras que en el sistema Vaser, se rompen los depósitos grasos de manera selectiva con la vibración de la cánula produciendo la emulsificación de la grasa y posterior aspiración en estado líquido.
Esto se traduce en varias ventajas para el paciente. La primera es que es una técnica menos traumática. Como solo actúa sobre la grasa y no daña otros tejidos adyacentes como vasos sanguíneos y red fibroconectiva, la pérdida de sangre es menor y lo que se traduce en menos hematomas y una recuperación más rápida y menos dolorosa.
Otra de las principales ventajas de este procedimiento es que permite una mayor contracción de la piel y definición corporal. El lipo vaser permite resultados más naturales gracias a que produce una quemadura controlada en la dermis, favoreciendo su contracción y provocando una adherencia mucho mayor.
Esta técnica además preserva la viabilidad de las células de la grasa, lo que hace que la grasa extraída sea ideal para volver a ser utilizada para realizar un aumento de otra zona (glúteos, hombros, pectorales), lo que se denomina un lipofilling o lipotransferencia.
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