Hay madres que cambian pañales, cocinan meriendas y buscan mantener todo bajo control. Y hay otras, como Agustina Macias, que se atreven a cambiarlo todo: sus patrones, sus heridas, sus creencias... y hasta su destino. Desde su comunidad en Argentina, esta terapeuta y mentora en bio-decodificación se ha convertido en una referente de un nuevo paradigma de maternidad consciente y sanadora. “Cuando una madre despierta, no sólo transforma su vida, sino que se convierte en un canal de sanación para otros”, afirma.
Agustina lidera Madres Sanadoras, una formación que une el poder de la decodificación biológica con la manifestación consciente, dos herramientas que —según ella— son claves para dar el gran salto: “Muchas de nosotras llegamos a la maternidad con ideas románticas, pero la realidad nos atraviesa. Nos encontramos en un torbellino emocional, y ahí es donde la energía puede hundirnos… o elevarnos”.
Maternidad como portal
Para Agustina, la maternidad es una puerta sagrada. No sólo para criar, sino para renacer. “Es la fuerza más potente que existe. Nos confronta con nuestra sombra, pero también con nuestra capacidad infinita de amar, intuir y crear”. Esa energía, cuando es canalizada, puede convertirse en el mayor impulso evolutivo de una mujer.
Y ahí entra la manifestación. No como una técnica mágica, sino como un proceso profundo de conciencia: “Manifestar no es pedirle al universo desde el deseo mental. Es alinear tu cuerpo, tus emociones y tu alma con tu propósito. Es observar tus síntomas, tus vínculos, incluso lo que duele, y convertirlo en poder”.
De sanar a manifestar
La propuesta de Agustina es clara: usar la maternidad como camino de sanación. “Lo que no se expresa, se imprime en el cuerpo. Lo que no se sana, se hereda. Lo que no se nombra, lo terminan hablando nuestros hijos”, dice con la convicción de quien lo vivió en carne propia. De hecho, su formación nació a partir de su propia crisis existencial como madre: lejos de su hogar, sola con un bebé, y con una angustia que no lograba entender.
“Creía que por ser espiritual la maternidad iba a ser perfecta… y me sentía vacía, enojada, perdida. Hasta que decidí formarme en biodescodificación y entendí que todo lo que me dolía podía convertirse en medicina para otros. Ahí comenzó mi verdadera transformación”.
Hoy, más de 50 mujeres han pasado por la experiencia de Madres Sanadoras, y muchas de ellas ya están acompañando a otras madres, hijos y familias en su camino de sanación.
Una madre que se sana, sana generaciones
Pero para Agustina, esto va más allá de un proyecto profesional. Es una misión. “Si ayudamos a las madres a sanar, elevamos la conciencia de toda la humanidad. Una madre que se escucha, que se elige, que se conecta con su alma, empieza a criar hijos libres, conscientes y seguros. Y eso, inevitablemente, sana la Tierra”.
Esa es, quizás, la esencia más profunda de la manifestación según Agustina Macias: “Es encarnar tu propósito. Es recordar para qué viniste. Es usar tu historia, incluso tu dolor, como puente hacia algo más grande. Y al hacerlo, abrís camino para muchas más”.
La próxima edición de Madres Sanadoras
La formación Madres Sanadoras abre sus puertas nuevamente en septiembre, y promete ser una experiencia profunda de autoconocimiento, práctica y conexión. Son seis meses de formación, acompañamiento y transformación. “No es sólo aprender una técnica. Es recordar quién sos. Y cuando una mujer recuerda quién es, no hay sistema que la frene”.
Contacto:
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