Alberto y Charlene de Mónaco (Instagram)
REALEZA

La boda real de Charlene y Alberto: historia del "sí quiero" más comentado del principado

A más de una década de su recordada boda, con rumores de lágrimas y crisis, la princesa y el soberano de Mónaco transitan una nueva etapa en su relación.

Charlene y Alberto de Mónaco protagonizaron en julio de 2011 una de las bodas reales más mediáticas y comentadas de la última década. El enlace se llevó a cabo en dos ceremonias: una civil, celebrada el 1 de julio, y una religiosa al día siguiente en el patio de honor del Palacio Grimaldi. Sin embargo, lo que debía ser una jornada de felicidad quedó grabado para el público por la tristeza evidente de la novia, que lució un imponente vestido de Dior pero no pudo ocultar un gesto serio y lágrimas que dieron la vuelta al mundo.

Alberto y Charlene de Mónaco

La boda real de Charlene y Alberto: cómo fue la comentada unión

La exnadadora sudafricana afrontó una transformación radical para convertirse en princesa. Debió abandonar su fe protestante para abrazar el catolicismo, aprender francés, sumergirse en la historia de Mónaco y tomar clases de protocolo con asesores de palacio. Pese a su preparación, su imagen en la ceremonia religiosa fue interpretada por muchos como fría y distante. Incluso algunos medios publicaron que Charlene habría intentado abandonar el Principado horas antes del enlace, rumores que Alberto desmintió en entrevistas posteriores.

Tras la boda, la pareja viajó a Sudáfrica para disfrutar de su luna de miel, aunque en hoteles separados por “motivos de seguridad”. Esta decisión avivó las sospechas de que algo no funcionaba entre ellos. La escasa presencia pública de Charlene y su aparente decaimiento emocional sumaron más dudas en torno a la solidez del matrimonio.

Alberto y Charlene de Mónaco

El nacimiento de los mellizos Jacques y Gabriella, en diciembre de 2014, dio un respiro a la familia real. Los pequeños fueron presentados semanas más tarde en el balcón del Palacio Grimaldi, en una postal muy recordada. No obstante, los rumores de distanciamiento continuaron. Según versiones periodísticas, la princesa habría firmado un contrato prenupcial que incluía la obligación de dar un heredero y permanecer casada un mínimo de cinco años antes de contemplar un divorcio.

Con el paso del tiempo, la historia de Charlene y Alberto tuvo muchos giros inesperados. Tras superar problemas de salud y atravesar periodos de separación, en los últimos meses se han mostrado juntos en actos oficiales. Ella, que alguna vez fue bautizada como “la novia más triste de la realeza”, hoy parece reconciliada con su papel en el Principado.

 

F.A

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