Carolina de Mónaco deslumbra en Cuba con un vestido diseñado por su nuera

Carolina de Mónaco volvió a demostrar por qué es un ícono de la elegancia europea durante su reciente visita a La Habana, Cuba. En un viaje de carácter cultural e institucional, la princesa monegasca acompañó a su hija, Alexandra de Hannover, y a su yerno, Ben-Sylvester Strautmann, en una agenda que incluyó la presentación del Ballet de Montecarlo en el Teatro Nacional de Cuba.

Sin embargo, lo que más captó la atención fue su elección de vestuario: un vestido boho de líneas fluidas, ideal para el clima cálido de la isla, diseñado por su nuera, Tatiana Santo Domingo. Este gesto no solo resaltó su estilo innato, sino también el estrecho vínculo familiar que mantiene con la esposa de su hijo Andrea Casiraghi.

El vestido que usó Carolina de Mónaco y que fue diseñado por su nuera

Carolina de Mónaco optó por una maleta 'mix & match', combinando prendas de lujo de su firma predilecta, Chanel, con piezas más relajadas y artesanales. El vestido diseñado por Tatiana, con su estética bohemia y tejidos livianos, contrastó con los habituales trajes de tweed que caracterizan a la princesa, mostrando una faceta más desenfadada y cercana de la royal.

Durante su estancia, la princesa también realizó una visita privada a un museo local, donde dejó un detalle personal, evidenciando su aprecio por la cultura cubana. Este viaje no solo reforzó los lazos culturales entre Mónaco y Cuba, sino que también permitió a Carolina compartir momentos significativos con su hija y yerno, alejados del bullicio mediático europeo.

Así es que, a sus 68 años, Carolina de Mónaco continúa siendo un referente de estilo y sofisticación. Su capacidad para reinventarse y adaptarse a diferentes contextos sin perder su esencia la consolidan como una de las figuras más admiradas de la realeza contemporánea. La visita que realizó la princesa, además de haberse destacado por su agenda cultural, fue caracterizada por la muestra de unidad familiar, evidenciada en la elección de un diseño de su nuera. Una vez más, Carolina demuestra que la elegancia y el estilo se transmiten entre generaciones.

F.A