El Bar Marsella abrió sus puertas en 1820 y se hizo popular por servir "la bebida prohibida", más conocida como "absenta". Famosa por su alta graduación alcohólica, ha funcionado como motor de inspiración para varios "influencers" de la época. ¿Quiénes? Desde Ernest Hemingway hasta Pablo Picasso o Salvador Dalí, tres personalidades que pasaban largas horas en este rincón bohemio del Raval.
Paredes descascaradas, polvo y una barra repleta de botellas con etiquetas desconocidas; poner un pie en este lugar es viajar 200 años atrás porque la mística está intacta. El techo pareciera estar a punto de derrumbarse y la iluminación es posible gracias a las arañas de luz anaranjada, que lejos están de parecerse a las frías e insensibles luces led que inundan cualquier bar actual. Pese a la ley anti tabaco que hoy en día está vigente en toda España, hay cierta neblina en el ambiente que invita a fantasear que aún se prenden varios puros o pipas dentro.
El lugar encierra el espíritu fiel de una Barcelona de antaño, plagada de conspiraciones anarquistas, prostitutas y personalidades influyentes del arte en busca de malas compañías, aunque sea por un buen rato.
Más allá del mal humor de los camareros o del hombre calvo y antipático que sirve copas tras la barra, el lugar encierra el espíritu fiel de una Barcelona de antaño, plagada de conspiraciones anarquistas, prostitutas y personalidades influyentes del arte en busca de malas compañías, aunque sea por un buen rato.
Hablar del Marsella es referirse a una época maldita, una época en la que la poesía, la pintura y los intelectuales estaban con la cabeza puesta en gestar una revolución para dar lugar a algo nuevo. Desde un Dalí lúdico y orgulloso de sus excentricidades que vagaba por La Rambla sin rumbo como por el cuerpo de su musa y esposa, Gala; hasta un Pablo Picasso "azul" partido al medio por el suicidio de su amigo y casi hermano, Carles Casagemas. Capítulo aparte sería Hemingway ebrio, difícilmente de pie en alguna barra de algún antro catalán.
Para quienes se den una vuelta por este hito de Barna -que estuvo a punto de cerrar sus puertas en 2013- deberán tener en cuenta que se trata de ir "para vivir la experiencia". Es un bar exclusivamente de copas, que solamente abre de noche y su principal atractivo es la absenta. Suele llenarse de turistas que acuden "fieles al rito" de la preparación de este licor por la suma de cinco euros.
Bar Marsella - Instagram: @barmarsellabcn
Sant Pau, 65. Barcelona
De Lunes a Jueves de 21 a 2:30h
De Viernes a Sábado 21 a 3h
Domingos cerrado