sábado 14 de diciembre del 2024
ACTUALIDAD 15-11-2016 16:31

Figueras y Blaquier en el Abierto de Polo

Padrinos de "Cria Yatay". Galería de fotosGalería de fotos

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Otra vez Palermo, otra vez el Campeonato Argentino Abierto de Polo que cautiva por su historia legendaria – la presente es la 123° edición – y por el combo de atractivos con el que sorprende cada temporada. Como ocurrió en el partido inaugural del sábado, en el que el último campeón, La Dolfina, se vio las caras con un equipo debutante en el que mucho tienen que ver Ignacio Figueras (39) y Delfina Blaquier (35). ¿De qué manera? Todo un apasionado por los caballos y su crianza, “Nacho” le presta las instalaciones de su campo de General Rodríguez y el nombre de su emprendimiento, Cría Yatay, a un grupo de polistas que, tras sortear la etapa clasificatoria, debutan en el abierto argentino bajo el nombre de Cría Yatay Colony. “No soy el dueño ni el patrón, ellos entrenan en mi club y yo les presto algunas yeguas de competencia”, esgrimió el modelo insignia de Ralph Lauren después de vivir intensamente desde el palenque el debut ante La Dolfina. Como era de preveer, los Cambiaso boys ganaron por un buen margen (22 a 7), una realidad que “Nacho” sabía de antemano: “Hoy era importante sacar a andar los caballos y aprender. Nuestra prioridad será el tercer partido, porque si lo ganamos y entramos terceros en la zona nos clasificamos directamente para el próximo Abierto”, analizó Figueras cual sabia mentalidad “bilardista”.

Comprometido con el padrinazgo, el polista vive entonces con sumo protagonismo un Abierto Argentino. Y lo comparte a la par con su mujer, quien no se despegó de su lado y lo acompañó en su función durante todo el partido. Todo un  acontecimiento familiar que motivó también la presencia de Delfina Frers, madre de “Delfinita” y radicada nuevamente en Buenos Aires. Figueras y Blaquier se ilusionaron con el auspicioso comienzo del equipo, después se resignaron cuando La Dolfina se sacó la bronca por la reciente final perdida en Hurlingham y apretó el acelerador, y se fueron con una gratificante última impresión por el octavo chukker, ganado por Cría Yatay 4 a 1. Cuando todo terminó, “Nacho” se paró en el frente del palenque y esperó uno por uno a cada jugador para palmearlos y estimularlos. Un desafío que lo llena de orgullo y que tiene sus raíces en la pasión por los caballos que lo movilizan tanto a él como a su familia.

por Carlos Cervetto

FOTOS: ERNESTO PAGES

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