Mary de Dinamarca al igual que otras royals, como Letizia Ortiz, la esposa de Federico X no tiene miedo a reciclar sus prendas favoritas del pasado. No hace falta ser un gran observador para darse cuenta, al hacer un repaso por la vasta galería de looks de Mary Donaldson, que la reina consorte danesa es una aficionada total al reciclado de prendas, algo que últimamente también caracteriza a otras monarcas europeas aficionadas a la moda, como Letizia Ortiz de España o Máxima de Holanda.
Sin embargo, además de atraer un gran amor por lo retro a través de sus looks y piezas reutilizadas, la esposa de Federico X se ha convertido también en todo un imán de nostalgia, al recordar a través de su imagen algunas desoladoras e incluso avergonzantes imágenes que han acompañado a sus atuendos en el pasado.
El más claro ejemplo de ello es la historia de vergüenza que se esconde detrás del llamado “sombrero maldito” de Mary de Dinamarca, el cual ha sido recientemente recuperado del armario de la royal para ser lucido en un importante evento tradicional danés.
Mary de Dinamarca desempolvó su sombrero “maldito”
Fue durante las celebraciones por el 175 aniversario de la Constitución danesa, llevadas a cabo el pasado 5 de junio, cuando la nuera de Margarita II decidió dejar las supersticiones atrás y sacar finalmente del fondo de su armario aquel sombrero Susanne Juul que la acompañó por primera vez en 2004, durante la recepción previa a su boda con el entonces príncipe Federico.
Dicha prenda se trata de un diseño tipo “sun hat” en color coral, decorado con un coqueto lazo en forma de moño que rodea toda la copa. Este sombrero, en su primer uso, fue protagonista de varios comentarios y situaciones incómodas que llevaron a Mary a relegarlo al fondo de su armario. Sin embargo, la Reina consorte decidió darle una segunda oportunidad y lo lució nuevamente, esta vez complementado por un vestido midi de Andrew Gn con mangas abullonadas y un par de pumps de piel de Prada.
La decisión de Mary de reutilizar el “sombrero maldito” no solo muestra su valentía al enfrentar las supersticiones y recuerdos incómodos, sino también su compromiso con la moda sostenible y el reciclaje de prendas. Esta elección refuerza la tendencia creciente entre las royals de Europa de dar una nueva vida a sus atuendos, demostrando que la elegancia y el estilo pueden ir de la mano con la responsabilidad y la sostenibilidad.