Desde que oficializó su separación del vicepresidente Amado Boudou, el 12 de noviembre, al darle una entrevista a Santiago Del Moro, Agustina Kämpfer se sumió en el silencio más profundo. Armó las valijas, lo llamó a su ex para avisarle que se iba y se refugió por tercera vez en su “lugar en el mundo”, el Osho International Meditation Resort, un exclusivo centro de meditación ubicado en Pune, la séptima ciudad más grande de La India. A diferencia de su vida porteña, allí no necesita huir de los flashes ni de las inquisidoras miradas ajenas, y le basta con colgarse un prendedor que dice “In silence” (En silencio), para que ni siquiera le dirijan la palabra.
En exclusiva para CARAS y lista para volver al ruedo, la conductora aceptó dar esta entrevista en la que habló de su fuerte experiencia espiritual y dio detalles de su ruptura con Boudou: “Lo acompañé desde lo más profundo de mi corazón, pero un día, ese mismo corazón me dijo `suficiente, ahora dejá la culpa y volvé a tomar las riendas de lo que querés para vos´”.
—¿Por qué decidió realizar este viaje a la India?
—El lugar que visito es único en el mundo. Las tres veces que vine desembarqué en el Osho International Meditation Resort, que en su momento fue la plataforma de expansión de Osho y hoy nuclea a meditadores de todas partes del mundo. En enero y en agosto, que son las dos temporadas altas, llegan los facilitadores más reconocidos. Muchos de ellos fueron discípulos de él, y algunos incluso colaboraron en el diseño de las meditaciones que practico. Esto no significa que en India uno medite mejor o más profundo, eso sería ridículo. La meditación es un espacio interior, es el estado natural del ser humano, y uno no tiene más que dejarse caer sin ningún esfuerzo. Pero la energía del resort es inspiradora, y la gente que viene tiene muchas historias para compartir, sobre todo a nivel cultural. En el último taller del que participé éramos sannyasins de veinte países: China, Dinamarca, México, Serbia, Holanda, Italia, Kazajistán, y así…