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CELEBRIDADES 20-02-2021 13:45

Zulemita Menem tras la muerte de Carlos Saúl: "Papá se fue como vivió"

La hija del ex presidente rompió el silencio tras despedir a su padre el 14 de febrero.

Zulemita Menem rompió el silencio tras la muerte de Carlos Menem. La empresaria habló mediante su cuenta de Twitter con cálidas palabras y relató cómo fueron los últimos días del expresidente de la nación. 

"Por mi lado, estoy de pie....con mucho dolor pero con fuerzas, tal como él me enseñó a enfrentar la vida ante la adversidad. Cuidar de tus padres es un manto de bendición que Dios nos da, para poder devolverles en vida, lo que ellos hicieron por nosotros . Cuídenlos", comenzó diciendo la empresaria. 

Más tarde y aún conmovida por la muerte de su padre, aseguró: "Pido disculpas por no poder responder 1a1 todos los mensajes. Les agradezco desde lo más profundo de mi corazón, tanto cariño. Papá se fue como vivió ...luchando hasta su último latido, pero con esa tranquilidad y paz que lo caracterizaba.... algo que lo hizo único ", cerró. 

Conmovedora despedida de Zulemita a Carlos Menem: "Ahora está con mi hermano"

Fueron ocho meses en los que Carlos Menem luchó contra sus problemas con todas sus fuerzas. Tenía 90 años y quería seguir viviendo pero el domingo 14, a las 11 de la mañana falleció en el Sanatorio de los Arcos, por una infección urinaria, que se le complicó con otros problemas de salud preexistentes. Estaba acompañado de su exesposa,  Zulema Yoma  y de  Zulemita, su hija y compañera incondicional: “Estoy muy triste pero orgullosa de llevar su apellido. Se fue rodeado de amor, agarrado de la mano de mi mamá. El profesaba la religión católica pero lo llevaremos al cementerio islámico para que esté con mi hermano Carlitos”, dijo a los medios que la aguardaban en la puerta del sanatorio casi ahogada por el llanto.

 Nacido un 2 de julio de 1930, Carlos Saúl fue presidente de los argentinos desde 1989 hasta 1999. Marcó una década en el país y más allá de las complicaciones y hechos negativos que sufrió la Argentina durante sus dos mandatos, era dueño de un carisma especial, una empatía y sencillez que lo hicieron diferente. La complicaciones en su estado de salud comenzaron en junio del año pasado: estuvo internado 15 días en el Instituto Argentino del Diagnóstico y Tratamiento por una neumonía bilateral pero logró superarlo. El 2 de julio, sufrió una recaída y debió pasar su cumpleaños 90, en el sanatorio. Ese día su hija, feliz, escribió:  “Llegamos a los 90 viejito, Estamos mal pero vamos bien y Dios me dio el regalo de tenerte en este día. Te amo con mi alma. Fuerza ‘Pa’”. Instalado en su casa de Belgrano R, la siguió peleando pero a mediados de diciembre debió ser internado en el Sanatorio de Los Arcos, en Palermo y su estado se fue deteriorando con el correr de los días.  

Los que lo conocieron de cerca aseguran que siempre se destacó por su memoria prodigiosa y su sentido del humor. Había nacido en La Rioja, era hijo de Saúl Menem y Mohibe Akil. Hizo la primaria y la secundaria en su provincia y luego estudió abogacía en Córdoba. Siempre se acercó a la gente para escucharla, mostrando una personalidad cálida y simple. Ese carisma lo acercó mucho al mundo de la política. Estuvo preso dos veces en su vida. Primero siendo militante peronista durante la presidencia de Aramburu. Unos años después fue electo presidente del partido Justicialista de La Rioja. En 1964 viajó a Siria y conoció a su esposa, Zulema Yoma. Tuvieron una relación complicada, y  estuvieron más tiempo separados que juntos. Sin embargo nunca se alejaron totalmente. En 1995,la muerte de su hijo mayor, Carlitos, aún no resuelta, fue el golpe más duro en la vida de los dos. Y Zulemita se encargó de aliviar el dolor. También ayudó la cercanía de su otro hijo  Carlos Nahir, (fruto de su relación con la recordada diputada Martha Meza).

Su estilo político, era excéntrico e intenso. Con su característico look que emulaba a Quiroga, Menem aparecía en todos lados: diarios, programas de tevé, revistas del corazón. Querido y amable, llamaba a todo el mundo por su nombre y siempre tenía un chiste a mano, detalle que lo acercaba mucho a la gente. Su segundo mandato tuvo muchos acontecimientos no positivos y en 1999 perdió las elecciones ante Fernando de la Rúa. Pero no bajó los brazos, siguió haciendo polìtica, volvió a La Rioja y enfrentó varias causas judiciales en Comodoro Py. En 2003, se casó con la conductora chilena y ex Mis Universo, Cecilia Bolocco  (55) con quien tuvo un hijo,  Máximo, pero el matrimonio no funcionó. Luego de presentarse como candidado a presidente por el Frente de la Lealtad, le ganó por un dos por ciento a Néstor Kirchner. Pero como no había alcanzado el 45 % necesario, la constitución de 1994 obligó a un balotage e intuyendo que no ganaría, renunció a la contienda y Kirchner se consagró como el nuevo presidente de los argentinos con  Daniel Scioli como vice. Luego de ese evento, se  refugió en La Rioja, en el golf y en sus amigos.  

 Uno de los rasgos más notables de su personalidad era su agudeza visual y nunca se le escapaba el mas mínimo detalle. No guardaba rencor aún frente a las críticas más fuertes y fundamentadas (como los casos de corrupción, las privatizaciones, el ataque terrorista a la AMIA, la tragedia de Río Tercero, en Córdoba y la venta de armas entre muchas otras). Le costó mucho asumir no haber cumplido con todos sus sueños en el poder político pero la compañía de su hija y de sus nietos  Luca Bertoldi (16) y  Malek Pocovi  (8) más la cercanía de Zulema Yoma, lo compensaron ampliamente e hicieron que su vida estuviera rodeada de amor hasta el último día.  “Era un abuelo maravilloso. Por eso mis hijos están tan tristes”, dijo Zulemita en su despedida. Su otra nieta,  Antonella Menem Pinetta  hija de Carlitos Jr y de Amalia Pinetta lo  despidió en las redes:”Estamos destrozados”, escribió la joven quien fue reconocida por vía judicial luego de los estudios de ADN correspondientes.  

 El domingo a las 20, sus restos llegaron al Congreso en un coche fúnebre y el Regimiento de Granaderos a Caballo llevó el féretro hasta la capilla ardiente del Salón Azul, honor que le correspondió por tratarse de un expresidente. Hubo aplausos, llanto, gritos y muestras de emoción. El gobierno actual decretó duelo nacional por tres días y la ceremonia fue abierta al público. Cientos de personas aguardó bajo la lluevia con barbijos, pilotos y paraguas para darle el último adiós. Ingresaban por la explanada de Entre Ríos y Rivadavia y salían por la puerta de Hipólito Irigoyen. Zulemita fue la primera en recibirlo acompañada de su madre, de sus dos hijos, y de su hermano Carlos Nahir. La actual vice presidenta, Cristina Fernández de Kirchner  fue encargada de organizar el velatorio y se ocupó de que la familia pudiera tener su momento a solas. Desconsolada, vestida de negro y con el pelo recogido en una colita, Zulemita permaneció mucho tiempo abrazada al féretro cubierto con una bandera argentina y una camiseta de River, el equipo de fútbol del cual era fanático su padre. A pesar del dolor, saludó uno por uno a todos los que quisieron darle el último adiós al ex Presidente. El presidente  Alberto Fernández  llegó a las 21 al velatorio en el Congreso junto a su mujer,  Fabiola Yañez. “Estábamos esperando a que se mejore para instalar su busto en la Casa Rosada  pero lamentablemente no lo pudo ver.Lo haremos muy pronto”, dijo.Tanto el Primer Mandatario como su vice Cristina Fernández se mostraron muy contenedores con Zulema Yoma, su hija Zulemita y sus nietos.

 El hermano del ex mandatario,  Eduardo Menem, su mujer Susana Valente  y sus hijos también fueron de los primeros en llegar. ”El no tenía odios y eso es un legado una enseñanza que deja Carlos Menem a todos los argentinos”, dijo Eduardo. Más tarde llegaron           Sergio Massa y Malena Galmarini, Ramón Hernández, su fiel secretario, Eduardo DuhaldeMiguel Angel PichettoDaniel Scioli,  Miguel Angel TomaCarlos CorachRodolfo  D’Onofrio, el ex presidente de River y el emblemático Carlos Pascual “Tula” quien lo acompañara con su bombo en tantos actos políticos.  

La ex de Carlos Menem, Cecilia Bolocco, quien mantuvo una  relación con él desde 1999 hasta 2007, emitió un comunicado en los medios de Chile: “Pedimos por su eterno descanso y agradezco a Dios y a la Virgen que nuestro hijo Máximo haya podido despedirse de su padre en paz y a solas. Fue en diciembre cuando lo visitó en Buenos Aires y es un gran consuelo para él en estos momentos”.

 El lunes 15, a las 15 las puertas del velatorio se cerraron para que la familia pudiera darle el último adiós en paz y a solas. Luego, a las 15 y 45, el vehículo que trasladó los restos de Menem encabezó la caravana hacia el cementerio islámico de San Justo, seguido por otros autos con sus familiares. A las 16 y 40, el féretro fue llevado por la Guardia de Honor de los Granaderos y recibido en el lugar por bandas militares que hicieron sonar la marcha fúnebre. Había personal de la policía bonaerense, la Gendarmería,  la Fuerza Aérea y otras fuerzas nacionales. Los familiares congregados bajo un gazebo azul escucharon la lectura de un pasaje del Corán por parte de Anibal Bachir Bakir, presidente del Centro Islámico de la República Argentina y observaron con lágrimas en los ojos el cajón que ubicaban bajo tierra mientras sonaba el tema preferido del ex presidente, “A Mi Manera” cantado por Cacho Castaña.  

Lentamente, todos fueron dejando el lugar. Con mucho dolor pero sabiendo que el deseo que Carlos Menem pidió a su familia antes de morir, fue cumplido: descansar junto a su hijo Carlitos.  “Papá cumplió su misión en esta vida y se fue en paz, tomado de la mano de mi madre. Ahora ya está con mi hermano”. finalizó una Zulemita atravesada por la tristeza.  

 

Manos palma contra palma

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