Son horas de agradecimiento y emoción para María Fernanda Callejón (54). Y es que el sábado 11 la actriz debió ser internada de urgencia junto a su esposo, Ricky Diotto (41), y su hija, Giovanna (4) luego de intoxicarse con monóxido de carbono. Tras recibir el alta en la tarde del domingo, la familia pudo regresar a casa, ya fuera de peligro.
“Colocamos una estufa de tiro balanceado nueva en casa, con un gasista matriculado de confianza. Pero se ve que algo se filtró”, reconoció Fernanda, quien posteó desde el sanatorio de La Trinidad San Isidro una fotografía de la familia mientras era asistida con máscaras de oxígeno.
“¡Y aquí́ estamos los tres vivos! Cámara hiperbárica. Agradecemos a mi hija Giovanna, nuestro verdadero ángel, si no hubiese sido por vos hijita, distinta hubiera sido la historia”, aseguró la actriz y panelista de “Polémica en el Bar” a través de su Instagram. Según explicó, todo se inició hace unos 20 días cuando una estufa de tiro balanceado que tenían en el living de su casa se rompió y quisieron arreglarla.
Precavida, Callejón optó por comprar un nuevo equipo. Primero lo hizo por Internet, pero nunca le llegó el producto y finalmente su esposo decidió adquirir otra. “Le avisamos al gasista y el viernes a la tarde instaló la estufa de la mejor manera. Yo estaba en el living haciendo la tarea con Gio mientras colocaban la estufa cuando viene Ricky desde afuera y dice ‘chicas, acá hay humo’. El gasista estaba ahí: inmediatamente abrimos todos los ventanales”, contó Callejón el lunes, en diálogo con sus compañeros de “Polémica”.
También dijo que no sabe si el humo al que hizo referencia su marido tuvo algún vínculo con el monóxido de carbono o si estaba relacionado al propio trabajo de instalación del artefacto. De todas formas, el instalador terminó el trabajo con normalidad. Sin embargo, el viernes por la noche, después de cenar una picada con los suyos, la actriz comenzó a sentir malestar estomacal, dolor de cabeza y “palpitaciones en la carótida”.
“No lo vinculé con la estufa. Fuimos al cuarto, que queda a unos ocho metros de donde está la estufa. Ricky también se sentía medio mal, me dijo ‘no sé qué tenía la picada’. Cuando nos estamos por ir a dormir Gio se va a lavar los dientes y me dice ‘mamá, tengo gomito’. Ella le dice así… Quería vomitar. Pero no vomitó. Fue un hecho tan chiquito que no le dimos bola y nos fuimos a dormir”, detalló.
La familia dejó la estufa prendida, pero cerró la puerta de su cuarto y prendió el aire acondicionado en función calor. “O sea que si no hubiese cerrado la puerta, no sé qué hubiese pasado… El monóxido hubiese entrado a mi cuarto”, reflexionó María Fernanda. Horas después al despertarse, su esposo, quien se había levantado antes, le avisa que se sentía mal. “Le digo ‘mirá, Gio también’. Y ahí ella vomita”, recuerda Callejón, quien reconoce que pudieron “reaccionar” después del vómito de la nena. “Ella sufre como un pequeño desmayo y ahí fue que nos dimos cuenta”, explicó.
Fue en ese momento cuando, pese a recordarlo con cierto estado de confusión, el matrimonio logra subirse al auto para dirigirse al sanatorio de La Trinidad, donde les detectan el monóxido en sangre y comienzan a tratarlos por la intoxicación. “Nunca nos sacaron las máscaras de oxígeno, entonces te va bajando… Nos dieron agua y después nos llevaron a la cámara hiperbárica. Giovanna fue nuestra heroína…estoy emocionada de estar viva”, concluyó conmovida Callejón.