Coronación rey Carlos III (Google)
EN LONDRES

La coronación de Carlos III de Inglaterra: las primeras palabras del rey

Tras el fallecimiento de Isabel II, su hijo asumió al trono y pronunció sus primeras palabras como Rey en Reino Unido.

Carlos III de Inglaterra asumió al trono y oficialmente se proclamó rey. Tras el fallecimiento de Isabel II, su hijo fue coronado y pronunció sus primeras palabras como Rey del Reino Unido.

En su primer discurso oficial, el padre del príncipe Willian y Harry, tomó como referencia a Jesucristo al momento de referirse a su actitud como Rey. Carlos III expresó: "En su nombre, y siguiendo su ejemplo, he venido no a que me sirvan, sino a servir. Todo lo que hasta aquí he prometido, lo cumpliré con ayuda de Dios".

Coronación de Carlos III.

"Yo, Carlos, en la presencia de Dios, testifico y declaro de forma solemne y sincera que soy un finel protestante y que defenderé dichas promulgaciones. Concédeme ser una bendición para todos tus hijos, para que juntos descubramos los caminos de la mansedumbre y seamos guiados por sendas de paz", sentenció Carlos III.

Rey Carlos III.

Por su parte, el príncipe Guillermo se arrodilló ante el trono de su padre y le juró lealtad: "Yo, Guillermo, príncipe de Gales, os juro mi lealtad, fe y verdad y me doy a vos como vuestro siervo en cuerpo y alma. Que Dios nos ayude". Seguido a eso, besó la mejilla de Carlos III.

Cómo fue la coronación de Isabel II

La coronación de la reina Isabel II como reina de Inglaterra fue un evento histórico y emblemático que tuvo lugar el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster, en Londres. La ceremonia fue vista por millones de personas en todo el mundo y fue un momento de gran importancia para la monarquía británica y para la identidad nacional inglesa.

La coronación de Isabel II se llevó a cabo después de la muerte de su padre, el rey Jorge VI, en febrero de 1952. Isabel era la primogénita del rey y su sucesora natural al trono, y su coronación fue planificada para un año después de su ascenso al trono. La ceremonia fue cuidadosamente diseñada para ser un evento de gran solemnidad y grandiosidad, que destacara la importancia y la continuidad de la monarquía inglesa.

Isabel II y su prima hermana princesa Alexandra.

La coronación comenzó temprano en la mañana, cuando la reina se trasladó en carroza desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster. La procesión real fue espectacular, con miles de personas llenando las calles de Londres para ver a su nueva reina. La carroza de Isabel estaba escoltada por la caballería real, y los miembros de la familia real y los nobles seguían detrás de ella en otros carruajes.

Al llegar a la abadía, Isabel fue recibida por el arzobispo de Canterbury, quien la llevó al altar para la ceremonia de coronación. El ritual fue llevado a cabo en latín y en inglés, y se hizo hincapié en la conexión de Isabel con la historia y la tradición inglesa. La reina juró proteger y defender la Iglesia de Inglaterra, mantener la justicia y la equidad, y gobernar el reino de acuerdo con las leyes y la voluntad del pueblo.

El momento más emocionante de la ceremonia fue la coronación en sí misma, cuando Isabel fue ungida con aceite sagrado y coronada con la corona imperial de San Eduardo. La multitud que se congregaba dentro de la abadía y fuera de ella vitoreó y aplaudió cuando la corona fue colocada en la cabeza de Isabel, en un momento que quedará en la historia como uno de los más emblemáticos de la monarquía británica.

Isabel II 

Después de la coronación, la reina se trasladó de nuevo al Palacio de Buckingham para la tradicional procesión real, en la que la reina saluda a los ciudadanos desde el balcón del palacio. La multitud de personas que se congregaba en las calles era enorme, y la reina saludó y sonrió a los espectadores mientras la multitud entonaba cánticos y aplaudía.

La coronación de Isabel II fue un momento decisivo en la historia de la monarquía inglesa, y tuvo un gran impacto en la cultura y la identidad nacional del país. Fue un momento de gran orgullo y unidad para los ingleses, que se sintieron parte de una tradición y una historia que se remonta siglos atrás. La ceremonia fue transmitida por televisión en todo el mundo, lo que permitió que millones de personas compartieran el momento y sintieran la emoción y la importancia del evento. Hoy, Isabel II estaría orgullosa de ver a Carlos III como rey del Reino Unido.

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