miércoles 24 de abril del 2024
CELEBRIDADES 08-03-2022 14:06

Día de la mujer 2022: Julieta Lanteri, inteligencia al servicio de los ideales

Esta referente argentina imprimió una de las primeras luchas por la igualdad de hombres y mujeres

Cuando los profesores pasaban lista en el bachillerato del Colegio Nacional de La Plata releían el nombre antes de pronunciarlo. Julieta. ¿Julieta? Difícilmente el celador hubiese escrito y confundido un Julio con una Julieta. Así que levantaban la vista.
Y en uno de los primero bancos, tan segura de sí que intimidaba, estaba sentada la inmigrante italiana Giulia Maddalena Ángela Lanteri, conocida en Argentina como Julieta Lanteri.

Además del título de bachiller, Julieta obtuvo las mejores calificaciones de su clase y ese colegio poblado de varones le dio a ella la certeza querer seguir estudiando y a las autoridades del Colegio Nacional, la necesidad de repensar la admisión por género.

Sin saberlo, esa fue una de las primeras huellas que Julieta imprimió en la lucha por la igualdad de hombres y mujeres. Era 1896 y llegó a la Facultad de Medicina de la UBA, dispuesta a estudiar y graduarse como médica. Pero la carrera estaba vedada para las mujeres y debió conformarse con Bioquímica. Sin embargo, al recibirse, descubrió la manera de cumplir su sueño de ser doctora en medicina: seguir los pasos de su amiga Cecilia Grierson y solicitar una excepción.

Día de la mujer 2022: Julieta Lanteri, inteligencia al servicio de los ideales
Día de la mujer 2022: Julieta Lanteri, inteligencia al servicio de los ideales

Con la firma de Leopoldo Montes de Oca en un permiso especial, fue la quinta mujer del país en recibir el título de médica.

Hasta en el amor Julieta rompió las convenciones. Se casó con un hombre trece años menor, hijo de norteamericanos. En 1910 Alberto Renshaw le propuso matrimonio y ella aceptó, con la condición de que solo celebrasen la unión por civil, no quería todas las pompas de un ritual religioso que le sonaba anacrónico. Además le aclaró a su flamante esposo que ella jamás usaría la preposición «de» en su apellido: “No admito amos ni quiero ser patrona. —dijo— Todos somos iguales”.

Pronto Alberto conoció la fuerza intempestiva de su mujer que en lugar de cocinar y administrar el hogar conyugal, organizaba congresos y reuniones para debatir ideas. 

Incansable en su pasión por abrir caminos, la doctora Julieta Lanteri Renshaw se presentó en 1911 como aspirante a profesora adjunta en la UBA y fue nuevamente rechazada por la casa de estudios, esta vez, con la excusa de ser inmigrante italiana. Entonces tramitó —superando todas las trabas burocráticas posibles— la carta de ciudadanía argentina. Fue la primera mujer extranjera en obtenerla.

Día de la mujer 2022: Julieta Lanteri, inteligencia al servicio de los ideales
Día de la mujer 2022: Julieta Lanteri, inteligencia al servicio de los ideales

Y la osadía de Julieta apenas iniciaba. Los grandes festejos del centenario de la Revolución de Mayo —que se extendieron hasta comienzos de 1911—fueron la vidriera para que junto a su amiga Cecilia llevara adelante el Primer Congreso Femenino Internacional de la República Argentina, en el salón de la Sociedad Unione Operai Italiani, donde centenares de mujeres de Sudamérica y Europa discutieron la condición femenina en el mundo.
En la vereda opuesta, la sociedad porteña más recatada veía a esta mujer con una mezcla de admiración y temor, pero no quería quedar afuera del mundo y sus avances. Así que tuvo durante esos festejos un pomposo y oportuno Primer Congreso Patriótico de Señoras en América del Sud, planeado en la misma fecha —mayo de 1910— por el Partido Conservador y que tuvo como eje a la mujer, reina del hogar y madre abnegada de sus hijos. 

Después de hablarle a la clase gobernante y al mundo de sus ideas, Julieta sintió que no alcanzaba con discursos encendidos. Necesitaba más, y las elecciones municipales de la ciudad de Buenos Aires fueron el escenario ideal para su nueva jugada. Esa tarde de noviembre de 1911, hasta su marido le dijo que era una locura, que las mujeres no votaban en Argentina. 
Y para ella, que alguien le dijera que no se podía, era motivarla a encontrar la manera de hacerlo. Así que llegó hasta la parroquia de San Juan Evangelista: el vestido blanco y la capelina, quedaron inmortalizados en una fotografía que recorrió el mundo, contrastaban con los atávicos ropajes de los militares que custodiaban las urnas y los rostros sorprendidos de los hombres que presidían la mesa electoral.

Julieta había usado su ingenio para que la inscribieran en el padrón: la ley decía que para votar, bastaba con «ser ciudadano mayor de edad, residente en la ciudad, tener comercio o industria o una profesión liberal y pagar impuestos». Nada decía sobre ser o no mujer, y Julieta lo usó a su favor. 

Día de la mujer 2022: Julieta Lanteri, inteligencia al servicio de los ideales
Día de la mujer 2022: Julieta Lanteri, inteligencia al servicio de los ideales

La triunfante ciudadana argentina sabía cómo hacer las cosas, y lo que era más inteligente de su parte, sabía comunicarlas. Y se fue a los periódicos a contar la noticia: por primera vez en Argentina, y en Sudamérica, una mujer había votado. 

Sin embargo, al año siguiente la Ley Sáez Peña impuso un nuevo límite: solamente los inscriptos en el padrón militar podrían votar. Julieta y las mujeres quedaban otra vez afuera.  

La doctora Lanteri Renshaw fue entonces a ver al Ministro de Guerra y le solicitó enrolarse al servicio militar, pero fue rechazada. Ya nada iba a detenerla: estudió cada punto de la legislación y sentenció «si no quieren que los votemos, pidámosles que nos elijan». Nada decía la ley de mujeres candidatas y ella se aspiró a ser diputada en las elecciones de 1919.

«Mi candidatura es una afirmación de mi conciencia que me dice que cumplo con mi deber, una afirmación de mi independencia que satisface mi espíritu» decía La Lanteri, como era conocida en el ambiente periodístico. 
Nuevamente las leyes dejaban el espacio para que Julieta lograra su objetivo y ella se presentó como candidata cada vez que hubo llamado a elecciones. 
No tenía miedo. Actuaba convencida y leyendo al mundo. Países como Francia, Rusia y Estados Unidos estaban reconociendo los derechos civiles y políticos a las mujeres y Julieta Lanteri quería lo mismo para el país que la había asumido como su ciudadana. 

Cuando su matrimonio tambaleó, Julieta no dudó en divorciarse y volvió a ser solo Lanteri. En la defensa de las mujeres y los menos favorecidos, no tenía miedos. Iba al frente de arengas políticas que la encontraban en las esquinas diciendo: «Los derechos no se mendigan, se conquistan.» 

En la década del 30 el gobierno militar suprimió todas las libertades civiles, pero Julieta no se amedrentó y continuó buscando oportunidades para la defensa de sus ideales. En plena actividad y cuando ya era conocida en el país y el mundo, fue embestida por un automóvil el 23 de febrero de 1932 y falleció dos días después.
Faltaban pocos días para que cumpliera 59 años. 

Julieta Lanteri fue extraordinaria en sus ideas y determinada en sus acciones. Desde aquel primer banco del Colegio Nacional hasta el estrado público, dejó huella con su historia, abriendo con inteligencia nuevos caminos a las mujeres argentinas. 

Por Diana Arias
Escritora y Periodista.
Autora de Amores inmigrantes.
@dianaariasoficial

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