Sitges, el paraíso "low cost" elegido por Antonela Roccuzzo y Leo Messi
Esta pintoresca ciudad costera, a 35 kilómetros de Barcelona, fue la elegida por el futbolista para invertir en un hotel 4 estrellas.
A sólo 35 kilómetros de Barcelona, Sitges representa un bálsamo para quien quiera escaparse de las concurridas costas de la capital de Catalunya; de fácil acceso para quien vaya tanto en auto, como en tren o autobús. Pintoresca y dueña de un microclima propio, esta ciudad balnearia es famosa por tener sol los 365 días del año y ser dueña de una de las playas más lindas del mundo. Por lo menos así lo decretó el New York Times. Además, está rodeada por las montañas del Parc Natural del Garraf.
Caminar por el casco antiguo de Sitges es hacer un viaje al pasado, donde el presente hace perfecto maridaje con el modernismo del vanguardista Gaudí. Sus callecitas están llenas de restaurantes, pubs y tiendas, que le dan vida propia y una impronta única, difícil de pasar por alto e ideal para quien busque desenchufarse del caos de la jungla de concreto.
Este paraíso del Mar Balear fue el elegido por Leo Messi para invertir en el hotel MiM. El exclusivo complejo está ubicado a 50 metros de la playa y la tarifa para pasar una noche allí comienza desde los €169. Incluye un restaurante moderno y un bar en el vestíbulo. La terraza de la azotea tiene una piscina exterior, una coctelería y vistas panorámicas al mar. Cuenta con spa con dos piscinas interiores, sauna, baño turco y gimnasio. La cadena no solo cuenta con un complejo en Sitges y otro en Ibiza, sino que también amplió su portfolio al comprar en el pasado mes de abril el Fona Mallorca.
Tanto el crack del Barça como su mujer, Antonela Roccuzzo, aprovecha su tiempo libre para relajarse allí. Recientemente se los pudo ver disfrutando de una cena romántica que se hizo viral gracias a que en la postal que compartieron en las redes, se lo pudo ver "escondido" a su hijo, Mateo.
El antiguo pueblo de pescadores es ideal para viajeros curiosos que estén dispuestos a perderse por sus callecitas, hasta dar con las ruinas de la muralla medieval, las mansiones de los indianos, la casa O Paget, la casa Miquel Utrillo o el histórico Mercat Vell. Es un hecho que la historia se respira en el aire y es parte fundamental del ADN de Sitges. Hay varios museos y también se encuentra la casa Bacardí, de Facundo Baccardí, el fundador de una de las destilerías más prestigiosas del mundo y que ha ganado fama por su ron.
Es un hecho que la historia se respira en el aire y es parte fundamental del ADN de Sitges.
De punta a punta, se pueden recorrer a pie unos tres kilómetros de costa, empezando por el hotel Terramar hasta terminar con el paseo en la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla, construida en el siglo XVII. Así mismo, conviven allí mansiones al estilo de villas coloniales, con frentes y ventanas pintadas de un profundo azul. De ensueño.
Otro de los imperdibles es la playa de Sant Sebastià, que está justo detrás de la iglesia. El detalle es que, según el New York Times, es una de las "mejores playas urbanas del mundo". Nada mal, ¿no?
Siguiendo con el recorrido, llegamos a "Platja La Ribera", donde los atardeceres son el principal atractivo. Aunque es menester resaltar que el plan ideal es -chapuzón mediante- tomarse una rica sangría en el primer chiringuito de Espanya. “First a chiringuito in Spain”, como lo anuncian sus dueños con un gran cartel que corona la entrada al lugar desde 1913. Ofrecen aperitivos de todo tipo, que aconsejamos acompañar con patatas, aceitunas o anchoas. Una verdadera fiesta para el paladar.
Fotos de @viccogarcia