Sabrina Guitelman es vestuarista y diseñadora de indumentaria recibida en la UBA, todavía recuerda cuando juntaba material, ropas y otros accesorios en la casa de sus abuelos, tenía una fascinación por encontrar el foco perfecto para la creación de sus personajes. Introvertida ordenada y minuciosa, para todo un sí, se detalla como una mujer hiperactiva que necesita estar constantemente haciendo alguna tarea o movimiento.
Cuando tenía 27 años tuvo que asistir al psicólogo por recomendación de su familia, y el profesional le recomendó que buscara un trabajo en relación de dependencia para tratar de reducir su ansiedad, es así que empezó a trabajar para productora pequeñas en donde fue adquiriendo experiencia hasta consagrarse en El Marginal.
Luego de una entrevista en Underground producciones quedo trabajando en esa productora en donde también trabajó en la serie Julia’s Tango donde fue su primera experiencia laboral y donde fue cosechando los contactos y experiencia que marcarían protagonismo en sus próximos.
Trabajo mucho tiempo en la calle, en donde supo reconocer los lugares escondidos de la ciudad donde se podía encontrar la materia prima para su profesión, ferias americanas, locales de ropa vintage en San Telmo, iglesias, comercios, todo sumaba para tenerlo en cuenta para futuros trabajos.
Sabrina en los últimos tiempos ha trabajado para importantes empresas productoras entre las que podemos destacar como ya dijimos el marginal e historia de un clan, ambas series están en Netflix y también en un gallo para esculapio que esta disponible en la plataforma flow y que fue acreedora de un Martin fierro hace poco tiempo.
Entre las figuras destacadas a quien vistió podemos mencionar entre otros al Chino Darín, Luis Brandoni y Cecilia Roth.
Se metió en un nuevo mercado de la indumentaria gracias a su experiencia en series policiales, por lo que tuvo un antes y después en su carrera, allí descubrió este mundo fascinante de nueva indumentaria urbana. Ahora viste a artistas e influencers como la Joaqui, Fili Wey, Frijo y Dillom.
—¿Cómo fue sus inicios en su profesión, porque eligió la carrera?
—Yo estudie diseño de indumentaria me recibí empecé a fabricar ropa y al tiempo que me recibí mi papa se enfermo de cáncer era joven mi viejo y se murió y entre como en una depresión, estaba muy flaca me costaba mucho ir a trabajar por motus propio viste, entonces mi terapeuta de ese momento me dijo búscate un trabajo en relación de dependencia y ahí fue donde mi vieja tenía un conocido en tele y me contacto con una mujer que se llama Andrea Duarte que también murió de cáncer pobrecita, que fue la me enseño todo y me contrato y empecé a trabajar en vestuario y yo había estudiado diseño de indumentaria.
—¿Qué aspectos son positivos y negativos en la carrera? ¿Cuáles son las cosas a mejorar?
—De aspectos positivos y negativos la verdad que casi todo es positivo el trabajo en equipo es fascinante es trabajo creativo, por otro lado, tomar las decisiones rápido, las soluciones, todo eso, esas cosas vertiginosas de la profesión de la tele los tiempos tiranos de lo que es la tele a mi me encanta, me hace muy bien, negativos yo creo que son los cambios de intensidad no, porque yo soy free lance trabajo por ahí 6 meses 14 horas por día y después estoy 6 meses sin trabajar creo que eso es lo más negativo y dentro de los meses de trabajo tan fuerte complicado con la familia no porque tengo un hijo chiquito y lo dejo bastantes horas, pero bueno después compenso con todos los meses que no trabajo
—¿Alguna anécdota que recuerdes?
—Una vez habíamos ido grabar a una iglesia y tenía que vestir a un pibe, un actor de monaguillo entonces el pibe se sacó la ropa y se vistió de monaguillo como teníamos tal cantidad de ropa empecé a mandar ropa que ya habíamos dejado de usar a la productora y en esa ropa se fue la ropa del actor, estamos súper lejos, lo deje al monaguillo vestido de monaguillo se tuvo que volver a la casa vestido de monaguillo y mandarle después la ropa a la casa, el monaguillo quedo ahí vestido con la sotana esa, una de las anécdotas que casi siempre recuerdo y tengo en cuenta para no despistarme y olvidarme de la ropa propia de los actores o actrices.
—¿Cuál fue la producción donde te sentiste más cómoda trabajando?
—Lejos el marginal toda la vida me siento súper cómoda tengo mucha calle fui muy atorrante de chica siempre me metí en los barrios me conocen en un montón de barrios, me siento súper cómoda con el folclore tumbero la tengo bastante clara de echo casi siempre de los programas que me llaman en general son de piratas del asfalto, tumberos como que soy especialista en el tema, pero por lejos el marginal hize todas la 1, la 2, la 3, la 4 la 5, todas.
—¿Cómo haces para organizar tu tiempo, me han comentado que sos una todo terreno en tu área, y que incluso dormís en el set de filmación? ¿Qué paso de tu vida social, de tu familia, te trae problemas el estar pendiente del trabajo full time?
—Si me arma siempre un poco de lio, ya estamos acostumbrados, es un poco de mi dinámica de mi forma de vida, si, cuando laburo, laburo como una cerda o sea literal a todo terreno y lo dejo todo y en mi casa ya saben, pero después estoy muchos meses sin laburar entonces ahí se compensa y eso también es difícil es la intensidad versus la quietud, no la calma, me cuesta mucho más la calma que la intensidad.
—¿Cómo fue tu experiencia trabajando en El Marginal?
—Fue una de las mejores experiencias que he tenido laboralmente, me dio la oportunidad de poder poner en práctica toda la experiencia que fui adquiriendo durante años anteriores, aparte en los sets de filmaciones generé muchas amistades, ya llevamos 5 temporadas y la calidad humana y sobre todo el profesionalismo se nota, es por eso que la serie sigue tan vigente como desde el primer día y la gente la sigue eligiendo con cada capítulo. Vengo de una familia de clase media, pero me crie más en la calle por eso es que me sentí tan identificada con esta producción, de una manera manejo el vocabulario y el folclore callejero lo que me dio unos puntos extra a la hora de elegir vestuarios e indumentaria para el elenco, básicamente me siento en mi salsa trabajando para el marginal.
Paso a paso: cómo se idea el vestuario de El Marginal
La diseñadora nos cuenta como es proceso del trabajo con el equipo de vestuarios del marginal en donde los primeros pasos comienzan cuando reciben el guion, allí lo analizan con el equipo para empezar a imaginar las características de los personajes en cuanto a la estética de cada actor. Posteriormente se realizan una serie de reuniones en donde se reflejan diferentes opciones de looks a través de una presentación digital, el objetivo es claro, la elección y la aprobación del estilo. Todo esto va acompañado por la atenta mirada del productor y del director quienes luego de varias reuniones aprueban los looks definitivos.
Una vez hecho este paso de producción interno se pasó a buscar y comprar la ropa necesaria si no es que está en depósito o inventario. Se pasa luego a la prueba de vestuario
La vestuarista es la que baja la línea estética de los personajes. La “productora de calle”, la encargada de hacer la calle: sale a elegir y compra. El rol de la “coordinadora de vestuario” es, entre otras cosas, llevar la “continuidad del vestuario” (ya que un día pueden grabar una escena del primer capítulo y al siguiente, otra del sexto capítulo) y armar los percheros de la jornada siguiente, en base al plan de rodaje.
Tenemos que estar en todos los detalles: si el look va arrugado, si el botón va desabrochado o no, y que todo esté igual a la escena anterior, que quizás se filmó muchos días antes. En El Marginal, la ropa se lija y lava varias veces para dar un fuerte efecto de desgaste.
Además, trabajan con modistas, estampadores, bordadores. Tienen, por otra parte, una persona que se dedica a “avejentar” la ropa. Porque la compran nueva, pero tiene que parecer usada. La lijan, la lavan muchas veces y hasta generan las famosas "pelotitas".
Otra cosa que hacen es teñir las prendas, siempre con el mismo fin. “Los días de grabaciones vivimos con una tensión tremenda… Son 14 horas de trabajo diarias. Tenemos que estar en todos los detalles: si el look va arrugado, si el botón va desabrochado o no, y que todo esté igual a la escena anterior, que quizás se filmó muchos días antes. A la noche te pueden llamar desde la segunda unidad. Esa intensidad nos genera cierta ansiedad cuando todo termina y bajamos el ritmo por completo. Es un vacío enorme.”
Por Cesar Luciano Sanabria