Mabel de Holanda (REDES)
REALEZA

Mabel de Holanda: la activista que fue princesa y cambió el rumbo de su vida

La mujer desafió las reglas de la realeza y pagó un alto precio. Hoy, su vida transcurre lejos del trono, pero no del legado.

Mabel de Holanda vive una historia que parece inspirada de una novela donde el amor, el poder y el drama se entrelazan en cada capítulo. Inteligente, decidida y marcada por la tragedia, Mabel Wisse Smit fue mucho más que la esposa de un príncipe: fue una figura incómoda para la monarquía, una activista comprometida y una mujer que, a pesar del escándalo y la pérdida, eligió reinventarse.

Nacida el 11 de mayo de 1968 en La Haya, hija de Henrik Cornelis Los y Florence Kooman, su vida dio un vuelco temprano: su padre murió cuando ella tenía solo nueve años. Su madre volvió a casarse con Peter Wisse Smit, de quien Mabel adoptó el apellido. Desde muy joven, la vida de Mabel estuvo marcada por la pérdida, pero también por una inquebrantable voluntad de superación.

Mabel de Holanda

Mabel de Holanda: de princesa a activista

Graduada con honores, políglota y con una brillante carrera como activista internacional, Mabel parecía destinada a una vida pública, pero no precisamente dentro de la realeza. Sin embargo, en 1999 conoció al príncipe Friso de Holanda en una fiesta, y el flechazo fue instantáneo. Lo que siguió fue una historia de amor que desafió las convenciones de la corona —y terminó en tragedia—.

En 2003, cuando la pareja anunció su compromiso, estalló la polémica: Mabel fue acusada de ocultar información sobre su antigua relación con el narcotraficante Klaas Bruinsma en los años ochenta. Además, el servicio secreto holandés sugirió que Mabel tenía vínculos con Mohammed Sacirbey, exembajador de Bosnia en la ONU, investigado por corrupción. El escándalo fue tal que el gobierno se negó a aprobar su matrimonio, lo que obligó a Friso a renunciar a sus derechos al trono para casarse con ella.

Mabel de Holanda

A pesar del rechazo institucional, Mabel y Friso sellaron su amor en una ceremonia íntima en 2004. El príncipe se alejó de la línea sucesoria, pero nunca de su esposa. Juntos tuvieron dos hijas, Luana y Zaria, y enfrentaron juntos lo impensado: en 2012, Friso quedó sepultado por una avalancha mientras esquiaba en Austria. Sobrevivió, pero entró en coma y murió al año siguiente, en 2013. Mabel no se separó de él ni un solo día durante ese período.

Hoy, la princesa Mabel de Holanda vive en Londres con sus hijas. Conserva su título, pero ya no forma parte de la Casa Real. Alejada de los flashes, continúa su labor en causas humanitarias, lejos de las exigencias palaciegas, pero fiel a su esencia: libre, resiliente y muy humana.

 

F.A

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