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REALEZA

La vida después de Grace Kelly: cuándo y de qué murió el príncipe Rainiero

El príncipe batalló por mucho años con varios problemas de salud.

El príncipe Rainiero de Mónaco, quien reinó por más de cinco décadas en el pequeño pero influyente principado, falleció el 6 de abril de 2005, a los 81 años, tras una larga batalla contra problemas de salud.

Su vida y reinado estuvieron profundamente marcados por la muerte de su esposa, Grace Kelly, en 1982, un evento que lo sumió en el dolor y lo llevó a concentrarse cada vez más en los asuntos de Estado.

De qué murió el príncipe Rainiero

Rainiero ingresó a la clínica coronario-pulmonar del Estado el 7 de marzo de 2005, tras sufrir una severa pulmonía. A lo largo de la última década de su vida, había enfrentado múltiples complicaciones de salud, incluyendo problemas cardíacos y pulmonares.

En sus últimos días, su condición empeoró al punto de requerir respiración asistida en la unidad de cuidados intensivos.

Acompañado por sus hijos Alberto, Carolina y Stéphanie, Rainiero luchó hasta el final. Dada su frágil condición, el 31 de marzo de 2005, las funciones de gobierno fueron oficialmente transferidas a su hijo, el príncipe heredero Alberto, asegurando una transición estable en la jefatura del Estado.

Rainiero III ascendió al trono en 1949, tras la muerte de su abuelo, Luis II. Durante su largo reinado de 55 años, transformó Mónaco de una "monarquía de opereta" en un próspero paraíso financiero, atrayendo a grandes figuras de la jet-set, artistas y deportistas gracias a su ventajoso régimen fiscal. Bajo su liderazgo, el país floreció con la presencia de más de 40 bancos y numerosas cuentas de no residentes, todo mientras mantenía el secreto bancario como una prioridad.

Su matrimonio en 1956 con la actriz de Hollywood Grace Kelly, que adoptó el nombre de Gracia Patricia tras las nupcias, elevó la fama mundial de Mónaco. Sin embargo, tras la trágica muerte en un accidente automovilístico en 1982,  el príncipe Rainiero se dedicó cada vez más a la gestión del principado, dejando a sus hijos lidiar con los asuntos públicos.

AM