El 19 de abril de 1956 contraían matrimonio el príncipe Rainiero de Mónaco con la actriz, Grace Kelly. La ceremonia religiosa, realizada en la catedral de San Nicolás fue testigo del ingreso de la novia del brazo de su padre quienes esperaron la llegada de Rainiero, con su uniforme de gala.
Grace, una de las caras más bonitas de Hollywood impactó con su vestido diseñado por Helen Rose, una vestuarista de la Metro Goldwyn Mayer, donde Kelly trabajó durante mucho tiempo.
El vestido fue catalogado como "perfecto", dado que reunía todos los requisitos de exquisito gusto, finura, distinción, sobriedad y se transformó en un diseño icónico a partir de entonces y el emulado por muchas mujeres para sus propias bodas hasta el día de hoy.
Estuvo acompañada por 6 damas que lucieron vestidos de organdí de seda en amarillo y pamelas al tono y entre ellas estaba la hermana de Grace, Peggy
Sin embargo, la pareja ya eran marido y mujer dado que habían dado el "Si" un día antes en una ceremonia civil realizada puertas adentro del palacio de Mónaco donde la actriz, también llevó un traje diseñado por Helen Rose de chaqueta y falda, ceremonia que transcurrió en la intimidad de la corona.
El gran evento religioso culminó con la recorrida del reciente matrimonio por las calles del glamoroso principado, en un imponente Rolls Royce descapotable, saludando a los ciudadanos que esperaban el paso de los príncipes para felicitarlos y aplaudirlos. Luego la novia, ofrendó su ramo de flores a la patrona de Mónaco, Santa Devota, que emocionó a todo
Una vez finalizada la recorrida, los recién casados se asomaron al balcón del palacio donde brindaron el primer saludo como pareja de príncipes.
El palacio, desde ese día, tiene colgado el inmenso retrato de la nueva integrante de la monarquía.
A partir de entonces, el palacio de Mónaco comenzó a escribir un nuevo y renovado capítulo de la vida monárquica del glamoroso principado.
Fruto de ese amor nacieron sus 3 herederos: Carolina, Alberto y Estefanía.
El recuerdo de esa boda se renueva cada año ya que desde entonces es recordada como una de las más lindas de todos los tiempos, un auténtico cuento de hadas en el que no faltaron los momentos más felices ni las más fatídicas tragedias, incluyendo la muerte de "ella", la princesa Grace quien encontró la muerte en un confuso accidente de tránsito.
El relato de Estefanía de Mónaco a 38 años del accidente en el que murió Grace Kelly
La muerte de Grace Kelly es una de las tragedias más recordadas de la monarquía europea. Tras un accidente con su auto, fallecía Grace Kelly, la madre de Estefanía de Mónaco.
Por ese entonces ella tenía 17 años y madre e hija se dirigían a París para realizar un desfile de moda de Dior. Si bien el chofer de la primera dama se había ofrecido a llevarla, Kelly insistió en hacerlo ella y al regresar al Palacio de Montecarlo, el auto tuvo una falla y cayó por un precipicio de 40 metros de alto.
Estefanía sufrió la fractura de tres cervicales, de la clavícula y de varias costillas y su madre gravemente herida fue trasladada a un hospital, donde falleció al día siguiente, tras padecer una hemorragia cerebral. Según Vanitatis. Elconfidencial.com, el libro 'Rainier and Grace: An intimate portrait', Jeffrey Robinson cuenta con la palabra de Carolina, hermana de Estefanía y relata: "Me dijo: 'Mamá me decía todo el rato que no podía frenar, que los frenos no funcionaban'. Me dijo que mi madre estaba en un estado de pánico. Así que Estefanía tiró del freno de mano, pero el coche no se detuvo".
LP