En octubre, cuando Juan Pablo Fioribello (44) tomó el caso judicial de Andrea del Boca, el pesar de la actriz se redujo notablemente. La propia artista lo aseguró:”Han sido dos años muy complicados y duros y a partir de la irrupción del doctor Fioribello se hicieron muchos cambios: hablar de ciertos temas, poner luz, sacarme una mordaza, estar más tranquila y poder dedicarme a mi trabajo. Ese fue un click sumamente importante. Conocerlo fue una de las mejores cosas que me sucedió el año pasado”.
A Del Boca la representaba judicialmente el doctor Fontán Balestra, quien tenía la estrategia de no salir a hablar públicamente de la causa. “Nunca diré nada malo de un colega, sólo hay diferentes estilos jurídicos. Ella venía con una postura de no hablar y eso conmigo no va”, asegura el letrado que a los 17 años empezó a trabajar en una fiscalía del Poder Judicial.
“Vengo de una familia relacionada al Derecho: mi papá es juez de cámara de la Nación y mi mamá era abogada. Siempre me apasionó la parte penal de Abogacía. En 1998 y 1999 estuve en la Secretaría de Seguridad en la provincia de Buenos Aires de la mano del ministro de Justicia y Seguridad, León Arslanián. En 2001, estuve en el área de Investigación dentro de la Oficina de Anticorrupción. Del 2004 al 2009 estuve como director general del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires con todo el manejo operativo y logístico de una fuerza. Hice cursos en el exterior con el FBI sobre criminalidad e investigaciones penales y di clases como profesor penal en la universidad. También represento jurídicamente a políticos, empresarios y sindicalistas, y asesoro en materia de reforma penal y seguridad a dos gobernadores de peso a nivel nacional”, agrega quien bajo ningún punto baraja la posibilidad de que Andrea vaya presa ya que asegura que va a salir absuelta.
—¿Cómo se da su contacto con Del Boca?
—Por medio de Moria Casán, a quien también represento como abogado. Moria le recomienda a Andrea que me venga a ver al estudio ya que buscaba un cambio en su caso. Andrea es una persona de los medios y le debía una explicación al público: nada más ni nada menos que contar su verdad. Celebro que dentro de dos meses comience el juicio oral ya que se va a echar luz sobre la oscuridad que hay hoy sobre su caso. Allí Andrea tendrá la oportunidad de defenderse y que se debata al respecto. Ella está tranquila porque es inocente y siempre estuvo a derecho. Se demostró que la novela se hizo y que todos los actores cobraron; las pericias fallaron a favor. Andrea trabajó con todos los gobiernos del país y jamás tuvo un solo problema, excepto esta causa que tiene una carga política importante porque es un año electoral y hay intereses que lo quieren llevar para ese lado. Por eso, esperamos el juicio con tranquilidad.
—Esa representación judicial se transformó también en una relación personal entre ustedes…
—Sí, se dio un vínculo muy lindo y espontáneo. Nuestra relación empezó profesionalmente y mutó a nivel personal. Soy de las personas que quieren mucho a su país y defiendo nuestros valores nacionales. Andrea es parte de nuestro patrimonio artístico y, por eso, la defiendo. A quienes nos dieron tanto, en su caso a nivel cultural, hay que cuidarlos. A veces en Argentina se suele atacar a sus referentes y a mí me gusta tributar a los artistas en vida. Muchos quieren llevar nuestra relación al ámbito estrictamente sentimental y la realidad es que tenemos una hermosa amistad. Ella también me pidió que la asesore y represente en su carrera, que la ayude en sus trabajos nacionales e internacionales. Fue algo que se dio naturalmente y ya firmó conmigo algunos contratos en México y la propuesta de Moria, Daniel Comba y Maxi Cardaci para hacer la obra “Brujas”.
También un director muy conocido nos propuso hacer una película juntos, en base a un guion del cuñado de Andrea, Enrique Torres. Sería una co-producción española, estadounidense y argentina, donde quieren que actúe de lo que soy: abogado penalista. Todavía lo estoy analizando porque no me formé como actor, más allá de que tenga experiencia en los medios. Pero Andrea y varios productores insisten bastante que esto sería un golazo si se lleva a la pantalla grande o se hace una miniserie para Netflix. También participaría la hija de Andrea, Anna. La propuesta me sorprendió gratamente. Estoy en un momento de mi vida donde hago aquello que me da placer. Y si embarcarme en este proyecto con gente que quiero me generara disfrute, seguramente lo haría. Aprendí con el tiempo a no cerrar las puertas y a desestructurarme. Son cosas que trascienden lo laboral y que se dieron entre nosotros naturalmente, sin planearlo.
—Como esta experiencia de tiro en el polígono de Belgrano Shooting Club, a donde la invitaste…
— Sí, Andrea me dijo que nunca imaginó verse disparando con una pistola 9 milímetros, pero lo disfrutó mucho: la idea surge también porque su personaje en el thriller romántico que escribe “Quique” Torres tiene que ver con esto. También fueron espontáneas las salidas que hemos compartido al teatro o a ver tango, nos llevamos bárbaro y está bueno descomprimir entre tanta cuestión judicial. Ella es una persona excelente que no fue bien cuidada en algunos aspectos por determinados medios y eso le generó un perjudicial ostracismo. Conmigo, hoy ella me manifiesta que tiene otra seguridad para hablar públicamente y su imagen se revirtió: en “Brujas” la ovacionan siempre a sala llena.
—¿Cómo surge su afición al tiro deportivo?
—Practico tiro desde hace muchos años por hobby y por los cargos que tuve. Lo hago dentro de un contexto que nada tiene que ver con fomentar la violencia que a veces se quiere instalar. Al contrario, la gente que practica tiro es sumamente educada, formada y respetuosa de las normas y la disciplina. Soy socio del Belgrano Shooting Club, que es un lugar para toda la familia: van desde chicos hasta mujeres como deporte (y defensa personal). Tiro es un deporte olímpico; las armas no son buenas ni malas, son el uso que uno les dé. También jugué al rugby, practico artes marciales desde muy chico y hago paracaidismo y esquí; mi cable a tierra son los deportes extremos: es una forma de descargar las tensiones que me genera mi actividad como abogado penalista. No tomo alcohol, no fumo y jamás me interesaron las drogas. Estoy en un momento de plenitud. Tengo un hijo que se llama León (5), quien es el sol de mi vida. Con mi ex, quien también es abogada, mantengo una excelente relación. Mi hijo me cambió en todo sentido. Estuve muchos años en la función pública, abocado a temas complejos, escabrosos y duros (la lucha contra el narcotráfico, secuestros, etc.) y la faceta de padre me humanizó mucho. Con él, pasé de la función pública a la privada porque no era tan estresante.
—¿Tiene algún límite profesional?
—No defiendo a acusados de violaciones de menores y mujeres. Me han ofrecido defender a Juan Darthés en su momento y lo rechacé. No digo que sea culpable, sólo que el caso en sí con menores y mujeres me genera una repulsión tan grande que no lo puedo abordar con imparcialidad.
Juan Pablo habla distendido después de guiar a la actriz en los movimientos del manejo del arma. “Fue un auspicioso debut en tiro deportivo. Andrea tuvo gran puntería”, manifiesta el mismo letrado al que la hija de la actriz, Anna, y la hermana de Del Boca, Anabella, definieron como gran persona y profesional. “Es mi abogado, pero tampoco estoy cerrada a que la vida me sorprenda con él, ambos estamos solteros. Hoy por hoy somos amigos, nos llevamos muy bien y divertimos mucho. Es una gran contención para mí”, asevera Andrea. “Se dio naturalmente una buena química”, concluye por su parte Fioribello mientras ella asiente sonriente a su lado.
Fotos Federico De Bártolo
Agradecimientos: Belgrano Shooting Club, La Pampa 1275, [email protected].