A veces los finales determinan el comienzo de algo nuevo. Para Agustín “Cachete” Sierra (29), dos décadas atrás, fue una mudanza. “De chico me fui a vivir a Del Viso, donde también vivía Agustina Cherri. Ahí me llegó la propuesta para hacer ‘Chiquititas’. Su novio de ese momento, Tomás Yankelevich (hijo de Cris Morena) me preguntó si me interesaba trabajar ahí pero al principio le dije que no. Hasta que se enteró mi hermana, que se volvió loca y cuando vi su reacción pensé que quizás me estaba perdiendo algo importante. Mis viejos no querían saber nada por mi edad pero terminaron accediendo a que vaya a un casting y quedé porque era muy desenvuelto”, admite el actor y figura de “Sex, Viví tu Experiencia” al que la pandemia no solo lo modificó artísticamente. “Mi viejo falleció el 5 de abril en plena cuarentena y me vine dos meses a Pilar a estar con mi familia. Al mes falleció mi abuelo. Fue muy terrible y los despedimos en el mismo lugar, el mismo cura, la misma sala vacía. Muy chocante todo. Lo de mi abuelo lo entendimos un poco mejor. Mi papá hace años que venía más o menos de salud, muchas internaciones y no lo queríamos ver venir. Y la última operación del corazón no la resistió, tenía una enfermedad en la sangre. Él y mi abuelo son los que me hicieron fanático de Racing, a mí me bautizó un cura de Racing, mi casa es celeste y blanca y en la pileta está el escudo”, revive desde el mismo barrio que lo vio crecer y el que, hasta que dure el confinamiento social y preventivo, será su hogar temporario con Marta, su adorada Staffordshire bull terrier. “Para uno que está soltero y en aislamiento, con todo lo personal que pasamos, tener una compañía incondicional que te de amor y cada vez que te ve se pone contento es muy lindo. Marta es la relación más larga que tuve y el amor más grande que sentí. Y Panza, mi otro perro, que vive en la casa de mi madre, es un Golden que adopté hace 10 años cuando me separé de mi pareja”.
Con una espalda actoral que lo avala, el joven criado en los sets de televisión bajo la troupe de Cris Morena no se condiciona. “Estoy expandiendo límites. ‘Sex’ es uno, el ‘Cantando’ es otro y lo que traerá no se sabe porque uno no está pisando terreno seguro. ¡Y eso es lo lindo también de abrir nuevas puertas! El certamen lo tomé como una buena oportunidad sabiendo la exposición que tiene el programa y que también era un mundo nuevo para mí. Aunque empecé a tomar un poco más de conciencia cuando tuve que llamar a amigos famosos para el ritmo de la salsa y todos me dijeron lo mismo: “No sé cómo haces”, nadie se anima pero me lo valoran un montón. La verdad es un lugar para jugársela y salir de una zona de confort en todo sentido. Yo jamás canté en la vida en vivo ni tomé clases de canto pero estoy tratando de disfrutar el proceso. Siempre por el lado actoral, que es lo que me apasiona y quiero sostener toda la vida”, decreta una de las jóvenes revelaciones del certamen devenido en “sex symbol”. “Eso representa una muy poca parte mía, los que me conocen lo saben. ¡Y no estoy enamorado de mi voz de macho! (Risas) Soy mucho menos encarador de lo que la gente piensa, aunque ahora soy más desinhibido que hace un par de años y le perdí un poco el miedo. También me seduce la mujer que encara, la mujer que no reprime lo que le pasa”.
Cuando descansa de los ensayos por Zoom, el ex “Floricienta” (hoy vigente en la pantalla de Telefé) derriba tabúes en la obra erótica dirigida por Muscari, que volvió al Gorriti Art Center para trasmitir sus performances sin audiencia. Una experiencia multiplataforma que sucede en Whastapp, Zoom, Twitter y Telegram, de acuerdo al precio de la entrada, a la que Sierra describe como un “campamento” sexual. “Las experiencias no se repiten, todas las dinámicas son diferentes. Hay un montón de cosas que también suceden en vivo. Por ejemplo a la mañana desayunas con Diego Ramos, a las 11 haces yoga prendido fuego conmigo. Vos manejas la experiencia a tu ritmo. También está el miedo de la viralización de los videos porque sabemos que en Internet nada es efímero pero tenemos profesionales que se ocupan de eso”, dice quien a raíz del fenómeno virtual recibe toda clase de mensajes. “No sé si son reproducibles… Pero tampoco se responden mucho y más ahora en cuarentena donde hay que estar encerrado, distinto seria si fuera otra la situación y uno está soltero. Con Sex también me empezaron a mandar más mensajes los hombres”.
Si bien admite no haber incursionado en el famoso sexting, práctica que consiste en el envío de contenido sexual potenciado sobre todo en tiempos de encierro, el ex “Chicos Católicos” dice padecer en cierta medida la soltería. “No sé si estoy tan a gusto, ya me estoy empezando a volver loco. Tuve solo 2 novias importantes en mi vida y relaciones en el medio pero nada más”, reconoce y no esconde sus ganas de conocer a Laurita Fernández más allá de su approach televisivo. “¡Re! No la conocía personalmente y me parece un amor, simpática, lo conozco a Mati Napp y me ha hablado maravillas de ella. La veo cómo se maneja en el piso que saluda a todo el mundo, que es muy natural y muy normal en ese sentido y eso me llama la atención además de lo linda que es, que obvio. Pero después vi lo que pasó con Cabré (Nicolás) que estaban caminando y entiendo que es un momento de la relación que están yendo y viniendo. No sé si están juntos o no, pero también hay que respetar eso. No puedo ir ahí a hacerme el langa tampoco. Pero sí me tomaría una cerveza y charlaría con ella el día de mañana con mucho gusto”.
Aunque vive de su imagen y llega a los 1000 abdominales cada vez que entrena, si algo realmente lo representa es su espíritu deportivo. “Soy un apasionado, el deporte siempre fue mi cable a tierra para salir de todo. Sobre todo el fútbol. También he jugado rugby en algún momento de mi vida, básquet, practico yoga y hasta el día de hoy tenis. En la colonia que iba de chico, antes de mudarme de Olivos, un profesor había hablado con mi papá porque quería entrenarme para jugar al tenis como a los 7 años, pero le dijeron que no. Siempre lo jugué amateur, estuve en un par de torneos pero nunca fui federado y tampoco tenía tiempo para hacer nada como me hubiese gustado”, cuenta quien a los 8 ya se formaba en los talleres de Cris Morena y un año más tarde, celebraba su cumpleaños entre los mágicos decorados de “Chiquititas”.
Sin que la pandemia opaque sus ganas, el joven que supo canalizar el dolor para transformarlo en una suerte de renacer artístico, agradece la visibilidad que le dio el “Cantando” aunque no ve la hora de volver a conectar con su actor. “Tengo muchas ganas de volver a actuar en una obra de texto, volver a la televisión, hacer tiras, unitarios, mostrarme y generar cosas nuevas. Quiero hacer cine, teatro, extraño mucho la obra “Desesperados” que hacíamos con Felipe Colombo y Stefano De Gregorio, el salir empapado no tanto por bailar. (Risas) Uno en general extraña lo que no tiene, después extrañaré “Sex” cuando no esté. Pero voy por todo. A lo mejor termino sacando un disco o siendo cantante y me vuelvo loco eh. Nunca se sabe”, cierra Agustín Sierra con humor.
Prod Sol Miranda
fotos Fede De Bartolo
Agradecimientos: Make up, Hair styling:
Kenny Palacios, Asistente de producción:
Martina Santamaría, Tascani Jeans,
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