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REALEZA

Cómo es el Palacio de Schackenborg, la lujosa residencia de la infancia de Nicolás de Dinamarca

El royal vivió hasta los 15 años.

El Palacio de Schackenborg, en la península de Jutlandia, fue el hogar de Nicolás de Dinamarca hasta sus 15 años. Este castillo de estilo barroco se convirtió en una residencia significativa para la familia real danesa cuando se entregó al príncipe Joaquín en los años noventa.

Así es el Palacio de Schackenborg, la lujosa residencia de la infancia de Nicolás de Dinamarca

En esa época, Joaquín se mudó al palacio con su primera esposa, Alexandra, y sus hijos, Nicolás de Dinamarca y Félix. Luego de su divorcio en 2005 y su segundo matrimonio con la princesa Marie, la propiedad siguió siendo parte importante de la vida familiar, incluso albergando su banquete de bodas en 2008.

En 2014, Joaquín y su familia se mudaron a Klampenborg, al norte de Copenhague, debido a los altos costos de mantenimiento del palacio. Aun así, Schackenborg sigue siendo un lugar especial para Joaquín y sus hijos. En varias ocasiones han vuelto para encontrar paz y reconectarse con sus recuerdos de infancia, especialmente durante el confinamiento en la pandemia.

En la actualidad, la Fundación Schackenborg gestiona el palacio. Esta organización, de la cual Joaquín y Marie son patronos, se dedica a la preservación de la propiedad. El palacio también abre sus impresionantes jardines al público, lo que permite que cualquiera pueda explorar sus rincones de estilo clásico. Incluso, algunas casas adyacentes al castillo ofrecen estancias en suites de lujo, brindando a los visitantes una experiencia de realeza por precios que van desde las 2.000 hasta las 8.000 coronas danesas (aproximadamente entre 270 y 1000 euros).

Recientemente, Nicolás de Dinamarca compartió en redes sociales una visita nostálgica al castillo, en la que mostró sus famosos jardines y algunos salones, destacando la decoración clásica con detalles personales de la familia, como una foto de sus abuelos, la reina Margarita y el príncipe Henrik, durante unas vacaciones. La Fundación Schackenborg agradeció la visita, señalando el cariño que mantiene el royal por su antigua casa.

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