La princesa Carolina de Mónaco protagonizó una escapada inesperada a Cuba. La hija de Grace Kelly viajó para acompañar al Ballet de Montecarlo durante su participación en el Festival Cubadisco, reafirmando así su papel como una de las grandes influyentes de la cultura europea.
En esta oportunidad, la royal no estuvo sola y fue acompañada de su hija menor, la princesa Alexandra de Hannover y su novio Ben-Sylvester Strautmann. La joven pareja, habitual en eventos de la alta sociedad europea, compartió imágenes del viaje en redes sociales, mostrando una faceta más relajada.

La princesa, que visitó por primera vez la isla en 2015, fue recibida oficialmente por el presidente Miguel Díaz-Canel, en un encuentro que subraya los vínculos diplomáticos y culturales entre Mónaco y el país caribeño.
Todos los detalles de la travesía de Carolina de Mónaco
Uno de los momentos más emotivos del viaje tuvo lugar en el Teatro Nacional de La Habana, donde Carolina de Mónaco subió al escenario tras la representación de Core Meo para entregar el premio de honor del festival al músico Antonio Castrignanò.
La visita también mostró su costado más altruista y la princesa donó al museo del pintor Oswaldo Guayasamín un retrato que el artista ecuatoriano realizó en su honor y que había regalado en su día al príncipe Rainiero III.

Antes de su paso por La Habana, Carolina había estado en Estonia rindiendo homenaje al compositor Arvo Pärt y, días antes, en la Ópera Garnier junto a su hermano, en la presentación de un documental histórico.

Por su parte, Alexandra de Hannover demostró que, más allá de los compromisos reales, mantiene una relación cómplice con Carolina de Mónaco. En una reciente entrevista con Elle, la joven definió a su mamá como “una mujer valiente, fuerte y serena”, cualidades que, sin duda, quedaron reflejadas en esta visita a Cuba.