Ana Rosenfeld celebró la boda de su hija Stefi

Así como en el frente judicial Ana Rosenfeld enfrenta los divorcios más resonantes, ésta vez le tocó vivir con emoción el casamiento de su hija menor, Stefi (25), con su novio desde hace 10 años, Ariel (28). En una ceremonia bajo un estricto rito judío, la abogada de los famosos celebró junto a su marido, Marcelo Frydlewski, y su hija mayor, Pamela, la boda el sábado 14, a las 21:30, en el Auditorio Principal de La Rural. En la lista de 450 invitados no faltaron varios de sus reconocidos clientes, quienes en su mayoría no le fallaron a la letrada. Sin la compañía de Martín Redrado, quien estaba de viaje en los Estados Unidos, Luciana Salazar fue una de las damas que acaparó la atención tanto de los caballeros como de las damas, quienes elogiaron su delgada figura. La modelo, actriz y cantante compartió la pista con su tío, Ramón “Palito” Ortega, quien brindó un mini recital con clásicos como “Bienvenido Amor”. Karina Jelinek fue la soltera más codiciada de la noche, aunque llegó y se retiró acompañada por una amiga. Silvina Escudero también sorprendió sola, a pesar de su reconciliación con Lucas Velasco. Una de las reconciliaciones afianzadas es la de Nazarena Vélez, quien compartió la noche con su pareja, Gonzalo Gamarra. De estreno, Carmen Barbieri presentó a su nueva pareja, Diego Garay.  La madre de Wanda Nara, Nora Colosimo, también se mostró afianzada con su novio, Roberto Blanco, y bailó hasta bien entrada la madrugada. Tanto Wanda como Zaira, quien estaba de viaje con su novio, Jacob Von Plessen, mandaron sus felicitaciones. El colega de Rosenfeld, Fernando Burlando, fue uno de los invitados especiales junto a su novia, Bárbara Franco, con quien partió cerca de las 4:00 hacia la fiesta electrónica, Creamsfield.

La emotiva ceremonia religiosa conocida como Jupá fue celebrada por el rabino, Daniel Bitton, quien viajó especialmente desde Israel. Además de la tradicional liturgia, también se entonaron algunas canciones, entre ellas, “Cómo creció mi niña”. Junto a su mujer, Mariela Anchipi, Dady Brieva respetó la liturgia y usó la Kipá al igual que el resto de los invitados. El espacio ambientado por Armando Cazón era de ensueño: cientos de rosas, formando pequeños árboles, marcaban el camino a la novia, quien ingresó del brazo de su padre. Stefi lució un diseño de Carlo Di Doménico con una gran cola y tela de Valentino, al igual que su madre, quien bajó siete kilos especialmente para la ocasión.

Cada detalle fue seguido de cerca por la wedding planner, Stefanie Schuster. El menú de Schuster Catering respetó la tradición kosher y consistió en una entrada de tartar de salmón con aceite de sésamo tostado, guacamoles e hinojos en vinagreta de limón; un plato principal compuesto por ojo de bife con hueso braseado, papa rostie, pesto, tomates secos y brotes orgánicos; y un postre de terrina de chocolate belga, helado de crema y salsa de caramelo.

El vals lo inauguró Lautaro Rodríguez, ex corista de Valeria Lynch, quien interpretó “Hasta mi final”, que bailaron los novios. Otro de los momentos más emotivos fue la canción “Aquí estoy yo”, que el marido de Rosenfeld le dedicó a su hija en un videoclip que grabó junto a Lucía Galán, quien estaba en Roma con su hija.

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