Rodolfo Ranni recordó la muerte de su padre y lanzó una impactante sospecha: "Creo que era espía”
Entre recuerdos de la guerra, la emigración y su llegada a la Argentina, Ranni dejó al descubierto una sospecha que lo acompaña desde niño.
Rodolfo Ranni, ícono del espectáculo argentino, abrió el libro de su vida en una entrevista íntima con Héctor Maugeri, conductor de +Caras (Caras TV). Entre recuerdos y confesiones, el actor rememoró su llegada al país, la muerte de su padre y dejó ver una sospecha que todavía hoy, a sus 87 años, sigue sin poder develar.
Nacido en Trieste, Italia, en 1937, el “Tano” Ranni llegó a la Argentina a los diez años, buscando, como tantos otros, reconstruir su vida tras las secuelas abiertas por la Segunda Guerra Mundial. Lo acompañaban su madre, su padre —exsoldado del ejército italiano— y sus dos hermanos. Sin embargo, apenas un año después de su arribo, el destino lo golpeó de lleno.
Rodolfo Ranni en +Caras recordó a su padre y lanzó una sospecha respecto a su trabajo.
"Al año de llegar a Buenos Aires, murió mi padre. Yo era el hijo del medio y eso fue un cachetazo", relató con emoción. "Me hice cargo de muchas cosas porque trabajo desde muy chico", comentó.
Asimismo recordó que, como su padre debía estar en el frente de batalla, lo vio muy poco durante la guerra. "Estábamos en un país extraño a pesar de estar viviendo con un hermano de mi papá y su familia. Mi papá murió a los 40 y mi mamá quedó viuda a los 33 años con un chico de 15, yo de 11 y mi hermana de 2 años y medio", contó.
Rodolfo Ranni en +Caras: "La muerte de mi padre fue como un cachetazo".
Durante la charla, una duda que aún recorre su historia apareció cuando Maugeri le consultó acerca del trabajo de su padre. "Nunca supimos de qué trabajaba mi papá. Viajaba y estaba mucho en Berlín. Sospecho que era agente aliado. Llegaba a casa a las tres de la mañana. Hablaba siete idiomas. Seguramente era un espía", lanzó, entre la sorpresa y la incertidumbre.
Rodolfo Ranni en Buenos Aires
Su vida en la ciudad de Buenos Aires fue otro capítulo significativo para el joven Rodolfo, quien recuerda que le hablaban de "América" y en su imaginación de niño pensaba en los rascacielos de Nueva York. "Cuando llegamos pregunté dónde estaban los rascacielos", recordó entre risas. "Mi papá me dijo: 'Vas a vivir en la esquina de uno', y así fue: crecí en Retiro y todos los días mi mirada era para el Kavanagh".
En medio de su adolescencia, marcada por la emigración y la pérdida, el sueño de ser artista llegó casi por accidente. "Cuando era chico en realidad quería cantar, pero apareció mágicamente el teatro en mí", compartió. Y así fue como este italiano porteño comenzó a construir una prolífica carrera en cine, teatro y televisión desde sus inicios en la década de 1950, protagonizando obras memorables y películas emblemáticas como Tiempo de revancha y No habrá más penas ni olvido, además de ser un rostro entrañable para la televisión argentina en éxitos como Atreverse y Matrimonios y algo más.
Con una vida digna de un guión cinematográfico, Rodolfo Ranni se consagró en los escenarios y, a pesar de los años, sigue emocionando tanto con sus personajes como con su conmovedora historia de vida. Actualmente, junto a Graciela Pal co-protagonizan "La noche de la basura" en el Teatro Metropolitan.